Pescadores en riesgo – Animal Político

Condiciones poco propicias en México ponen en grave riesgo los recursos marinos y a quienes dependen de la pesca para subsistir. No, no me refiero a la pesca que se realiza en los grandes barcos, sino a las miles de pequeñas embarcaciones de la pesca artesanal en nuestro país que dan empleo a 300 mil pescadoras y pescadores.

Las comunidades de pescadores artesanales sufren el incremento en el secuestro, cobro de piso, robo de productos y equipamiento y sobreexplotación pesquera del crimen organizado, lo que merma sus ingresos y el sustento de sus familias, sin intervención efectiva de las autoridades.

Por otra parte una gran proporción (43 %) de las especies pesqueras, de las que depende la pesca artesanal, se encuentra en riesgo o en condiciones de deterioro por sobreexplotación pesquera, destrucción de hábitats marinos (como arrecifes y manglares) o contaminación marina.

Además la pesca artesanal sufre el abandono de las autoridades pesqueras, particularmente de la CONAPESCA. Enfocando su atención en el volumen de la pesca en el país la cantidad de producto capturado, el gobierno ha brindado mayor atención, recursos y esfuerzos principalmente a tres pesquerías industriales (sardina, atún y camarón), relegando a las pesquerías ribereñas.

Oceana, a través de su Auditoría Pesquera 2.0, revela que las autoridades pesqueras del gobierno federal dedican sistemáticamente más recursos financieros, humanos y atención a las pesquerías que reportan mayores volúmenes de captura, dejando de lado a las pesquerías con menores volúmenes, pero que significan mayores beneficios e impactos socioeconómicos para los pescadores menos favorecidos, en su mayoría artesanales.

El abandono que sufre el sector pesquero pone entredicho la sobrevivencia de las especies, el desarrollo económico y la competitividad de los productos mexicanos en un entorno creciente de libre comercio, lo que debilita a los pescadores mexicanos frente a otras potencias pesqueras y merma sus ingresos.

El valor de la pesca en México va más allá del poco o mucho volumen que se obtiene. Su verdadera importancia radica en la gran diversidad de climas, especies, culturas y comunidades que hay en México y que brindan alternativas para la innovación, dan un valor agregado a los productos del mar y sus derivados y, soluciones para aliviar la pobreza y el hambre.

Adoptar una visión social y ambiental de la pesca es crucial para encontrar soluciones efectivas en el sector pesquero, lo que permitirá focalizar recursos públicos a donde más se necesita y así reducir los riesgos que viven las y los pescadores artesanales.

Por ello, mediante el Mapa Social de la Pesca, Oceana propone que se adopte una nueva forma para medir y promover el desarrollo de la pesca en México, que permita evaluar la pesca desde la relevancia de las especies marinas, los riesgos ante su pérdida, las alternativas de mejoramiento, y el direccionamiento inteligente de recursos públicos, para asegurar los beneficios socioambientales de la pesca y con ello romper el “paradigma del volumen” que poco aporta y tanto daño ha hecho.

Queremos proponer un cambio substancial en la gestión de la pesca desde el gobierno, que centre sus esfuerzos en la planeación del manejo para todas las pesquerías nacionales y recupere la abundancia pesquera mediante una política de restauración, pues sin peces, no hay pesca.

Finalmente, al Congreso de la Unión corresponde la tercera fase de la ecuación para una gestión pesquera sostenible, por medio de una reforma a la Ley General de Pesca y Acuicultura Sustentable que obligue al Gobierno Federal a restaurar las especies pesqueras deterioradas y restablecer la abundancia del océano. Una buena misión para el Congreso, a un mes del inicio del próximo período ordinario de sesiones.

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