BC, reserva territorial | Periodico El Vigia
Baja California, y de hecho casi toda la península es la reserva territorial de México y Latinoamérica, pero en materia de producción agrícola -por la falta de agua- sólo destacan los valles de Mexicali y San Quintín, aunque en esta última demarcación empresas nacionales y extranjeras cuentan con pequeñas plantas desaladoras para garantizar el suministro para sus cultivos, que por su extensión y tecnología demandan mano de obra, la cual proviene de los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Así que esta entidad fronteriza tiene mucho que ofrecer, pero requiere de infraestructura que aporte el agua suficiente, para lograr que se convierta en otro granero del país, pero es necesario que se implementen soluciones tecnológicas en toda la cadena agroalimentaria, porque eso contribuiría a estabilizar el precio de los alimentos, al permitir mejores rendimientos y potenciar la producción.
La pandemia aceleró la digitalización en los procesos de producción enfocados en minimizar los desperdicios y maximizar los resultados, pero aún hay áreas que atender para garantizar el abasto, y en ese sentido Baja California es tierra virgen.
La tecnología en la industria de alimentos ayuda a un mayor control en el precio y que no haya cambios tan drásticos más allá de términos de inflación o situaciones políticas y globales, que provocan aumentos de 30 al 40 por ciento.
La tecnología permitirá que el aprovechamiento y rendimiento del campo, así como la utilización de recursos naturales estén directamente proporcionados o aplicados a los precios de los alimentos.
Además, favorece la producción local de alimentos, eficiencia y distribución, para no depender de cosechas globales o regionales.
Y una buena noticia es que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) resaltó que, por octavo año consecutivo, la balanza comercial agroalimentaria de México, con todas sus limitaciones, registró superávit al mes de noviembre pasado, y se colocó como el quinto mayor saldo positivo en los últimos 28 años.
La dependencia destacó que los productos agroalimentarios nacionales con el mayor valor de exportación fueron: cerveza, con cinco mil 585 millones de dólares; tequila y mezcal, tres mil 982 millones de dólares; aguacate, tres mil 188 millones de dólares; tomate, dos mil 184 millones de dólares; y productos de panadería, dos mil 138 millones de dólares.
De enero a noviembre del año pasado, las exportaciones agroalimentarias del país sumaron 45 mil 714 millones de dólares, lo que significó un aumento de 12.82 por ciento en comparación con igual lapso de 2021 (40 mil 519 millones de dólares), resaltó la SADER.
De esta forma, agregó Agricultura, la balanza comercial agroalimentaria del país presentó un superávit de cinco mil 356 millones de dólares en los primeros once meses de 2022, ya que las importaciones sumaron 40 mil 358 millones de dólares.
Indicó que, en el periodo de referencia, el comercio agroalimentario de México con el mundo sumó 86 mil 071 millones de dólares, en donde las ventas al exterior del país representaron el 53 por ciento del total.
Mientras que 57 por ciento de las importaciones se concentraron en cuatro grupos: cereales, 21 por ciento; semillas y frutos oleaginosos, 15 por ciento; cárnicos y despojos comestibles, 14 por ciento, y lácteos, huevos y miel, 7.0 por ciento.
Por tanto, si los tres órdenes de gobierno deciden apostar por una región con una ubicación geográfica clave para fortalecer la agricultura, esa es Baja California.