Expone el Museo del Templo Mayor figura de deidad relacionada con Xipe Tótec
▲ Uno de los elementos para asociarla con Xipe es que el rostro de la pieza parece estar cubierto por una máscara de piel humana, usada por los sacerdotes relacionados con ese dios, apuntó la arqueóloga Alicia Bracamontes.Foto cortesía del INAH
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Sábado 7 de enero de 2023, p. 2
El Museo del Templo Mayor exhibe desde este viernes por vez primera una excepcional escultura antropomorfa en piedra que, según estudios arqueológicos preliminares, podría tratarse de Xipe Tótec, una de las deidades mesoamericanas más enigmáticas y complejas, particularmente importante para los toltecas y mexicas, relacionada con los ciclos agrícolas y de la guerra, así como con los polémicos sacrificios humanos.
La pieza fue hallada el 3 de marzo del año pasado –curiosamente, en las fechas en las que durante la época prehispánica se le dedicaban las fiestas principales de inicios de la siembra– por personal de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un predio del Centro Histórico donde se encuentran las oficinas centrales del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, entre las calles de Delicias y Buen Tono.
Las obras de modernización de la subestación de energía eléctrica de alta tensión que allí realizan personal del Metro y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han permitido al equipo de arqueólogos encabezado por Alicia Bracamontes encontrar, asimismo, una cuantiosa e importante serie de materiales arqueológicos que posibilitan reconstruir más de 500 años de ocupación continua, desde antes de la Conquista hasta principios del siglo XX.
De la época prehispánica, cuando en el área se ubicaban los barrios o calpullis de Yopico y Teocaltitlan, en la parcialidad de Moyotlan, se hallaron muros y pisos habitacionales, entierros humanos y dos urnas funerarias, así como canales, chinampas y restos de un embarcadero que dan cuenta de la vocación agrícola de esa demarcación tenochca, informó el INAH.
De la etapa virreinal, en tanto, se rescataron fragmentos de vasijas, cerámica y lebrillos (recipientes de barro o metal en los que se aseaba la ropa) con representaciones zoomorfas, fitomorfas o con monogramas. Además, se identificaron tiestos cerámicos con manchas, las cuales sugieren la existencia de un taller o de un gremio dedicado a la peletería.
Otros hallazgos históricos relevantes tienen que ver con la red hidráulica creada para proveer de agua a los Baños de las Delicias, los cuales funcionaron de 1820 a finales del siglo XIX; la cimentación de muros y pisos de la cigarrera El Buen Tono, además de remanentes de hornos de la fundidora de metales Las Delicias, que también operó a finales de la antepasada centuria.
Las alrededor de 900 piezas localizadas en los trabajos de salvamento arqueológico fueron ya catalogadas y se encuentran actualmente en fase de estudio, informó Alicia Bracamontes, quien aclaró que de esos vestigios el único de tipo escultórico es el que se asocia con Xipe Tótec, si bien se encontró también una pequeña cabeza de un personaje masculino que podría ser un receptáculo, debido a que tiene una oquedad.
El hallazgo de aquella escultura –de 69 centímetros de alto, 22.5 de ancho y 15.3 de espesor, y hecha posiblemente en andesita, dada la abundancia de cuarzo en ella, entre los años 1200 y 1521– tuvo lugar en un contexto habitacional del antiguo barrio mexica de Yopico, ubicado en Moyotlan, uno de los cuatro sectores o parcialidades en los que estaba dividida la gran Tenochtitlan, al lado de Teopan, Atzacoalco y Cuepopan.
La pieza fue encontrada de manera cercana a un contexto funerario, aproximadamente a tres metros de distancia de ofrendas y dos entierros. Hay también dos urnas funerarias, una que contiene un niño como de dos años y, la otra, es una vasija muy decorada en cuyo interior hay los restos de dos músicos, ambos masculinos, con sus instrumentos musicales; son una especie de güiros hechos con hueso y están cremados, al igual que los cuerpos de esos dos personajes.
La arqueóloga destacó el buen estado de conservación de la escultura, lo cual atribuye a que fue colocada de forma deliberada entre tres pisos de adobe, acaso de forma ritual y, considerando que se estaba dando el contacto con los conquistadores españoles, se le ocultó a fin de salvarla de las cruentas manos del fanatismo religioso de ese momento
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Alicia Bracamontes precisó que aún debe confirmarse si en realidad se trata de Xipe Tótec, aunque señaló que uno de los elementos para asociarlo con esa deidad es que el rostro de la pieza parece estar cubierto por una máscara, al carecer de orejas y presentar una serie de líneas en el contorno de los ojos y las mejillas. La máscara podría ser de piel humana, utilizada por los sacerdotes asociados con Xipe
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Además, agregó, en una de sus manos cuenta con un bastón, el cual en ocasiones se transforma en una lanza. Por eso la posición de los dedos y de la mano empuñada. Debajo del cuello, ya en el pecho, se aprecian dobleces o comisuras que se piensa es la piel que se coloca y que tiene esas terminaciones del corte que se hizo de la misma
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Con el título La escultura de la parcialidad de Moyotlan: La imagen en el arte mexica, esta pieza permanecerá en exhibición hasta el 2 de abril en el Museo del Templo Mayor (Seminario 8, Centro Histórico), de martes a domingo de 9 a 17 horas.