Minería: Proveedores están preocupados por las complicaciones que tienen para crecer
La minería se prepara para un 2023 y 2024 donde la actividad del sector tendrá un exponencial incremento en la provincia, a partir de la entrada en fase de explotación de algunos proyectos clave que se vienen preparando desde hace tiempo para dar el salto productivo.
Sin embargo, frente a este panorama alentador se presentan algunos escenarios que pueden llegar a generar inconvenientes o, por lo menos, contratiempos. Esto tiene que ver con la política macroeconómica y las dificultades de las empresas que prestan servicios al sector para invertir en capital de trabajo. Básicamente no pueden comprar nuevos vehículos, insumos o maquinarias para ampliar sus servicios, ya que el tipo de cambio los condiciona, con un dólar blue para comprar y un dólar oficial para vender. Una ecuación que no cierra, por mucha voluntad que se le pueda llegar a poner.
Frente a este escenario, las empresas que prestan servicio temen no poder hacer frente a la mayor demanda que habrá por parte de las mineras, lo que traerá aparejado el desembarco de empresas foráneas con mayor capacidad de trabajo para hacer frente a este escenario. Pero un dato a tener en cuenta es que, si las reglas del juego rigen para todos, tampoco podrán ampliar su capital de trabajo empresas argentinas de otras provincias, que también juegan con un tipo de dólar no competitivo, por lo que las contrataciones podrían ser de empresas de fuera del país.
Incluso, en las últimas semanas ya circuló la versión en el sector en torno al inminente desembarco de empresas de otros países para prestar servicios a las mineras. Las charlas estarían avanzadas e incluso con algunos acuerdos de palabra en torno a contratos ya revisados por las partes.
Expectativas
El Tribuno consultó con los referentes de las cámaras que nuclean a empresas mineras y de servicios para conocer en detalle la situación. Tanto el presidente de la Cámara de Minería de Salta, Carlos Ramos; como Diego Pestaña, titular de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), y Luis Vacazur, fundador de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros y Turísticos de la Puna (Caprosemitp), coincidieron en que se viene un año importante para la minería, con crecimiento de la actividad, pero con la necesidad de crecer como empresas para acompañar ese crecimiento desde el sector de los servicios, y que habrá dificultades para concretar ese objetivo.
En diálogo con El Tribuno, Ramos explicó que «las expectativas son muy grandes, tenemos muchas esperanzas puestas en todas las plantas de litio que se están construyendo y tenemos muchas esperanzas puestas en poder avanzar en el proyecto de cobre Taca Taca».
«El litio está avanzando, así que lo que tenemos es la certeza y la espera de que esto se construya, se ponga en marcha. Este va a ser un empuje enorme para la minería de Salta, dijo Ramos, y agregó que «Taca Taca es la gran esperanza para multiplicar varias veces esas inversiones y que realmente nos transformemos en un polo minero».
No obstante, admitió que en los últimos tiempos «algo de preocupación ha surgido y tiene que ver con lo que siempre venimos reclamando: la infraestructura. Seguimos hablando de eso y no vamos a dejar de hacerlo porque con las tormentas de ahora, por ejemplo, se cortan caminos. La gente se para, no puede llegar y todo por la deficiencia de la red vial. La infraestructura nos sigue preocupando».
Más construcciones
Para Pestaña, «la minería en Salta está hoy en etapa de construcción, donde hay tres proyectos de litio avanzados, que van a empezar a producir en enero de 2024 y, de esos tres proyectos, hay dos que definieron una segunda etapa, una ampliación, con una inversión similar a la primera o mayor».
«Esto genera más trabajo de construcción y, a su vez, hay otros cuatro proyectos con diferentes niveles de avance, pero todos invirtiendo fuerte para entrar en construcción lo antes posible», detalló.
Agregó además que «hay otros tantos que están con proyectos de construcción más chicos pero importantes, así que la expectativa es muy fuerte, de mucho trabajo», pero advirtió que deben convivir también «con todas las limitaciones que hoy nos genera la economía argentina: es prácticamente imposible importar equipos. Nos pone un límite en cuanto a invertir para dar respuesta a lo que quieren las empresas».
Una oportunidad
En la misma línea, Vacazur destacó que «la minería trajo a la provincia, y al norte del país, una oportunidad única, enorme, un aprendizaje, una enseñanza, cuando aprendemos de seguridad, calidad, medio ambiente, donde las divisas han llegado a un país como Argentina, que necesita tanto que lleguen las inversiones».
Ante lo expuesto, el referente del sector consideró que frente a las complicaciones que puedan surgir «debemos estar más juntos que nunca».
En este contexto, Pestaña resaltó que todos los proyectos que están por empezar a producir se suman a los que estaban el año pasado y que este año continuarán con su actividad, por lo que estimó en un 30 por ciento la mayor demanda de todo tipo: recursos humanos, maquinarias, insumos».
Por eso, Vacazur insistió en que «tenemos que apuntar a un desarrollo minero que sea participativo y con una redistribución de los recursos, que las grandes empresas inversoras que llegan a la provincia para trabajar nos den lugar para trabajar con ellas, como parte de la cadena de valor minera de la provincia».
Pero consideró que «no podemos competir con empresas de logística históricas, grandes. Somos pequeños empresarios, pero nos tenemos que preparar, dialogar y ponernos de acuerdo para poder participar en estos esquemas de negocios. No a través de la imposición, sino mediante el diálogo», y para eso «tenemos que apostar a la capacitación constante, el relacionamiento, el diálogo y abrirnos el espacio».
Complicaciones
El titular de Capemisa, Diego Pestaña, advirtió que al sector la macroeconomía le está pegando muy mal al prohibir las importaciones.
«Hoy las (los permisos del) SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) salen únicamente para las empresas grandes, como automotrices, pero un importador chico, mediano, que va a invertir en bienes de capital, no puede hacerlo», señaló el empresario.
Consideró que para esta situación «no hay excusas, porque lo que hacen las proveedoras mineras es llevar el servicio a empresas que están trayendo dólares para pagar esos servicios, pero no tenemos la llegada o el entendimiento de las autoridades a nivel nacional para darle la prioridad necesaria a estas cuestiones que tienen que ver con compra de equipos, compra de insumos, repuestos, filtros… No hay filtros para máquinas, las cosas básicas… Y es un cuello de botella que nos está negando la posibilidad de dar respuesta a lo que piden las mineras».