Von der Leyen: «Rusia nos está chantajeando»
La Unión Europea debe prepararse para lo peor: un posible corte de gas de Rusia. La Comisión Europea ha presentado un plan de contingencia con objetivos de ahorro energético ante la amenaza de Rusia de interrumpir el suministro.
«Rusia nos está chantajeando, Rusia está utilizando la energía como un arma. Y por eso, en cualquier caso, ya sea en un importante corte parcial o total del gas ruso, Europa tiene que estar preparada», ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la rueda de prensa de presentación del plan.
En una primera fase la propuesta sería de carácter voluntario: Los Estados miembros tendrán que tratar de reducir el consumo de gas en un 15% a partir del 1 de agosto y durante 8 meses, hasta el 31 de marzo de 2022.
Pero si Rusia decide cerrar la llave completamente, la Comisión Europea pondrá en marcha la «alerta de la Unión». Lo que haría que los objetivos fuesen obligatorios. Este nuevo mecanismo se basaría en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y podría ser activado tanto por la propia Comisión como por tres Estados miembros cuando exista un riesgo importante de escasez grave de gas o una demanda excepcionalmente alta de gas.
Mientras tanto, Bruselas pide que edificios públicos y ciudadanos limiten el uso del aire acondicionado y la calefacción. «¿Tenemos que tener la luz encendida toda la noche en los edificios de oficinas o en las fachadas de las tiendas vacías? ¿Tenemos que tener el aire acondicionado a 20 grados? Obviamente disminuirá un poco nuestro confort, pero también puede reducir mucho nuestro consumo», ha pedido el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans. Aunque las medidas no van a ir dirigidas a los ciudadanos, la presidenta de la Comisión Europea ha pedido ya en varias ocasiones a los europeos que reduzcan la temperatura de la calefacción o del aire acondicionado.
Las industrias deberán ahorrar gas
La propuesta afectará principalmente a las industrias. De hecho, la situación va a ser más difícil para aquellas empresas que necesitan grandes cantidades de gas para funcionar, como las químicas o las metalúrgicas y que podrían tener que reducir su producción. O incluso aceptar paros temporales.
Los Estados miembros serán quienes marcarán las directrices para la reducción del consumo de gas en industrias basándose en los criterios publicados por Bruselas. Se tratará de evitar el impacto en el mercado único, el daño a las instalaciones o aquellas empresas de valor social.
Pero la sto se hará de forma coordinada y habrá fondos para compensar a las industrias afectadas. Así lo explica el eurodiputado de los Socialdemócratas, Nicolás González Casares. «Primero hay que ver las [empresas] que se pueden parar y de ahí ver cuánta energía vamos a ahorrar. Puede ser que a algunas empresas, ahora mismo con los altos precios, no les compense producir y decidan «pues mira ahora que tenemos esta ayuda vamos a parar». De ahí quedarán unos remanentes energéticos que veremos si pueden ser aprovechados por otras industrias que sí, de verdad lo necesitan. Pero yo creo que todas tienen que hacer su parte de esfuerzo. Tampoco podemos ser solidarios entre Estados pero luego que dentro de los Estados unas industrias se peleen con las otras por esa energía», ha explicado a Euronews.
La solidaridad es un elemento clave del plan. No todos los Estados miembros son igual de vulnerables ante un corte.En cualquier caso, la situación para la economía sería preocupante. La Comisión Europea estima que el PIB caería un 1,5% si Rusia cierra la llave del gas.