El papa Francisco: "Comer menos carne puede ayudar a salvar el medio ambiente" – Información
“En ciertas zonas del mundo, conviene consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente”. Son palabras del papa Francisco contenidas en una carta dirigida a los participantes de la ‘EU Youth Conference’, que tiene lugar en Praga entre los días 11 y 13 de este mes de julio, y cuyo objetivo es debatir, entre otras cosas, sobre sostenibilidad ambiental.
No es la primera vez que el sumo pontífice se refiere de forma explícita y sin rodeos a algunos problemas clave que afectan al medio ambiente global. Sin embargo, esta es la primera ocasión en que cita el caso del excesivo consumo de carne, producida sobre todo en granjas industriales, y que da lugar a un sinfín de impactos ambientales, empezando por la deforestación de áreas boscosas para procurar pastos y piensos, y terminando por la contaminación de las aguas subterráneas, como sucede en España.
“Es urgente reducir el consumo no solo de combustibles fósiles, sino también de muchas cosas superfluas; y asimismo, en ciertas zonas del mundo, conviene consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente”, es la cita exacta contenida en esta carta, que puede leerse íntegramente aquí.
En sus nueve años de pontificado, el papa Francisco no solo ha aludido a los problemas ambientales que destruyen el planeta, sino que, hace siete años, dedicó una encíclica específica a este asunto. Su contenido, claro y sin medias tintas, sorprendió por su sinceridad: “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos cada año. La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”, afirmaba Francisco en aquella encíclica.
El documento, que se titulaba ‘Alabado seas’, fue interpretado incluso como una declaración de guerra a las grandes multinacionales y a los gobernantes de los países más industrializados, por haber contribuido al cambio climático y a la pobreza mediante “el uso desproporcionado de los recursos naturales”.
“El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se demuestra en el fracaso de las cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares. Y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos”, añadía la encíclica.
Francisco recordó entonces que “la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada”.
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