El equipo de moderación de contenidos, uno de los afectados por los despidos de Musk en Twitter
Los despidos masivos en Twitter de Elon Musk -que los medios estadounidenses cifran en más de 3.700- han afectado a muchas de las grandes divisiones de la compañía. Entre ellas, según informa el New York Times, se encuentra el de moderación del contenido publicado. Pero también, según el medio, los equipos de ingeniería y aprendizaje automático, el departamento de ventas y el de publicidad.
En concreto, el responsable de Confianza y Seguridad Yoel Roth informó de que dichos despidos «afectaron aproximadamente al 15% de nuestro departamento», para a continuación añadir que el personal de «moderación de primera línea experimentó el menor impacto».
Yesterday’s reduction in force affected approximately 15% of our Trust & Safety organization (as opposed to approximately 50% cuts company-wide), with our front-line moderation staff experiencing the least impact.
— Yoel Roth (@yoyoel) November 4, 2022
Asimismo, casi todos los miembros del equipo de Comunicaciones de Twitter fueron despedidos, así como aquellos especializados en derechos humanos y discapacidad, tecnología de Internet, marketing, redes sociales, relaciones públicas, aprendizaje automático y ética algorítmica, según asegura The Guardian haciéndose eco de mensajes en Twitter de trabajadores de la red social.
En este sentido, la agencia Reuters también señala que ha dio eliminado el equipo de curaduría de la empresa, el responsable de «destacar y contextualizar los mejores eventos e historias que se desarrollan en Twitter».
Los departamentos de aplicaciones y la división de soporte de la plataforma también han resultado afectados, así como los dedicados a las infraestructuras Redbird y Twitter Blue, el servicio de suscripción premium de la plataforma.
Tampoco han estado exentos de los despidos los altos ejecutivos, como Arnaud Weber, que tuvo que abandonar Twitter el viernes, o Simon Balmain, un exgerente senior de Twitter.
Este último afirmó a la CNN que perdió el acceso a Slack, al correo electrónico y a programas internos de la empresa unas ocho horas antes de recibir un correo electrónico notificándole su cese. «No me dieron ningún porqué», aseguró.
Estos ceses afectan a la mitad de la plantilla de la empresa. Su nuevo propietario los ha intentado justificar al asegurar que la red social tiene pérdidas diarias de cuatro millones de dólares.
Cierre de oficinas y notificaciones de madrugada
Las sedes de Twitter se cerraron y sus empleados fueron obligados a marcharse a sus hogares. Desde allí, se fueron enterando de que habían sido despedidos cuando intentaron entrar a sus ordenadores corporativos -así como a su correo electrónico y otras plataformas de trabajo- y descubrieron que el acceso les había sido denegado, según el New York Times.
Dicho rotativo relata también que algunos incluso se dieron cuenta en mitad de la madrugada. Este fue el caso de Chris Younie, miembro del equipo de Entretenimiento, con sede en Londres, que se encontró con que no podía acceder a su mail ni tampoco al Mac con el que trabajaba. «Muy agradecido de que esto suceda a las 3 de la madrugada», tuiteó sarcásticamente, para añadir: «Aprecio su consideración».
El sábado, Jack Dorsey, cofundador de Twitter, se disculpó con los empleados. «Me doy cuenta de que muchos están enfadados conmigo», escribió. «Tengo la responsabilidad de por qué están en esta situación: hice crecer el tamaño de la empresa demasiado rápido», agregó.
Con respecto a la situación de los extrabajadores, Elon Musk aseguró esta semana que todos los despedidos han tenido una oferta de tres meses de indemnización, «lo que es un 50% más de lo obligado legalmente».
Pese a ello, algunos ya han denunciado a la compañía por despido improcedente, pues según las leyes laborales vigentes en San Francisco (donde está la sede principal de Twitter), un empleado debe recibir un preaviso con una antelación mínima de 60 días, lo que no se ha cumplido en este caso.
A estos despidos masivos se suma la desbandada de anunciantes de la red social del pajarito azul, como General Motors o Volkswagen, que han suspendido su publicidad ante la posibilidad de cambios en los contenidos de Twitter.