Licencia para laboratorio de Semar debilita a civiles: expertos – Animal Político
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) entregó licencia sanitaria al Laboratorio de Farmacología y Toxicología de la Secretaría de Marina (Semar). Con ello, esta institución militar podrá hacer análisis de productos y sustancias en los puertos y las aduanas del país, lo que debilita a la propia Cofepris y a otras instituciones civiles, advierten especialistas.
En un laboratorio como el de la Semar es donde se mide la calidad del agua; también se puede evaluar la calidad de los alimentos, por ejemplo, cuando hay una queja en un restaurante u hotel donde comió gente y después se enfermó, explica Miguel Ángel Toscano, extitular de la Cofepris.
“Se toman las muestras de agua, de alimentos, de bebidas, y ahí se llevan para hacer los estudios y tener los resultados que se llaman de control analítico”, expone.
Además, en una instancia así se pueden hacer análisis de medicamentos e identificación de productos raros o sospechosos.
“En las aduanas más importantes del país, por ejemplo, Cofepris tiene oficinas porque se reciben toneladas de productos no terminados, de materias primas, que llegan en forma de polvos blancos, desde harina, azúcar, ingredientes para medicamentos, para alimentos, y normalmente Cofepris coadyuva junto con Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) y Aduanas para hacer la identificación”, describe Toscano.
Lo que levanta focos rojos de esta licencia, dice el excomisionado, es para qué se va a ocupar. “¿(Se usará) para que Marina tenga el control de todo lo que entra y sale del país, y entonces ya no se necesita de Aduanas, de Cofepris ni de Senasica?”, cuestiona.
El comunicado conjunto de la Cofepris y la Semar en el que se anunció la licencia al laboratorio de la Marina señala que es un proyecto único e innovador por la diversidad de áreas en las que colaborará, como el cumplimiento de las atribuciones asignadas a la institución en materia de seguridad.
Respecto del trabajo que se lleva actualmente en Aduanas y las Administraciones del Sistema Portuario Nacional (Asiponas), el comunicado señala que la Semar estará en posibilidad de realizar los análisis correspondientes de las sustancias de origen ilícito, “dando con esto mayor peso en materia legal sobre productos incautados”.
Instituciones desplazadas
Raúl Benitez Manaut, profesor investigador de la UNAM y especialista en seguridad nacional, defensa y relaciones cívico-militares, señala que esta licencia otorgada al laboratorio de la Semar es otro ejemplo de cómo las instituciones militares van desplazando a las civiles.
“Este gobierno ha utilizado el argumento de la corrupción, de la ineficacia o de la burocracia para desplazar a las instituciones civiles; lo mismo pasó en el caso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las Aduanas del país (de las que ahora tienen el control la Sedena y la Semar)”, dice Benitez Manaut.
En efecto, las autoridades han acusado que en la Cofepris, en Aduanas y en otras instituciones como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) había corrupción y han justificado con esto la injerencia de la Marina.
Durante la conferencia de prensa matutina del 7 de junio pasado, frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de Cofepris, Alejandro Svarch, expuso los mecanismos de corrupción que —aseguró— permearon por más de 20 años dentro de la institución, así como las acciones implementadas para combatirlos.
El funcionario destacó el apoyo del secretario de Salud, Jorge Alcocer, y de la Semar, quienes dijo que colaboraron para desmantelar estos mecanismos.
El titular de la Cofepris dio a conocer antiguas prácticas en las que, según su recuento, predominaban intereses particulares, mal manejo administrativo, discrecionalidad en procesos y gestores o coyotes, quienes impactaban en el ingreso, la asignación y la evaluación de trámites, a la vez que extorsionaban a las empresas.
Ante este argumento de la corrupción, dice Benitez Manaut, lo que están haciendo las autoridades, en vez de fortalecer a las instancias civiles, es delegar misiones no militares de gestión pública en la Sedena y la Semar, “y eso es lo que se llama un proceso de ampliación de la militarización a temas civiles y de debilitamiento de otras instituciones”.
Esto es como lo que se hizo al dar control a la Semar en el AICM, agrega el académico
En esto coincide Cristina Rosas, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y especialista en seguridad nacional, seguridad y salud. “Con esto, de lo que estamos hablando es de debilitar más a la Cofepris, porque era un órgano autónomo regulador, que ahora depende de la Subsecretaría de Salud y ahora además Marina tiene influencia en sus atribuciones”, dice.
La especialista señala que la Marina no tendría por qué estar administrando Aduanas. “El argumento que dio el presidente para entregar las aduanas a la Secretaría de Marina es que había corrupción, y sí, la había, pero entonces lo que se debió hacer es investigar, castigar a los corruptos, hacer una purga y listo, pero lo que vemos es una creciente militarización de la vida nacional”, alerta.
Lo mismo opina Benitez Manaut: “Si hay corrupción en Cofepris o en aduanas, que se haga pública la investigación, que los culpables se vayan a la cárcel y entonces justificadamente que entre Semar, pero solo de forma temporal, mientras se hace la limpia, no tiene por qué asumir funciones que no le corresponden de forma permanente”.
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
#YoSoyAnimal