La atención sobre brotes de contagios de gripe aviar se centra ahora en las granjas de visones
Europa sufrió el año pasado una catastrófica epidemia de gripe aviar que se saldó con más de 50 millones de aves de corral sacrificadas. El temor principal ahora es que alguna variedad de virus aviar pueda pasar algún día a humanos.
En este sentido, uno de los últimos focos de preocupación apuntó hacia una granja de visones americanos en Carral (A Coruña), donde un brote de gripe aviar, registrado el pasado mes de octubre, obligó a la Xunta de Galicia a sacrificar 51.986 animales y a eliminar sus restos.
La alarma se ha suscitado a raíz de la publicación de una investigación (aparecida en la revista europea de control de enfermedades infecciosas Eurosurveillance) en que se concluye que le virus procedía de aves silvestres y llegó a mutar en el interior de la explotación peletera.
El virus mutó en la granja gallega
Tras detectarse un aumento significativo de la mortalidad animal, las pruebas de los veterinarios dieron negativo en SARS-CoV-2, pero fueron positivas para un subtipo de gripe aviar.
La investigación desvela que los casos detectados en la granja de visón son diferentes de los producidos por los virus detectados hasta ahora en la población de aves de Europa y que la mutación es “poco común” y puede tener implicaciones para la salud pública, según el estudio dirigido por Montserrat Agüero, del Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura.
El virus de la gripe aviar pasó desde las aves silvestres a los visones y llegó a mutar en la granja, hasta transmitirse de mamífero en mamífero aunque no llegó a infectar a los trabajadores de la granja.
El brote es un virus de gripe aviar A (H5N1) altamente patógeno, y su mutación se denomina T271A.
Instalaciones abiertas
La transmisión del virus aviar a los visones se debió producir porque las granjas de visones son instalaciones abiertas, por lo que probablemente las aves se posaron sobre las jaulas que albergan a estos mamífero, según explica Gonzalo Fernández, decano de la Facultad de Veterinario de la Universidad de Santiago de Compostela. “Lo lógico es que ha sido así”, explica Fernández a este diario.
España registró en 2022 casi 40 focos de gripe aviar altamente patógena en aves de corral. El virus se transmite fácilmente de ave a ave pero muy raramente a humanos.
Y no se ha dado transmisión entre personas.
El riesgos de pasar a humanos
Pero el caso registrado en A Coruña demuestra que ha saltado de un ave a mamíferos, lo cual es un hecho muy destacable para los expertos consultados.
“El H5N1 es, en principio, una cepa que pasa muy difícilmente a las personas y los pocos casos que se han dado han sido banales”, señala Gonzalo Fernández. No obstante, “si se empezaran a dar mutaciones o combinaciones con otros virus es cuando se puede dar la posibilidad de que esa dificultad que tienen para pasar a humanos puede dejar de serlo”, añade.
“Hasta ahora, este virus estaba afectando a las aves. Lo más grave es que ha habido un salto zoonótico; pasa de aves a mamíferos. Es preocupante porque nosotros también somos mamíferos”, dice Laura Moreno, responsable del programa de especies amenazadas de WWF España.
Granjas en el centro de mira
Para esta experta, lo preocupante es “que ya veníamos de sufrir “un montón de brotes de coronavirus en granjas de visón durante la pandemia”, y «ya se vio que estas granjas podían representar un peligro sanitario y de salud pública”, señala.
“Que también pueda ser un reservorio de la gripe aviar es muy preocupante”, recalca.
Por esta razón más de 400 granjas de visones cerraron en Europa, entre otras razones porque hubo casos de contagios cruzados
El Gobierno de Aragón por ejemplo anunció el sacrificio de casi 100.000 visones americanos de la granja de Puebla de Valverde (Teruel), tras confirmar una infección masiva de los animales (con casi el 90% de los visones infectados con Covid-19) y el riesgo de transmisión a humanos
Laura Moreno sostiene que la experiencia durante la pandemia ya demostró que los visones son susceptibles de padecer enfermedades que sufren los humanos, y que suponen un riesgo para la salud pública, dadas las condiciones en que se crían en estas granjas para producir piel (hacinamiento, con jaulas pequeñas, estrés…)
“El virus aviar rara vez pasa a humanos, pero si el virus pasa a otra especie animal, como pueden ser los visones, y muta en estos visones y adquiere una mayor capacidad de transmisión, es algo que preocupo a la OMS y otros expertos”, explica Moreno.
Focas en el Caspio, otro
Mientras tanto, los científicos de la Universidad de la república rusa de Daguestán han hallado muestras de gripe aviar en las cerca de 2.500 focas que aparecieron muertas a principios de diciembre en las costas del Mar Caspio. Se trata de pruebas preliminares. No obstante, este descubrimiento preocupa a la comunidad científica, si bien todavía no se ha confirmado que el H5N1 haya sido el causante de la muerte de estos animales, ni que se haya transmitido entre ellos. Si se confirmara el resultado de estas pruebas, sería la primera vez que este virus consigue adaptarse para transmitirse entre mamíferos salvajes.
Medidas proporcionales
Gonzalo Fernández justifica el sacrificio de los visones emprendido en Galicia (“el confinamiento no era la mejor medida posible”), pero no cree necesario que haya que cerrar las granjas de visones.
“Los veterinarios tomamos las medidas según los riesgos y según un criterio de proporcionalidad. Las medidas tienen que ser evaluadas técnicamente. En este caso, se ha actuado y el riesgo se ha eliminado”, añade convencido de que la solución tampoco es “matar todas las aves del mundo”.
Mientras tanto, la organización WWF ha vuelto a reiterar su petición de que sean clausuradas las granjas de visones, “no solo por las razones de salud sino porque estas instalaciones albergan especies exóticas invasoras”.
WWF pide el cierre
En España en los últimos años se han dado numerosos casos de escapes de estos escurridizos animales sino que se han producido sueltas intencionadas por parte de grupos conservacionistas. Todo ello ha hecho que estos animales hayan colonizado numerosos espacios (en detrimento del visón europeo o el desmán ibérico) y causado daños en la biodiversidad.
En el año 2011, el visón fue catalogado como especie invasora pero se introdujo una cláusula de exclusión que permitió legalizar su explotación comercial.
Mientras tanto, en estos años se han ido intensificando las campañas en Europa a favor de cierre de estas granjas. “Sin embargo, por mucho que se introduzcan mejoras en estas instalaciones, dadas las características del animal y la manera en que se cría de manera intensiva, no se dan garantías de bienestar animal en estas granjas”, dice Laura Moreno.