El bombardeo de un edificio de viviendas en Dnipró causa al menos 29 muertos
La oleada de bombardeos rusos sobre Ucrania del sábado alcanzó un edificio de viviendas en la ciudad de Dnipró —en la provincia de Dnipropetrovsk, en el centro-este del país—, donde el número de víctimas mortales recuperadas de entre los escombros no ha parado de subir a lo largo del fin de semana. Al menos 30 personas han muerto y decenas han resultado heridas por el impacto de un misil Kh-22 ruso, pero la cifra puede aumentar porque los servicios de emergencias seguían el domingo trabajando en el edificio de nueve plantas, en el que aún hay personas atrapadas. La oficina del gobernador de la región, Valentin Reznichenko, ha confirmado que el número de muertos asciende a 30 personas, mientras que otras 75 han resultado heridas, de las que 30 están hospitalizadas y 12 en estado grave.
El impacto destruyó 72 apartamentos y causó daños a más de 200. Sin mencionar Dnipró, Moscú ha admitido la ofensiva del sábado, señalando que “todos los objetivos designados fueron alcanzados”. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha celebrado este domingo la “dinámica positiva” que están desarrollando sus tropas en Ucrania.
En su mensaje diario en vídeo, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, pidió más armas a Occidente para poner fin a ataques como el de Dnipró. “El mundo debe parar esta maldad”, dijo en su alocución nocturna del sábado. Zelenski ha compartido imágenes este domingo en su canal de Telegram de los trabajos de rescate, y ha expresado sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas. “Las operaciones de búsqueda y rescate continúan, y el desmantelamiento de elementos estructurales peligrosos. A todas horas. Seguimos luchando por cada vida”, ha asegurado el dirigente, que ha informado de más de 40 desaparecidos.
El alcalde de Dnipró, Boris Filatov, ha considerado, sin embargo, que ya es “mínima” la posibilidad de hallar más supervivientes entre los restos del edificio derrumbado, según declaraciones recogidas por Reuters. El gobernador de la región, Valentin Reznichenko, ha informado de que “continúa el desmantelamiento de las estructuras destruidas del edificio” y “ya se han retirado casi 3.500 toneladas de escombros”.
Filatov ha manifestado que cree que el objetivo del proyectil que impactó en el edificio era una central eléctrica cercana, pero el misil Kh-22 empleado por los rusos es “absolutamente impreciso”. El portavoz del Mando de las Fuerzas Aéreas ucranias, Yuri Ignat, ha instado a la comunidad internacional a condenar enérgicamente el uso de este tipo de misiles contra la población civil.
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“El uso de un misil de este tipo en una ciudad densamente poblada es, de hecho, terrorismo contra la población civil. Se trata de un misil Kh-22, un antiguo misil desarrollado en la Unión Soviética, que tanto dolor causó ayer [por el sábado] a los residentes de Dnipró”, ha dicho Ignat en un programa de la televisión ucrania este domingo, citado por Ukrinform. Los Kh-22 son misiles balísticos diseñados en la década de los sesenta para destruir objetivos navales y no terrestres.
“Lo que ocurrió en Kremenchuk [en junio], en Dnipró y en otras ciudades donde se utilizó este misil debe ser condenado por la comunidad mundial de la forma más enérgica”, instó Ignat. Según sus cálculos, las fuerzas rusas ya han utilizado más de 210 cohetes de este tipo en Ucrania desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero. Para destruir estas bombas, aseguró el portavoz, el país necesita sistemas modernos de defensa antiaérea. Estados Unidos se comprometió en diciembre a hacer llegar a Ucrania baterías antimisiles Patriot, uno de los sistemas más avanzados del mundo. Los sistemas de defensa aérea más modernos con los que cuenta Ucrania son los IRIS-T alemanes y dos baterías NASAM, de producción noruega y estadounidense.
Según las Fuerzas Aéreas ucranias, sus defensas aéreas interceptan más del 70% de los misiles de crucero disparados por Rusia desde su territorio y desde el mar Negro. El Estado Mayor ucranio ha notificado que ha derribado 18 de los 28 cohetes de largo alcance disparados el sábado contra sus ciudades: una efectividad del 64%, según los datos oficiales del ejército ucranio.
“Objetivos alcanzados”
El Ministerio de Defensa ruso ha reconocido este domingo el lanzamiento de la oleada de misiles del día anterior. Moscú asegura que iban dirigidos contra objetivos militares e infraestructuras y no menciona las víctimas civiles. El parte del ministerio tampoco habla de Dnipró como objetivo específico de ninguno de los ataques. Simplemente, el informe asegura que “todos los objetivos asignados fueron alcanzados. Los objetivos de los ataques han sido conseguidos”.
Moscú también afirma que las tropas rusas han logrado avanzar hacia la ciudad de Bajmut, que tratan de tomar desde hace meses. Según el parte, los soldados han logrado avanzar hacia el norte de la localidad. A unos 10 kilómetros al norte de esa urbe se encuentra Soledar, que Rusia afirma haber arrebatado a los ucranios esta semana en su primer éxito bélico en seis meses, si bien Kiev lo desmiente. Controlar esta pequeña localidad, famosa por sus minas de sal, es clave para avanzar hacia Bajmut. EL PAÍS pudo comprobar este fin de semana desde la carretera de acceso a Soledar que las fuerzas ucranias siguen presentes en las posiciones occidentales de la localidad.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha celebrado este domingo la “dinámica positiva” de sus tropas en Ucrania y ha manifestado que espera nuevos avances en los próximos días. “Todo se está desarrollando en el marco del plan del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor”, ha dicho el presidente a la cadena de televisión Rossiya 1, destacando así la aportación del ejército regular frente a las acciones del grupo de mercenarios Wagner, que reivindica como propia la toma de Soledar. “Espero que nuestros combatientes nos alegren aún más con los resultados de sus combates”, ha augurado Putin.
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