Los 27 fían el acuerdo sobre el gas y la electricidad a la cumbre en Bruselas en dos semanas

La Comisin presentar una propuesta legislativa «menos vaga, ms concreta» para intervenir el mercado y poner coto al precio del gas antes del prximo Consejo Europeo

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Despus de un ao de fricciones, desprecios, burlas y choques abiertos, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se han sentado este viernes en el Castillo de Praga para discutir abiertamente por primera sobre un tope, o varios topes, al precio del gas. Lo que antao era imposible, impensable, inaceptable para la mayora y un peligro inasumible para algunos socios y la propia Comisin Europea, ya es una realidad. No se discute si se debe hacer, sino cmo, cunto y hasta cundo. «Antes era la posicin marginal, ahora claramente es la principal», reconocen fuentes comunitarias.

Los lderes han dado un mandato a la Comisin para que prepare una propuesta mucho ms clara, agresiva. «Menos vaga, ms concreta», en palabras de Mario Draghi en una de sus ltimas apariciones. El italiano ha estado muy «contundente», segn altas fuentes europeas, apelando a los socios y a las instituciones a dar el paso lo antes posible y con firmeza. Ha criticado con extrema dureza las dudas de Bruselas, los obstculos, acusndoles de retrasar siete meses algo que era ya entonces urgente y que slo se abordar a las puertas de una recesin. «Somos cada vez ms los que defendemos estas intervenciones como medida central para controlar la inflacin y mantener reglas del juego comunes y preservar el mercado nico entre todos. La excepcin ibrica que a finales de octubre esperemos que deje de ser tal y sea la normal ha permitido ahorrar 2.600 millones de euros, cantidades muy importantes en poco tiempo», ha sealado el presidente espaol, Pedro Snchez, al concluir. Las mismas fuentes sealan que el espaol ha compartido el mensaje, pero en trminos mucho ms suaves dentro de la sala, consciente de que sus propuestas y recomendaciones ahora s son escuchadas y se van a generalizar.

Pases como Espaa o Portugal empezaron a presionar a finales del verano de 2021 porque denunciaban que los precios estaban escalando hasta niveles insostenibles. El diagnstico de las instituciones, de Alemania y Pases Bajos, es que se trataba de algo temporal, producto de la presione por el retorno de la demanda en China tras la pandemia, pero que todo volvera a la normalidad a principios de 2022. Eso, con la guerra de Ucrania mediante, nunca se produjo, sino todo lo contrario. Los precios energticos hoy estn a niveles cinco o 10 veces superiores a la media del ltimo lustro y los 27, tras infinitos tiras y aflojas, han asumido que una intervencin en profundidad del sistema es urgente.

Se intentaron antes todas las vas, desde suavizar los marcos de ayuda de Estado para que los Gobiernos cubran a empresas y hogares vulnerables a relajar todos los resortes, pero sin tocar el sistema marginalista. Se han aprobado reducciones den consumo de gas, del consumo elctrico, tope a los beneficios de las empresas que no usan tecnologas inframarginales (como renovables y nuclear) y una «contribucin solidaria» de hasta el 33% a los beneficios extraordinarios de las empresas de combustibles fsiles. Y ahora, «tras un ao de retraso», en palabras del Gobierno espaol, se va a la raz, al gas y a la fijacin de precios.

El gran problema es que aunque el objetivo sigue siendo reducir los precios, cada actor tiene sus preferencias, sus sugerencias y sus lneas rojas. La controversia rodea a la expresin «tope», porque es sorprendentemente polismica en el debate comunitario y porque cada uno querra lograrlo a su manera. Cuando en Bruselas hablan de tope a los precios (Price cap) se pueden referir a poner un mximo al gas importado (bien sea de Rusia, bien de aliados o vecinos como Argelia, Noruega o Azerbayn). Pero tambin a fijar un tope al precio que se pagar por el precio que se usa para la generacin de electricidad, como han hecho Espaa y Portugal con la llamada «excepcin Ibrica».

Madrid y Lisboa invitan a que se replique, en la medida de lo posible, su modelo para todo el continente. «La Comisin ya recoge muchas de las propuestas y planteamientos de los ltimos meses, como un tope al precio del gas, compras conjuntas de gas, reforma del mercado elctrico y el mecanismo ibrico que, por lo que hay que sentir orgullo. Cada vez son ms los pases que quieren importar esta excepcin para que sea norma comn. Nuestra intervencin es reconocida y puede ser exportable», se congratul Snchez.

El trabajo tcnico ahora es muy complicado y delicado. Italia, Blgica, Polonia y Grecia distribuyeron un documento de trabajo estos das en Praga abogando por un control ms amplio mediante un «pasillo de precios dinmicos». Dicen que ir a por el gas ruso nada ms puede provocar problemas de suministro y genera discriminacin. Y que ir a por el que se usa para generar electricidad no basta, porque deja fuera dos terceras partes de todo el gas. De ah un techo dinmico, lo suficientemente alto para no destrozar el mercado, pero suficiente para limitar la especulacin. Las fuentes consultadas creen que la respuesta de Bruselas ir en parte por esa lnea, con topes dinmicos, fluctuables o con ciertas horquillas y umbrales segn las circunstancias. Pero sin mencin alguna a un posible mecanismo comn para financiar los costes energticos, como quiere Roma y han sugerido algunos comisarios. Espaa, partidaria siempre de este tipo de soluciones, cree sin embargo que la idea no «est madura» y que hay que centrarse ahora en lo urgente y abordar eso ms adelante.

Holandeses y alemanes quieren preservar a toda costa el mercado, que dicen que funciona bien en condiciones normales. Pero incluso ellos han aceptado la necesidad de mover ficha. Fuentes diplomticas apuntan a que en Praga han estado callados, constructivos. Sin oponerse a la idea, sin decir que no a un tope, pero pidiendo «extrema cautela» y mucho cuidado en diseo para no hacer nada irreparable. Los lderes se renen el 20 y la Comisin debera hacer circular con tiempo suficiente las ideas para que puedas ser trabajadas y debatidas en profundidad por los embajadores. Si llega demasiado pegada a la fecha, como suele ser habitual, el acuerdo ser ms complicado.