La UE ultima su paquete energético con división entre los países por el tope al gas
La Unión Europea espera presentar esta semana un paquete de medidas de emergencia por la crisis energética, aunque se encuentra con la división entre los países por los detalles y la posibilidad de poner un tope a los precios del gas. Entre las medidas que se esperan se incluye un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas. Los ministros de Energía de los países de la UE han pedido a la Comisión Europea que elaborase un plan para detraer el exceso de ingresos de los generadores de energía no procedentes del gas, reducir el consumo de electricidad en toda la UE y ayudar a las empresas eléctricas que necesiten liquidez de emergencia.
Los ministros también pidieron a Bruselas una limitación del precio del gas, de cara a reducir la factura energética en el invierno. Sin embargo esta medida ha generado la división entre los países miembros, ya que no se ponen de acuerdo sobre si un tope al precio del gas aliviaría o agravaría la crisis energética en Europa. «Sobre el coste del gas, seguimos trabajando en respuestas adaptadas a un mercado global», explicaba von der Leyen en un tuit el pasado sábado. La propuesta debería reducir los precios en Europa «garantizando al mismo tiempo la seguridad del suministro», añadió.
Según los diplomáticos de la UE, más de la mitad de los Estados miembros estaban a favor de la posibilidad del tope al gas, pero no han alcanzado un consenso sobre la forma de llevarlo a cabo. Puede ser con un límite de precio para todo el gas importado, los flujos de los gasoductos, el comercio de gas al por mayor o los suministros desde Rusia. «La mayoría de los que hablaron de los límites de los precios del gas no estaban de acuerdo», dijo uno de ellos.
Por otra parte, la Comisión Europea quiere exigir a las empresas de combustibles fósiles que han aumentado sus ingresos por la subida de precios que realicen una contribución financiera para ayudar a la ciudadanía y las empresas perjudicadas, según un borrador de documento al que tuvo acceso Reuters. Este borrador prevé que los Veintisiete introduzcan una «contribución de solidaridad» para la industria de los combustibles fósiles. La contribución estaría basada en los «beneficios excedentes imponibles obtenidos en el año fiscal 2022», aunque no se sabrá si se llevará a cabo y sus detalles hasta que se publique el texto final a lo largo de la semana.
Esta medida temporal permitiría recaudar dinero para que los Gobiernos financien las ayudas para mitigar la crisis energética en sus ciudadanos, ayudando a las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, reduciendo el consumo de energía de la UE y haciendo que Europa sea más autosuficiente en sus suministros energéticos. «Las contribuciones de solidaridad se justifican por el hecho de que esas empresas obtienen beneficios excedentarios imprevisibles, que se deben a circunstancias imprevistas», dice el proyecto de propuesta. «Dichos beneficios no se corresponden con los beneficios regulares que estas entidades obtendrían o podrían haber esperado obtener en circunstancias normales si no se hubieran producido los acontecimientos imprevisibles en los mercados energéticos…», establece.
Las medidas energéticas tendrán que ser aprobadas por los 27 países miembros de la UE en otra probable reunión de emergencia de los ministros que se celebraría a lo largo de este mes. El suministro de gas ruso en la UE ha caído del 40% al 9%, aunque los ministros de la UE han declinado limitar su precio, ya que según algunos países como Hungría y Austria, esto provocaría un corte definitivo por parte de Rusia. Alemania, Países Bajos y Dinamarca son algunos de los países que se oponen a una limitación general de los precios del gas, mientras que otros como Italia y Polonia, afirman que la limitación del precio del gas ofrecería un alivio a los hogares y los sectores industriales.