Renault Scénic Vision: el monovolumen se reinventa y pasa a ser un SUV eléctrico ya pila de hidrógeno
Era cuestión de atar cabos o esperar algunos meses para que todo cuadre: por un lado, Renault había anticipado que estaba trabajando en el desarrollo de un concept impulsado a hidrógeno y por otro, este mes el Scénic comenzó a despedirse de Europa manteniéndose a la venta sólo en su variante de 7 plazas por algunos meses más. ¿Cómo se unen estos dos sucesos? En el nuevo Renault Scénic Vision, que anticipa un futuro SUV 100% eléctrico impulsado por una pila de combustible de hidrógeno.
A decir verdad, del Scénic original queda sólo algo de su esencia y concepto: su reemplazante seguirá siendo un vehículo de carácter familiar muy versátil, pero reconvertido a un SUV de cero emisiones. Su diseño, firmado por Gilles Vidal (ex Jefe de Diseño de Peugeot) anticipa lo que será la nueva filosofía estética de la marca del rombo, caracterizada por trazos rectos y muchas aristas, con cierto aire a Peugeot o DS. En el sector frontal se destacan los faros de Led junto con el emblema iluminado y las luces de circulación dirna triangulares en los extremos del paragolpes. Los pliegues, ángulos marcados y nervaduras se observan en toda la carrocería. De perfil, la línea de cintura baja y ascendiente hacia el pilar D, dando forma a una tercera ventanilla triangular recuerdan en cierta forma al Scénic original y permiten una muy buena luminosidad en el habitáculo, también por el amplio techo vidriado. El remate posterior también sobresale por sus ángulos rectos y faros en forma de V.
Por dimensiones, el Scénic Vision se mantiene en el segmento C, con 4.490 mm de largo, 1.900 mm de ancho, 1.590 mm de largo y una distancia entre ejes de 2.835 mm., siempre priorizando el espacio interior. En ese sentido, el habitáculo muestra una ambientación muy minimalista y tecnológica, con un sistema que desliza las butacas delanteras para facilitar el ingreso y luego las acomoda en la posición deseada por los ocupantes. El tablero está formado por numerosas pantallas, las principales se extienden a lo ancho como una suerte de head-up display, mientras que a la izquierda y derecha del conductor se ubican pantallas más pequeñas con todo tipo de información, desde la temperatura del climatizador o el nivel de carga de la batería, hasta las imágenes de las cámaras laterales que sustituyen a los espejos. El volante tiene un diseño que se asemeja al de un monoplaza de Fórmula 1, mientras que los airbags están incorporados a las butacas.
Precisamente, la seguridad será otro de los atributos del SUV, con numerosos sistemas para detectar potenciales riesgos, advertir al conductor e incluso maniobrar para evitarlos, denominados Safety Score, Safety Coach y Safe Guardian, combinados también por los sistemas de conectividad del vehículo. Renault tampoco descuidó la sustentabilidad: la mayoría de los materiales utilizados en su interior son reciclados.
A nivel mecánico, si bien parte de la plataforma CMF-EV, recibió importantes adaptaciones para la incorporación de su sistema de propulsión formado por el motor eléctrico de 160 kW (218 CV) proveniente del Mégane E-Tech Electric, alimentado por una batería de iones de litio de 40 kWh de capacidad y la asistencia de una pila de combustible de hidrógeno que aporta otros 16 kW (22 CV). Así, una vez que exista una red de infraestructura acorde, el Scénic podrá recorrer hasta 800 kilómetros con una sola carga. Como el propulsor eléctrico está instalado en el eje posterior, la tracción es trasera y el tanque de hidrógeno posee una capacidad de 2,5 kilogramos, ubicado en la parte delantera.
Más allá de ser un ejercicio de diseño y una vidriera de tecnologías, el Scénic Vision sí pasará a ser un modelo de producción: la marca prevé su presentación para 2024.