El Gobierno prepara el "monotributo tech" y negocia con mineras para que puedan comprar dólares
Mientras el esquema diferencial del dólar soja ingresa en la recta final de su vigencia, prevista hasta el 30 de septiembre, el Gobierno apunta a otros dos sectores para poner en marcha sistemas especiales de acceso a divisas, que implicaría para dos rubros como la minería y la economía del conocimiento, controles cambiarios más laxos, lo que les daría permiso a una mayor cantidad de dólares en caso de que registren un incremento en su nivel de exportaciones.
En las últimas semanas el equipo económico monitoreó el avance del dólar soja, que sostienen como el instrumento principal para engrosar las escasas reservas en el Banco Central y mediante el cual esperan sumar USD 5.000 millones al finalizar septiembre. Mientras ese proceso todavía está en desarrollo, el Ministerio de Economía continúa con negociaciones con empresas mineras y de economía del conocimiento para dar las puntadas finales a los dos esquemas diferenciales que regirán para ambos sectores.
Respecto a la economía del conocimiento, a fines de agosto el ministro de Economía Sergio Massa había anticipado a qué dirección apuntaba el Palacio de Hacienda para ese sector en particular. A grandes rasgos, la idea es que las firmas tecnológicas que registren una mejora en su volumen de exportaciones contarán con una porción de divisas para libre disponibilidad.
Se trata, creen en los despachos, de un 30% de acceso libre a dólares para las compañías del sector que cumplan esa condición. Según afirmaron fuentes oficiales a Infobae, en los próximos días podría oficializarse el nuevo esquema.
De acuerdo a estimaciones del equipo económico, cuando finalice el año el sector de la economía del conocimiento habrá terminado con un saldo exportador de USD 7.000 millones, por detrás del agro y de la producción automotriz.
Otra pata del cambio regulatorio para la economía del conocimiento tiene que ver con los pequeños exportadores de servicios al exterior. En ese sentido, se prevé que en algún momento antes de fin de año ingrese al Congreso un proyecto de ley al Congreso para crear una figura tributaria nueva, que se tratará del «monotributo tecnológico».
Según fuentes oficiales, el nuevo esquema estará «dirigido a las y los profesionales que facturan sus servicios basados en el conocimiento (SBC) al exterior y a personas que participen en competencias de e-sports (nivel profesional)», mencionaron ante la consulta de este medio.
Así, ese grupo de profesionales que facturan sus servicios al exterior (en un rango que oficios que va desde la programación hasta otros que no están relacionados de forma tan directa con la tecnología, como artistas o guionistas, por ejemplo) puedan enviar sus facturas a su empleados o cliente en el exterior, en un esquema tributario que conviva con el régimen simplificado local.
«Busca que las y los profesionales que facturen en dólares puedan cobrar en esa moneda y aumentar la recaudación de divisas por servicios de exportación no registrados», explicó una fuente oficial. La medida, aseguran, no tendrá costo fiscal para el beneficiario y no incluirá obligación para liquidar los dólares en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC).
En el Gobierno aseveran que un esquema de monotributo tecnológico como el que apuntan a poner en marcha «evita la informalidad y fomenta la registración en el sistema tributario de forma ágil y sencilla, con acceso a obra social y favorece a las y los pequeños exportadores de servicios basados en el conocimiento/e-gamers (sean autónomos o pequeños grupos)», afirman.
Una cuestión que todavía no terminó de especificarse en la letra chica que aún está en diseño tiene que ver con el límite de facturación que estará incluido en el nuevo monotributo tech. Según pudo saber Infobae, el monto máximo de facturación hacia el exterior que había sido establecido en 12 mil dólares anuales, en una medida dictada en junio por el BCRA con escaso efecto, podría ser ampliado hasta los 30 mil dólares por año.
Minería: el Gobierno sigue negociando con empresas
La Secretaría de Minería aún negocia con las compañías del sector cómo será el esquema propio que tendrá la actividad para relajar los controles cambiarios y garantizarles a las firmas el acceso a una porción de las divisas que exportan, según comentaron fuentes de la cartera a este medio.
El Poder Ejecutivo trabajaba con una serie de principios que están en la mesa de conversación con las empresas. En ese sentido, la idea inicial incluía un control cambiario flexibilizado por el cual se les otorgaría un porcentaje (10%, 20% o 25% según corresponda) de acceso a divisas sobre el monto de exportaciones que registren.
El Gobierno, en ese sentido, les reclamaría a las compañías que cumplan determinados criterios para que puedan acceder a ese beneficio. No se trataría en este caso del incremental de producción, sino que tendría en consideración otros dos elementos.
Por un lado, el programa que creará el Gobierno les pedirá a las mineras un plan de desarrollo de proveedores nacionales, provinciales y locales, y además un compromiso para el agregado de valor local, lo que se traduce como la cooperación para generar «condiciones para la industrialización de los recursos», mencionaron fuentes oficiales.
Según explicaron desde un despacho oficial, el «cepo light» para la minería tendrá tres objetivos: asegurar la producción futura de los proyectos actuales, potenciar las exportaciones y extender la vida útil de algunos de los proyectos activos.
«A nivel exportaciones, la proyección oficial es llegar en 2022 a USD 3.900 millones, un aumento interanual de más del 20%», explicaron desde el equipo económico. De esta manera, la cuenta que hacen en el Gobierno es que hasta que termine el año a la minería todavía le restan aportar alrededor de 1.700 millones de dólares.
Los proyectos mineros son netamente exportadores y además aparece en el tope de los sectores con anuncios de inversiones en los últimos años. Actualmente hay en el país 119 proyectos mineros, de los cuales 18 están en etapa de producción, mientras la mayor parte está en exploración avanzada o en evaluación económica preliminar para estudiar su viabilidad. De esos 119 proyectos en total, en el primer puesto del ránking aparece el oro (41), seguido del litio (38), cobre (20), plata (10) y otros minerales, con 10 casos más.
(InfobaE)