Las cinco principales tendencias de la industria hortofrutícola para el 2023 (Parte 1)
La demanda de producto fresco crecerá continuamente en los próximos años. Para aprovechar esto, es vital que los jugadores de la industria estén atentos a las tendencias para este año. Se espera que el mercado mundial de frutas y verduras frescas tenga una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,14 por ciento hasta 2027 para convertirse en un mercado de 210 mil 903 millones de dólares según el sitio web market data forecast.
En los últimos años, los productores se han enfrentado a desafíos como el cambio climático, el COVID, la inflación y las interrupciones de la cadena de suministro. ¿Persistirán estos desafíos este año? ¿Cuáles son las tendencias más importantes en las que debe centrarse la industria de productos hortofrutícolas? A continuación, se nombran las principales tendencias:
Sustentabilidad y Trazabilidad alimentaria, persistencia de obstáculos en la cadena de suministro y pérdida de alimentos, desafíos en la economía global de productos hortofrutícolas, desafíos al salir al mercado y mayor utilización de herramientas digitales.
Este tema lo presentaremos en dos columnas abordando los primeros dos capítulos en esta primera entrega.
En el caso de la sustentabilidad y trazabilidad alimentaria, los consumidores buscan empresas que sean conscientes del cambio climático y sus efectos, y que se esfuercen por contribuir a posibles soluciones a este gran problema.
El 88 por ciento de los productores considera que las prácticas sustentables son extremadamente relevantes hoy en día, y el 40 por ciento de los productores ahora implementan prácticas sostenibles para contribuir a frenar el cambio climático.
Además de la sustentabilidad, la trazabilidad es una de las tendencias que se espera que aumente más este año ya que permite a los organismos reguladores seguir el movimiento de los productos frescos a través de la cadena de suministro, desde la cadena de producción, procesamiento y distribución. En casos de un brote o contaminación de enfermedades transmitidas por los alimentos, la trazabilidad ayuda a encontrar rápidamente la fuente del producto y dónde puede haber ocurrido la contaminación. Esto permite una eliminación más rápida del producto afectado del mercado, reduciendo la incidencia de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Por otra parte, la persistencia de obstáculos en la cadena de suministro y pérdida de alimentos deben esperar más desafíos relacionados con la producción y la logística este año, lo que podría afectar significativamente su rentabilidad.
38 por ciento de los productores coinciden con que los problemas de abasto en la cadena de producto fresco se encuentran entre las principales categorías y que representan pérdida de alimentos impactando las emisiones de huella de carbono.
Desafortunadamente, se espera que esto continúe. A pesar de los reveses persistirán a medida que la economía continúe sintiendo los efectos de las situaciones geopolíticas que comenzaron el año pasado.
Según JP Morgan, la cadena de suministro se seguirá afectando por efectos de la crisis entre Rusia y Ucrania, también se espera que persista la escasez de contenedores con retrasos y la congestión en los puertos que impactará los costos de los productos frescos.
Según McKinsey, aproximadamente la mitad de las pérdidas y desperdicios de alimentos ocurren durante y después de la cosecha y durante el procesamiento. Por ejemplo, entre 50 y 75 millones de toneladas de tomates se pierden anualmente en estos procesos, para el 35% de los productores, el desperdicio posterior a la cosecha se debe a la falta de demanda de productos o al exceso de producción.
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En la siguiente columna hablaremos de los desafíos en la economía global de los productos hortofrutícolas, los desafíos al salir al mercado y la tendencia de una mayor utilización de herramientas digitales.
Por: José María Gaxiola / Dir. Trocadero CAADES
