Lapid advierte a Biden que el nuevo acuerdo no evitará un Irán nuclear
Mxima preocupacin. As se puede definir la sensacin instalada en el liderazgo israel ante las filtraciones, informaciones y declaraciones procedentes de Washington, Tehern y Bruselas apuntan a un inminente acuerdo nuclear entre Irn y seis potencias lideradas por Estados Unidos. Segn Israel, el nuevo pacto que surge de la oferta final de la Unin Europea (UE) no cumple con las lneas rojas establecidas por la Administracin Biden y es tan «malo» que, incluso, -avisa- es peor que el anterior, firmado en 2015 y virtualmente enterrado en 2018 cuando el presidente estadounidense Donald Trump lo abandon.
El mensaje lanzado este mircoles en una atmsfera de presin y urgencia por el primer ministro Yair Lapid tiene como principal destinatario la Casa Blanca aunque manteniendo las formas («tenemos un dilogo abierto sobre los asuntos en desacuerdo») para evitar una crisis con el gran aliado de Israel.
En un encuentro con la prensa extranjera en Jerusaln horas antes de que EEUU enviara la respuesta de la propuesta final a Tehern, Lapid ha asegurado que el acuerdo que se perfila «no cumple, a nuestros ojos, con los estndares establecidos por el propio presidente Biden que es evitar que Irn se convierta en un Estado nuclear» y ha lamentado que «no es la primera vez que los pases de Occidente trazan una lnea roja, los iranes la ignoran y la lnea roja se mueve».
«Sobre la mesa ahora mismo hay un mal acuerdo que dara a Irn 100.000 millones de dlares al ao que no se utilizarn para construir escuelas y hospitales, sino para socavar la estabilidad en Oriente Medio y sembrar el terror en todo el mundo», ha afirmado el dirigente centrista aadiendo que con este dinero -producto del levantamiento de sanciones-, Tehern «financiar la Guardia Revolucionaria y tambin a los Basij que oprimen al pueblo iran. Financiar ms ataques a las bases estadounidenses en Oriente Medio y fortalecer a Hizbul, Hamas y Yihad Islmica».
«No estamos preparados para vivir con una amenaza nuclear sobre nuestras cabezas de un rgimen islamista extremista y violento. No lo permitiremos», ha declarado Lapid que avisa: «Actuaremos para evitar que Irn se convierta en un Estado nuclear».
Asimismo, denuncia «la enorme presin» sobre el Organismo Internacional de Energa Atmica (OIEA) para cerrar las investigaciones abiertas citando las recientes palabras de su director general, Rafael Grossi: «Irn no nos ha dado las explicaciones tcnicamente crebles que necesitamos para explicar el origen de muchos rastros de uranio… Permtanos una explicacin: si haba material nuclear all, dnde est ahora?»
«Israel no se opone a cualquier acuerdo. Estamos en contra de este acuerdo porque es malo y no puede aceptarse tal como est escrito en este momento», ha aclarado Lapid al frente de una campaa diplomtica que incluye conversaciones telefnicas con el presidente francs, Emmanuel Macron, y el canciller alemn, Olaf Scholz, y el viaje este jueves del ministro de Defensa, Benny Gantz, a EEUU donde se reunir con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, que este martes se ha encontrado con su homlogo israel, Eyal Hulata, enviado de urgencia a Washington.
Dado que evitar el pacto tras 16 meses de negociacin entre EEUU e Irn -bajo la mediacin de la UE- parece muy difcil, los emisarios israeles pretenden asegurarse que no haya concesiones importantes respecto a restricciones, inspecciones y posibles ventanas de salida del programa nuclear de un rgimen que promete la destruccin de Israel.
Como respuesta a la retirada estadounidense del acuerdo, Tehern aceler el enriquecimiento de uranio hasta el 60% y recurri a las avanzadas centrifugadoras IR-6, lo que le coloca en el punto ms avanzado en la historia de su proyecto nuclear. Por eso, hay quienes en los organismos de seguridad israeles afirman que «el acuerdo es malo, pero es preferible a la actual y peligrosa situacin». Otros como el jefe del Mosad, David Barnea, ven el pacto segn su actual borrador como «desastre estratgico», segn fue citado por el diario ‘Maariv’.
Fuentes del Gobierno afirman que el acuerdo otorga ms concesiones a Irn que el de 2015 y critican que no sea «ms largo y slido» como ha prometido EEUU. «No se puede separar el proyecto nuclear de la actividad terrorista», dicen citando el patrocinio de la Guardia Revolucionaria iran a las milicias que rodean a Israel como en el Lbano (Hizbul), Gaza y Cisjordania (Yihad Islmica y Hamas) o Siria. En este sentido, EEUU aclara que la Guardia Revolucionaria se mantendr en la lista de grupos terroristas.
«Hago un llamamiento al presidente Biden para que se abstengan, incluso, ahora en el ltimo minuto, de firmar el acuerdo con Irn que le permitir desarrollar, instalar y operar centrfugas, casi sin restricciones, en solo dos aos», ha pedido el ex primer ministro Naftali Bennett que, junto a Lapid, form en junio del 2021 un heterogneo Gobierno que cay, con l mismo, doce meses despus.
Israel ha reiterado que no es un firmante del acuerdo y, por tanto, no le obliga, por lo que «usar todas las herramientas disponibles para evitar que avance el programa nuclear iran». Una alusin, quizs, a las acciones sabotaje atribuidas al Mosad o a una opcin militar en el futuro. «No es un acuerdo en el que tomamos parte, por lo que mantenemos nuestra libertad de accin», ha avisado Gantz.
EEUU y la UE consideran el regreso al acuerdo como la mejor forma de evitar un Irn nuclear y contribuir a la estabilidad regional. Las autoridades iranes defienden que su plan nuclear solo tiene fines civiles y acusan a Israel de poseer armas nucleares.
Lapid critica a Biden por el acuerdo, pero sin provocar un encontronazo con quien considera «uno de los mejores amigos que ha tenido Israel». Nadie olvida el monumental rdago en 2015 del entonces primer ministro Benjamn Netanyahu contra el presidente Barak Obama al presentarse, sin su consentimiento, en el Congreso para arremeter contra su pacto con Irn. «No habr un discurso en el Congreso contra el presidente que acab siendo contraproducente e hizo que sacaran a Israel de la sala donde se negoci el acuerdo», seala una fuente del Gobierno consciente que Netanyahu usar la reanudacin del pacto nuclear, si se confirma, como arma electoral de cara a los comicios del 1 de noviembre.
Pese a su renovada presin, Israel sabe que la ltima palabra sobre el acuerdo es de Biden y el ayatol Jamenei.
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