El Acuerdo de París y el compromiso dispar de los países en la lucha contra el cambio climático
Estados Unidos acaba de aprobar un paquete de medidas que permitirán movilizar una inversión de unos 369.000 millones de dólares para hacer frente al calentamiento global. Esta iniciativa se alinea con el Acuerdo de París, que el presidente Joe Biden volvió a ratificar en enero de 2021, después de la salida del pacto anunciada por Donald Trump. De esta manera, regresó a un tratado formado por 193 países, entre los cuales también está España.
Este pacto internacional en materia de medio ambiente es el mayor alcanzado hasta el momento y tiene por objetivo lograr que el aumento de la temperatura media global del planeta quede por debajo de los 2 ºC respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, el año pasado el G20 acordó fijar el techo del calentamiento global en 1,5 grados.
Pese a que casi todas las naciones del mundo forman parte del Acuerdo de París, cada uno tiene un compromiso distinto con los objetivos compartidos, y están aplicando políticas de formas muy dispares. “Este pacto establece unos procedimientos, pero la solución depende de cada país”, explica Esther López Barrero, profesora de Derecho Internacional Público en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
Por ejemplo, Italia, pese a ser parte de la UE, no tiene una ley climática estatal, o Turquía, que fue el último en unirse al acuerdo, es el país de la OCDE donde las emisiones de gases de efecto invernadero más aumentaron desde 2009, como indica la misma organización.
Más de la mitad de países europeos no cuentan con una ley climática como la de España
España fue uno de los primeros países en firmar el Acuerdo de París, en abril de 2016, pero no lo ratificó hasta el 12 de enero de 2017. Desde entonces, y como miembro de la UE, el país se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de cara al 2030 un 55% en comparación con 1990. Además, también pertenece al Pacto Verde Europeo, que busca lograr la neutralidad climática en 2050.
España también ha ratificado otros nueve acuerdos multilaterales que abordan temas como la protección de la biodiversidad del Mediterráneo, la protección del medio natural europeo o el mantenimiento del medio marino del Atlántico norte.
Sin embargo, según el informe de Climate Action Tracker (CAT) hasta 2021, la mayoría de los objetivos y acciones de los gobiernos están siendo insuficientes o muy insuficientes para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París. De hecho, ningún país ha aprobado medidas adecuadas para frenar el calentamiento global por debajo de los 2 ºC, ni siquiera España, que aprobó hace un año una ley de cambio climático y transición energética.
Esta legislación carece de límites de emisiones totales en periodos fijos y de objetivos de reducción de emisiones en cada sector. Además, explica López, “ha llegado tarde y los compromisos no son lo suficientemente ambiciosos”. Aun así, según un estudio de SEO BirdLife, más de la mitad de estados miembro de la UE ni siquiera cuentan con una ley similar, como por ejemplo, Italia.
Este país, según los indicadores de gobernanza sostenible de la fundación europea Bertelsmann Stiftung, encara importantes problemas medioambientales como la baja eficiencia del agua y la mala gestión de residuos. Además, es uno de los países con mayor número de automóviles per cápita del mundo, con 670 vehículos por 1.000 habitantes, según Eurostat.
El Acuerdo de París no implica que todos los países tomen las mismas medidas o vayan al mismo ritmo
A pesar de que todos los países que forman parte del G20 han ratificado el Acuerdo de París, cada uno está aplicando las medidas de protección del medioambiente de forma distinta. Además, según CAT, solo un país industrializado tiene un objetivo nacional que está calificado como compatible: Reino Unido.
En el caso de Estados Unidos, y pese a haber aprobado un paquete de medidas para frenar el cambio climático, su estado sigue calificado como “insuficiente” según la misma asociación. Por tanto, y aunque también ha ratificado otros acuerdos internacionales en materia de medioambiente, según el informe 2021 de la ONU sobre desarrollo sostenible, los estados del país norteamericano “no están mejorando lo suficientemente rápido para cumplir con los ODS para 2030” y “no están haciendo lo que se debe hacer para proteger el medio ambiente”.
Otro miembro del G20, Brasil, también ha tenido un cumplimiento dispar del Acuerdo de París a pesar de haberlo ratificado en 2016, según CAT. Además, las políticas de lucha contra la deforestación son críticas, apunta el mismo informe.
En 2019, coincidiendo con el primer año de mandato del presidente, Jair Bolsonaro, los fondos nacionales para luchar contra el cambio climático estuvieron inoperativos. Hace un mes, la Corte Suprema de Brasil ordenó al gobierno la reactivación completa de este dinero en base a la sentencia. En ella ha considerado por primera vez en todo el mundo que el Acuerdo de París es un tratado de derechos humanos, obligando al país a actuar para asegurar los objetivos climáticos.
Hay seis países “críticos” en materia de políticas medioambientales en el mundo
Según el estudio de CAT, hay seis países que tienen políticas medioambientales “críticamente insuficientes”: Turquía, Irán, Rusia, Singapur, Tailandia y Vietnam. Esto se debe a que “los países en desarrollo tienen muchos más problemas para adaptar sus economías a la reducción de emisiones”, apunta la experta.
En el caso de Turquía, el país fue el último del G20 en ratificar el Acuerdo de París, a finales de 2021. Esta acción ha traído cambios como la actualización del ministerio de Medio Ambiente y Urbanización, que ha pasado a asumir la parte de cambio climático. Además, también ha aprobado el Plan de Reconciliación Verde. Sin embargo, estas políticas no pueden cumplir los objetivos del acuerdo y de los otros tratados multilaterales que el país ha firmado, tal como calcula la mencionada asociación.
Además, el último informe decenal de la OCDE destaca que Turquía sigue dependiendo energéticamente de los combustibles fósiles, en particular del carbón. Sus emisiones de gases de efecto invernadero fueron las que más aumentaron desde 2009, en comparación con el resto de miembros de la institución, y más del 90% de los residuos municipales aún se depositan en vertederos.
Sobre los cuatro únicos países que no han ratificado el Acuerdo de París, están Irán y Libia, que forman parte de la OPEC, y Yemen y Eritrea. Todos ellos representan alrededor del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según la base de datos de emisiones de la Comisión Europea.
Irán, en concreto, está en una posición compleja. Tal como predice el estudio de CAT, las emisiones del país alcanzarán entre 1030 y 1160 MtCO2e en 2030. En otras palabras, el país no solamente no reducirá sus emisiones, sino que las aumentará un 34 a 51 % en comparación con los niveles de 2010, y un 170 a 210 % en comparación con los niveles de 1990.