La puja por el grupo antioqueño pasó de las OPA en el mercado bursátil a las juntas
Sobre las 9:00 a.m. de este lunes se llevó a cabo la reunión extraordinaria de accionistas de Inversiones Suramericana, en el salón Siglo XXI del Country Club Ejecutivos en Medellín, donde se encontraron las cabezas visibles del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y el Grupo Gilinski.
Tras cumplirse la mayoría del orden del día, se eligió la nueva Junta Directiva, pese a que hace poco más de dos meses fue designado un directorio para el año en curso, demostrando que la pelea por el poder al interior del grupo paisa se ha trasladado del mercado bursátil al mundo corporativo, y al poder político. Con este panorama en mente, se prevé que la puja por el GEA siga pasando de las OPA a las juntas, por lo que podrían darse más asambleas extraordinarias que pretendan modificar los directorios de Argos o Bancolombia.
Culminada la reunión, se conoció que el órgano corporativo estará integrado por los miembros patrimoniales Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos; Alejandro Piedrahita Borrero, vicepresidente de Finanzas Corporativas de la misma empresa; Gabriel Gilinski, hijo de Jaime Gilinski; y Ángela María Tafur, directora de Latin American Venture Capital Association (Lavca). En cuanto a los integrantes independientes, estarán Jaime Bermúdez, María Carolina Arango y José Luis Suárez, siendo este último propuesto por el empresario caleño.
Según Diego Palencia, vicepresidente de Investigaciones de Solidus Capital Banca de Inversión, con este panorama se vienen cambios en estatutos y en los manuales de gobierno corporativo del GEA. “Gilinski quiere atomizar los cuocientes electorales para establecer una nueva política corporativa en el grupo, ajustando la estrategia constantemente hasta ir dando un nuevo viraje al grupo antioqueño, y demostrando un desenroque gradual”, agregó.
Previamente, a través de su página web, la compañía de seguros e inversiones publicó las propuestas de los principales socios de la compañía para integrar al nuevo órgano directivo. Sin embargo, dentro del listado no se incluyó al presidente del Grupo Nutresa, Carlos Ignacio Gallego, quien hacía parte de esta junta como miembro patrimonial, siendo esta la primera vez en la última década en que dicha figura, representativa del enroque accionario del otrora Sindicato Antioqueño, no es tenida en cuenta.
Ante dicha jugada, Palencia resaltó el hecho de que la toma de decisiones en las corporaciones modernas requiere de juntas con la menor cantidad de conflictos de interés, con el fin de tomar decisiones que trasciendan la historia. “Gilinski llegó al GEA a causar el mayor cisma en la historia corporativa de este grupo. La salida de Gallego demuestra que todo el consorcio se prepara para una guerra de mayorías entre los socios, tanto dominantes de las compañías como minoritarios, que han quedado en medio”, dijo.
Por su parte, Diego Márquez, especialista en derecho financiero, corporativo y temas societarios, destacó este movimiento como una forma de limitar el poder de decisión de Gilinski a través de Nutresa. No es lo mismo ser accionista, que administrar una compañía, por lo que estamos empezando a ver un enroque a dos bloques: el GEA y los Gilinksi.
“De cara a la OPA por Argos, tener tres de las siete sillas posibles en el directorio le da un mayor espacio de maniobrabilidad para llegar a un consenso a la hora de vender la participación de Sura, esto pese a que el precio ofrecido sigue estando muy bajo”, mencionó.
A 12% de controlar Sura
El cambio en la Junta no es fortuito. A la espera de que tanto Nutresa como Sura den a conocer su composición accionaria actualizada a más tardar el próximo 30 de junio, el empresario caleño ostenta preliminarmente 34,5% de las acciones ordinarias en circulación de Inversiones Suramericana. No obstante, de confirmarse que compró 14,2 millones de títulos en el mercado público, este pasaría a ostentar 37,6% de participación, con lo cual quedaría a solo 12,5% de tener el control directo de esta compañía.
Según Andrés Moreno, analista financiero y bursátil, los puestos en la Junta Directiva valen lo que sea. “Una vez se dio el rebalanceo del Msci Colcap, Gilinski logró comprar una gran cantidad de acciones por fuera de las OPA. No le falta mucho y seguramente los movimientos en la bolsa evidencian que estuvo comprando hasta el pasado martes o miércoles”, mencionó.
Para lograrlo tiene dos opciones. La primera, y que solo lo acerca levemente a su meta, es seguir comprando especies en la bolsa, hasta completar 5% adicional a lo que sumó a través de las tres primeras rondas de OPA, cifra que equivale a más de 23,3 millones de especies de las 466,7 millones en circulación. Esto es posible gracias a que el Decreto 2555 de 2010, que regula el sector financiero, asegurador y el mercado de valores, permite llevar a cabo este tipo de operaciones siempre y cuando no superen el límite mencionado anteriormente.
El otro camino apunta a una nueva oferta de adquisición que, en teoría, debería presentarse por hasta 7,5% o más de los papeles disponibles. En cuanto al precio, este podría ser mayor a US$9,88, teniendo en cuenta que fue el nivel de la más reciente compra y que solo logró sumar 2,99%. Aun así, en las cuentas del inversionista entraría a jugar el control indirecto que tiene a través de Nutresa, cuya participación es de 13% y donde Gilinski tiene 30,8%.
El perfil de Ángela María Tafur, la nueva integrante de la junta de Sura
Ángela María Tafur, es abogada de la Universidad Javeriana con Maestría en Derecho Internacional Comparado de Cornell University. Actualmente es directora de Lavca, asociación dedicada a promover el crecimiento del capital privado en América Latina y el Caribe con sede en Nueva York. Fue vicepresidente de Asuntos Legales en Bancol y Cía, secretaria general y asesora legal de Bancolombia y socia fundadora de Tafur Domínguez y Arana. Hasta hace poco era miembro de la Junta Directiva de Banco Sudameris.