El Mercedes-AMG One, casi un Fórmula 1 de calle, destroza el récord de Nürburgring
Para ponernos en situación, puede que lo mejor sea recordar cómo es el Mercedes-AMG One, uno de los coches más poderosos y tecnológicamente más fascinantes del momento, y que milita en esa nueva categoría de los supercoches bautizada con el nombre de ‘hypercar’. Porque el One, por ejemplo, lleva del circuito a la carretera las mismas soluciones de propulsión híbrida que el equipo de Lewis Hamilton usa en los monoplazas de Fórmula 1; e incluso yendo mucho más allá, pues aquí se combina un motor de gasolina con cuatro motores eléctricos hasta conformar una mecánica E Performance híbrida que rinde en total 782 kW (1.063 CV de potencia) y le permite alcanzar una velocidad máxima de 352 km/h.
Y los avances tecnológicos se extienden al resto de un modelo que tiene monocasco y carrocería de carbono, aerodinámica activa y chasis de competición ‘push-rod’. Porque, de hecho, el Mercedes-AMG One presume de una tecnología aún más compleja que la que podemos encontrar en el Mercedes-Benz de Fórmula 1. Como ejemplo, cuenta con la tracción integral AMG Performance 4Matic+ totalmente variable, con un eje trasero de accionamiento híbrido y un eje delantero de accionamiento eléctrico con vectorización del par.
Piloto y equipo explican el reto al que se enfrentan en Nürburgring.
Explicado todo eso, o que es capaz de recorrer 18 kilómetros en modo completamente eléctrico y homologa un consumo medio WLTP de solo 8,7 l/100 km, solo faltaría por contar como detalles importantes que, al parecer, el precio ronda los 2.270.000 euros o que las 275 unidades que se fabricarán ya están adjudicadas. Y nos cuentan sin entrar en más detalles que una tenía como destino Madrid y otra, Barcelona.
Y esa es la bestia que en manos del piloto alemán Maro Engel acaba de pulverizar en el circuito de Nürburgring-Nordschleife el récord para coches de producción homologados para carretera. En nada menos que ocho segundos y a pesar de que las condiciones de la pista no eran las ideales. En concreto, 6 minutos, 35 segundos y 183 milésimas para completar los 20.832 metros de un trazado complejísimo y vertiginoso, como puede apreciarse en el video grabado desde el interior del coche.
Esperando que la pista se secara
El récord, conseguido el pasado 28 de octubre, fue emocionante incluso en los prolegómenos, porque fue exactamente a las 17:14:31 cuando el piloto de carreras y embajador de la marca AMG Maro Engel salió a pista para realizar el último intento del día, en el que finalmente marcaría el nuevo récord. Quedaban solo 29 segundos para que fuera demasiado tarde, puesto que el circuito alemán cierra oficialmente el acceso de coches al trazado a las 17:15. Aunque minutos antes Engel ya había marcado un nuevo récord en uno de los tres intentos previos, el piloto del DTM aún no estaba satisfecho; y a medida que se iba acercando el final de la sesión, las condiciones de la pista mejoraban por momentos, y cada vez había menos zonas con asfalto húmedo en el trazado. Por eso decidió aprovechar la última oportunidad, mejorando el tiempo de vuelta hasta parar el cronómetro con un registro estratosférico, muy poco por encima de los 6 minutos y 35 segundos.
«Ha sido una experiencia realmente inolvidable», explicaba Engel tras completar la vuelta del récord. «No esperaba que pudiéramos marcar un tiempo así con esas condiciones en la pista. Algunas zonas cruciales del circuito no se habían secado del todo y, por tanto, la superficie era delicada. Era un reto especial. Intentamos encontrar la estrategia perfecta durante los ensayos previos. Al igual que Hamilton y Russell en sus fines de semana de carrera, también tuve que utilizar la energía eléctrica de la tracción híbrida de la mejor forma posible. Eso no es fácil, especialmente con esta longitud de pista. Además, había que utilizar el DRS de forma eficiente. Todo esto transmite la sensación de estar en un Fórmula 1. Me gustaría agradecerles esta oportunidad y la confianza que han depositado en mí porque, definitivamente, fue algo muy especial conducir este increíble coche en el Ring».
