Archie no es el único. Así es el reto viral que ha matado a 86 personas
Un estudio elaborado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) dio con al menos 82 fallecimientos inducidos por el «blackout challenge». Desde la institución recalcan que la mayor parte de las muertes tuvieron lugar cuando los menores intentan hacer el reto solos y sin sus padres tener conocimiento. Este fenómeno que se está cobrando vidas en más de una treintena de países de todo el mundo ha desatado la indignación pública y la alarma acerca de qué contenidos pueden y no pueden permitir las redes sociales.
Usuarios cada vez más jóvenes
Además de Archie, otros dos menores de edad también murieron recientemente, víctimas del reto de grabarse con el móvil y aguantar sin oxígeno hasta desmayarse. Uno de ellos fue Nylah Anderson, de 10 años, cuya madre llegó a demandar a la red social en la que supuestamente también encontró el reto Archie. Es extremadamente difícil dar con el origen y el creador de cualquiera de estos retos nocivos, pero la ley castiga con hasta 3 años de cárcel a quienes fomenten comportamientos que inciten a la autolesión o incluso al suicidio. Tiktok, por su parte, se ampara en que el reto que supuestamente acabó con la vida de Archie existía desde mucho antes, concretamente desde el año 2008, según datos del CDC. Desde la organización señalan que se trata de un problema de salud pública que afecta sobre todo a varones de entre 11 y 16 años de edad y que ha ido a más en los últimos años.
Los adolescentes son potencialmente vulnerables a estos juegos virales extremos por su menor percepción del riesgo y porque no han cumplido todavía la edad como para considerarse responsables de sus actos. Sin embargo, cada vez se adelantan más los años a los que los menores acceden a su primer smartphone y crean un perfil en redes sociales. Los expertos alertan de que los adolescentes, quienes más consumen redes sociales, corren el riesgo de normalizar conductas que son perjudiciales para su salud y para su integridad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la principal enfermedad entre niños de los 10 a los 19 años. En la relación de los adolescentes con las redes se juntan la ansiedad a perderse algo (conocida como el síndrome de «fear of missing out» con el acrónimo FOMO), una percepción distorsionada de lo que es y no es peligroso y la presión por sentirse parte del grupo. Todo esto genera un peligroso caldo de cultivo para que las redes se conviertan en escenario de retos que pueden llegar a ser mortales.