Cataluña cuenta con 96 centros de innovación tecnológica, casi el doble que hace cinco años
Desde hace un tiempo, la palabra hub se ha ido haciendo un hueco en el vocabulario económico de Cataluña. Grandes empresas han inaugurado hubs en Barcelona, hubs han devuelto a la actividad a antiguos edificios industriales, hubs están contratando a personal… Pero el significado de esta palabra, y su impacto real, escapa a la mayoría de la población. Por ello este martes la fundación Mobile World Capital ha presentado un informe sobre la repercusión de los hubs, que pueden definirse como centros de innovación tecnológica, instalados en Cataluña por grandes empresas o empresas emergentes para que desarrollen de forma más ágil soluciones innovadoras que luego pueden ser útiles a las compañías. Tras unos años de goteo constante de empresas que han situado en Cataluña sus centros, estos suman ya 96, casi el doble que hace cinco años. La consolidación de Barcelona como sede del Mobile World Congress, la buena salud que muestra el ecosistema de emprendimiento digital en esta ciudad, y las condiciones de vida atractivas para trabajadores extranjeros son algunas de las claves para entender el auge de los hubs en la capital catalana.
Uno de los últimos ejemplos de empresas tecnológicas que han decidido situar en Cataluña su centro de innovación es el de la multinacional estadounidense Cisco Systems, y da cuenta también del interés de las administraciones para que estos centros recalen aquí. Cisco, dedicada a las telecomunicaciones, anunció que situaría en Barcelona su centro de diseño de chips para Europa, y eligió el Centro de Innovación Urbana de Barcelona, en la antigua fábrica de Ca l’Alier, en el barrio del Poblenou, donde la compañía de California ya ocupaba un espacio. El anuncio estaba precedido por intensas negociaciones del Gobierno con la multinacional, con el objetivo de captar esta inversión y aprovechar el proyecto estratégico de microelectrónica y semiconductores, uno de los Perte que se nutren de los fondos de recuperación Next Generation.
El informe de la fundación Mobile World Capital, elaborado junto con el Ayuntamiento de Barcelona y Acció (la agencia de competitividad de la Generalitat) parte de la definición de hub como un centro de desarrollo de tecnología de una empresa extranjera que esta decide instalar en un lugar concreto. Por lo tanto, dejan fuera de esta definición a los centros creados por empresas españolas, y a las asociaciones de empresas que promueven la convivencia de startups en un mismo espacio. De los 96 centros que han contabilizado y que entran dentro del estudio, el 82% están en Barcelona, y en esta definición entran centros de grandes compañías con una trayectoria más larga (como Amazon, Microsoft, Cisco, Allianz, Cofidis, Danone, Media Markt, Lidl, Novartis, Costa Cruceros, Porsche Digital o Zurich, entre otras), centros abiertos por empresas relativamente jóvenes (como la aplicación de finanzas N26 o la aplicación de citas Bumble), o grandes empresas del sector tecnológico que están en expansión, como la empresa de videojuegos King. Todas ellas han ido eligiendo Barcelona o sus alrededores para situar sus centros de desarrollo.
El estudio destaca que, si bien el territorio lleva muchos años captando este tipo de inversión extranjera (en 1985 se instaló el primer centro, el de HP, en Sant Cugat del Vallès), ha sido en la última década cuando este se ha convertido en un destino prioritario para estas empresas, ya que el 88% de los hubs se crearon después de 2012. Especialmente activo ha sido el último lustro, ya que de los 46 centros que había en 2018, se ha pasado a los actuales 96, casi el doble. Dos tercios de los hubs son de empresas europeas, pero cabe destacar que las que vienen de Estados Unidos representan el 23% del total, y el lugar favorito para situar estos centros: el 46% lo hace en el 22@, en el distrito de Sant Martí.
Para analizar el impacto económico de todos estos centros, el informe ha calculado la suma de la facturación de todos ellos, 1.400 millones de euros, y la capacidad de dar trabajo: generan una ocupación de 15.000 personas, el 15% de las 100.000 personas que, según los autores del estudio, están empleadas en el sector tecnológico en Cataluña. Las razones principales para situar en esta región los centros de innovación son la capacidad de atraer talento extranjero, la disponibilidad de contar con talento local, aprovechar el ecosistema de innovación y empresarial, y la competitividad en costes (los salarios son más bajos que en otras ciudades europeas) y en beneficios fiscales. Tres de cada diez trabajadores de estos centros de innovación son extranjeros, y los salarios son más elevados que la media, unos 56.000 euros brutos anuales de media en el sector. Uno de los sectores más dinámicos para Cataluña es el de los videojuegos, que ha copa un tercio de los 96 centros que hay. Le siguen los centros del sector de sistemas industriales (un 21%), y el sector de la salud (un 13%).
En la presentación del estudio, a la que han acudido el secretario general de Empresa y Competitividad, Albert Castellanos, y la teniente de alcalde de Economía y Competitividad, Laia Bonet, los autores han hecho una previsión de aquí a dos años: calculan que en 2025 la facturación de los centros de innovación llegará a los 2.000 millones de euros anuales, y que 20.000 personas estarán empleadas en este sector.
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