Telescopio espacial James Webb es impactado por micrometeorito
El telescopio espacial James Webb sufrió el impacto de un micrometeorito, del tamaño de un grano de polvo, contra uno de los segmentos de su espejo primario, si bien todo sigue funcionado a un nivel que “supera los requisitos de la misión”.
El incidente se produjo entre el 23 y el 25 de mayo, indicó la NASA en el blog dedicado al telescopio espacial, cuyas primeras imágenes, después de las ya enviadas de prueba, está previsto que se den a conocer el doce de julio.
Tras el impacto del micrometeorito, los técnicos hicieron unas primeras evaluaciones, las cuales señalan que “el telescopio sigue funcionando a un nivel que supera todos los requisitos de la misión, a pesar de un efecto marginalmente detectable en los datos”.
La capacidad del telescopio para detectar y ajustar las posiciones de los 18 hexágonos que forman su espejo principal permite corregir parcialmente el resultado de los impactos y ajustando la posición del segmento afectado, “los ingenieros pueden anular una parte de la distorsión”, agregó la NASA.
Los ingenieros, que siguen haciendo análisis y “mediciones exhaustivas”, ya han realizado un primer ajuste de este tipo en el segmento afectado, el C3, y los ajustes adicionales de los espejos previstos “seguirán afinando esta corrección”.
El rendimiento del Webb al principio de su vida útil sigue estando muy por encima de las expectativas, y el observatorio es totalmente capaz de realizar la ciencia para la que fue diseñado.
Los impactos de micrometeoritos son un aspecto inevitable del funcionamiento de cualquier nave espacial, que habitualmente sufre muchos de estos golpes en el transcurso de largas misiones científicas en el espacio. Estos eventos anticiparon el construir y probar el espejo de James Webb en tierra.
Mientras se construía el telescopio, los ingenieros utilizaron una mezcla de simulaciones y pruebas de impactos reales en muestras de espejos para tener una idea de cómo fortalecer el observatorio para su funcionamiento en órbita.
Sin embargo, este último impacto fue mayor de lo que se había calculado y más allá de lo que el equipo podría haber probado en tierra, agregó la NASA en su blog.
«Siempre supimos que Webb tendría que soportar el entorno espacial, que incluye la dura luz ultravioleta y las partículas cargadas del Sol, los rayos cósmicos procedentes de fuentes exóticas en la galaxia y los impactos ocasionales de micrometeoritos dentro de nuestro sistema solar», dijo Paul Geithner, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
Por ello, diseñaron y construyeron el telescopio “con margen de rendimiento -óptico, térmico, eléctrico y mecánico- para garantizar que pueda cumplir su ambiciosa misión científica incluso después de muchos años en el espacio», agregó Geithner.
DAG