Un atún mexicano es ejemplar – Grupo Milenio
Grupo Marítimo Industrial (Grupo Mar) se consolida como un conglomerado que contribuye a la estabilidad económica del país, con una capacidad de producción de dos millones de latas Tuny por día y generando 3,000 empleos directos.
La empresa productora es líder en México por tonelada de acarreo de atún, por lo que contribuye en el abasto de más de 35% del consumo nacional. Además, sus barcos pesqueros se ubican en los primeros lugares de la tabla de pesca nacional y se han alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
“México pertenece a la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que regula la pesca, llevamos siempre un observador a bordo para una buena ejecución en la pesca (…) La industria atunera en México es ejemplar”, dice Antonio Suárez Gutiérrez, presidente de Grupo Mar.
¿Cuáles son los retos que enfrenta la industria atunera mexicana?
Somos el primer país de América que tuvo un tratado de libre comercio con Europa, el atún mexicano fue moneda de cambio a petición expresa del presidente de España de ese entonces al presidente de México. Los españoles, que son quienes manejaban el tema en Europa en ese tiempo, hicieron una gran labor de lobbying (cabildeo). Hoy México es el único país de América Latina que paga arancel, 23%, en atún enlatado, y aunque ya se revisó el tratado y prometieron quitarlo, el atún sigue gravado.
Hoy al atún mexicano le va bastante bien, estamos hablando de que tiene un precio razonable; afuera es más caro, pero ha subido mucho y eso nos impacta de forma importante en el beneficio de la empresa, y no hablemos del aceite, con la guerra de Rusia contra Ucrania, el aceite de girasol se disparó, además de muchos ingredientes también están subiendo.
¿Qué retos tuvo que superar Grupo Mar en su historia?
Me he dedicado a la pesca desde 1938, llevó 50 años dedicado a esta actividad, y al atún, 40. Soy el decano de la pesca en México y el decano de la industria atunera como armador. Hace muchos años dejé de ser el presidente de la Asociación de Armadores de México; ya dejé el liderazgo directo de la actividad, ahora simplemente soy el presidente de Grupo Mar.
Muchas veces digo que el sector atunero ha sido una industria mártir, porque de los que estaban hace 40 años ya no queda nadie, hoy quedamos básicamente dos (Grupo Pinsa y Grupo Mar). Como armador soy el más antiguo, dedicado a la pesca y enlatado de atún.
Nos integramos a la industria en un momento determinado cuando no había más posibilidades porque sufrimos un embargo total de Estados Unidos (EU), el mercado era más pequeño. En ese entonces teníamos una flota muy importante de barcos en el mundo y tuvimos que venderlos casi todos, afortunadamente con el mercado nacional nos fuimos defendiendo.
Entre 1993 y 1994 nos asociamos con el Banco de Comercio Exterior, en una alianza de coparticipación con los barcos que teníamos y ellos con una planta, que le compramos en 1996 y surgió la marca Tuny. La marca fue poco a poco recuperando terreno en el mercado nacional e internacional.
¿Cómo sorteó la pandemia Grupo Mar?
Hemos tenido un crecimiento continuo. No cabe duda que la pandemia fue muy atípica, durante el confinamiento los consumidores por miedo hicieron compras de pánico, para nosotros fue extraordinario, vendimos 20% más de lo normal.
El atún es rico en proteína, barato, asequible a cualquier bolsillo, lo hay en todas las tiendas y mercados y eso no deja de ser algo que nos benefició. Todos los jugadores de la industria teníamos reservas y pudimos aguantar el embiste de la pandemia. Sacamos la presentación pouch (sobrecito) de atún —cerca de 7 u 8% de la producción nacional ya se empaca ya de esta manera—, que es algo novedoso y tiene un éxito muy importante entre los consumidores mexicanos. En México viene muy bien la tendencia del consumo de atún mexicano, incluso mejor que en EU y en Europa.
¿Qué porcentaje del mercado mexicano tiene la empresa?
Tenemos más de 35% del consumo nacional de atún, el año pasado crecimos 12%, fue un crecimiento magnífico. ¿Qué tenemos que hacer para mantener este crecimiento? Pues un poco de lo que estamos haciendo. Estamos construyendo un barco nuevo, son barcos que andan entre los 25,000 y 30,000 millones de dólares cada uno, con tecnología muy avanzada y buena capacidad, les cabe 1,200 toneladas, y estamos constantemente invirtiendo. Creemos en México, la meta es quedarnos aquí, seguir trabajando y confiando en este país que nos ha dado mucho.
¿Cómo garantizan que su marca de atún sea sustentable?
La pesca del atún está muy bien regulada en el Pacífico Oriental, que es donde nosotros pescamos, desde Baja California hasta el sur de México y a veces salimos cerca de Hawái.
El país pertenece a la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que regula la pesca a nivel internacional, llevamos siempre un observador a bordo para una buena ejecución y práctica de pesca y que no estemos atentando contra otra especie marina, especialmente el delfín. El atún mexicano tiene la certificación Dolphin Safe. Buscamos constantemente, y hablo de toda la industria, todo lo que pueda haber en el mundo para tener las certificaciones adecuadas.
Trabajando mucho logramos la Marine Stewardship Council (MSC), la certificación de pesca responsable sobre el atún más importante del mundo, y la conservamos los tres grupos mexicanos (Grupo Pinsa, Herdez y Grupo Mar). Somos los únicos en América que tenemos esta certificación, hay países como Alemania que no compran ningún producto del mar que no venga certificado por la MSC, y el atún mexicano ha llegado a ese nivel. Tenemos todos los equipos, tenemos tripulaciones con señal. La industria atunera en México es ejemplar.
La gente debe saber que cuando consume atún, aparte de ser buenísimo, altamente proteínico y accesible al bolsillo, tiene detrás industrias responsables y miles de trabajadores, y que lo único que tiene que hacer es comprar dos latitas de atún para impulsar el crecimiento de la industria en el país.
GAF