Al principio, el escenario no era el más indicado para conseguir un nuevo récord. El tiempo era soleado con una ligera brisa, pero como es habitual durante el otoño en Nürburgring, la pista estaba todavía húmeda y parcialmente sucia en algunas zonas. En ciertos tramos, como la rápida sección Kesselchen, la trazada ideal aún no se había secado completamente. En definitiva, no eran las condiciones perfectas, sobre todo para un vehículo con un rendimiento tan extremo. De hecho, cuando el circuito estuvo por fin listo para completar una primera vuelta rápida, el tiempo disponible se había reducido a menos de una hora. Y con una temperatura ambiental y del asfalto por debajo de los 20 grados centígrados, ese corto periodo de tiempo permitía hacer, como máximo, cuatro intentos de vuelta rápida.
La vuelta rápida, desde el puesto de conducción de Maro Engel.
Las dos unidades del Mercedes-AMG One que la marca llevó al circuito habían sido previamente inspeccionadas y certificadas por el organismo independiente TÜV Rheinland para garantizar que se trataba de vehículos de producción en serie; y un notario supervisó en todo momento tanto el estado de los vehículos como la correcta medición de las vueltas que sirvieron para marcar el récord.
Así se logró el récord
Para conseguir la nueva mejor marca con el superdeportivo One, se seleccionaron los valores máximos de caída, y Maro Engel eligió el programa de conducción Race Plus, que es el más extremo de los disponibles. Eso se traduce en la máxima actuación de la aerodinámica activa, en una puesta a punto del chasis específica, una rebaja en la altura del vehículo de 37 milímetros en el eje delantero y 30 en el trasero y, por supuesto, la máxima potencia de todos los motores. El conductor, además, puede activar el sistema de reducción de la resistencia aerodinámica (DRS), similar al de un Fórmula 1, mediante un botón del volante. Este sistema abre las rejillas delanteras de los alerones, así como el elemento aerodinámico de la parte superior del alerón trasero de dos secciones; pero si el sistema detecta una desaceleración o un cierto grado de aceleración lateral, los elementos aerodinámicos vuelven a ponerse en su posición original de forma casi instantánea.
Y no era una mera cuestión de habilidad al volante, porque con una tecnología tan sofisticada y que permite tantas configuraciones había que realizar una conducción inteligente. Por eso Engel llevó a a cabo una gestión especial de la energía para recorrer los 20,8 kilómetros del Nordschleife, ya que no pudo acelerar al máximo en todos los tramos de la pista, sino que también tuvo que dosificar la energía ayudándose del Energy Flow Control (EFC) del Mercedes-AMG One, regulable en cuatro niveles. O, dicho de otro modo, el piloto dejaba de acelerar un poco antes de lo que parecía lógico en algunos sectores, en una maniobra denominada técnicamente ‘lift and coast’ que podríamos traducir como ‘levantar y dejarse llevar’. Además, el piloto alemán también optimizó la recuperación de energía en las frenadas, de manera que en la larga recta de Döttinger Höhe, por ejemplo, la batería de alto rendimiento tenía tanta carga que permitía disponer de toda la potencia del coche para alcanzar en un punto los 338 km/h, como se aprecia en uno de los videos.
Los clientes del One también pueden aprovechar todas estas opciones de configuración en su día a día, y también disfrutan de serie de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 R MO utilizados durante el asalto al récord en Nürburgring, desarrollados específicamente para el ‘hypercar’ de la firma germana. Asimismo, el sistema de frenos monta de serie discos cerámicos de alto rendimiento concebidos especialmente por los técnicos de AMG.
Para ponernos en situación, puede que lo mejor sea recordar cómo es el Mercedes-AMG One, uno de los coches más poderosos y tecnológicamente más fascinantes del momento, y que milita en esa nueva categoría de los supercoches bautizada con el nombre de ‘hypercar’. Porque el One, por ejemplo, lleva del circuito a la carretera las mismas soluciones de propulsión híbrida que el equipo de Lewis Hamilton usa en los monoplazas de Fórmula 1; e incluso yendo mucho más allá, pues aquí se combina un motor de gasolina con cuatro motores eléctricos hasta conformar una mecánica E Performance híbrida que rinde en total 782 kW (1.063 CV de potencia) y le permite alcanzar una velocidad máxima de 352 km/h.