¿El 'baño María' es mexicano? Este es el origen de la tradicional técnica de cocina
¿El ‘baño María’ es mexicano? Te contamos el origen de la tradicional técnica de cocina que es ampliamente recurida en la repostería y cuáles son sus usos más comunes.
El ‘baño María’ es una técnica culinaria que consiste en calentar una sustancia líquida o sólida, sumergiendo el recipiente que la contiene en otro de mayor tamaño con agua u otro líquido que debe alcanzar el punto de ebullición.
El ‘baño María’ sirve para calentar de forma uniforme y lenta líqudos o alimentos delicados, que con otro método de cocción podrían quemarse o secarse. Esta técnica puede realizarse tanto en estufa, como dentro del horno.
¿El ‘baño María’ fue creado en México?
Quizá, debido a su nombre, en México se suele pensar que el ‘baño María’ tiene su origen en este país, sin embargo, esta idea es un error.
El ‘baño María’ se le atribuye a la primer alquimista conocida de la historia, cuyo nombre era María de Alejandría o María la Judía, originaria de Egipto.
La técnica del ‘baño María’ suele usarse con frecuencia en la repostería, por ejemplo, para preparar flanes o derretir chocolate.
‘Baño María’: ¿Cuántos tipos existen?
Fuera del mundo de los postres, el ‘baño María’ es utilizado al preparar algunas salsas o para mantener calientes alimentos o platos frágiles y/o delicados.
En la cocina, el ‘baño María’ no sólo se emplea para preparar recetas, también para liberar de impurezas de alimentos e incluso como apoyo para su mejor conservación. ¿Cómo?
Al hacer conservas o mermeladas, se puede usar el ‘baño María’ para eliminar las bacterias de sus ingredientes. También, el método se puede usar para hacer un cierre al vacío con algunos recipientes.
Existen dos tipos de ‘baño Máría’
- Baño María en seco: El recipiente pequeño que contiene la sustancia a cocinar no toca el agua, para que el nivel de calor sea menor. Esta técnica suele usarse para derretir chocolate.
- Baño María a contacto: El recipiente de menor tamaño sí entra en contacto con el agua, para que la transferencia sea mayor, aunque no tan brusca como cuando se aplica fuego directo. Esta técnica suele aplicarse para calentar ciertos platos.