Medio Ambiente ha destruido unas 1.500 bolsas-nido de procesionaria – El Faro de Ceuta
La Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Gobierno de Ceuta ha destruido durante este invierno alrededor de 1.500 bolsas-nido de procesionaria en la campaña que desarrolla anualmente para combatir este insecto. Los trabajos de la temporada 2022-2023 se han extendido por alrededor de 11,5 hectáreas con la participación de una decena de trabajadores de Obimasa.
Fuentes del Ejecutivo local han explicado que “la campaña de este año ha presentado una notable diferencia con respecto a la anterior, puesto que se ha visto afectada por el macroincendio que asoló unas 130 hectáreas y que afectó gravemente el rodal de pino canario situado en el margen izquierdo del arroyo del Renegado”.
Dicha circunstancia ha hecho que este invierno fuera “inviable” que los ejemplares de la zona pudieran albergar nidos de procesionaria.
No obstante, “dada la capacidad de rebrote de esta pinácea”, en próximos años se efectuará “un seguimiento exhaustivo”, ya que “una vez rebrotados y generado el suficiente volumen foliar serán susceptibles de nuevas infestaciones”.
“En el presente invierno se han constatado unos niveles de infestación relativamente bajos, algo menores a los del invierno anterior”, han indicado desde la administración.
La cifra total de bolsas-nido destruidas en esta campaña ha rondado las 1.500 y la superficie objeto de tratamiento ha abarcado la subida de Esparta y áreas aledañas; Aranguren, los márgenes de la carretera Benzú-García Aldave; el monte del Renegado y cercanías del de la Tortuga; la cuenca del embalse del Infierno; la pista de la Lastra; la cuenca del arroyo de Calamocarro y el Monte Hacho.
Esta temporada se han registrado niveles de infestación «relativamente bajos»
El departamento que dirige Yamal Dris es el encargado de ejecutar las actuaciones de tratamiento contra la plaga de los pinares ‘Procesionaria de pino’ (Thaumetopoea pityocampa Schiff, familia Thaumetopoeidae) de conformidad con la Ley 43/2003 de Montes, así como en virtud de lo dispuesto en la de Sanidad Vegetal.
Se trata de unas tareas, fundamentalmente disparos a los bolsones-nido de orugas en los rodales de pinar afectados, que se llevan a cabo en campañas anuales siempre en invierno y que en esta ocasión se han desarrollado entre diciembre y este mismo mes de febrero. El método adoptado se ha demostrado como “el más viable y efectivo para este tipo de rodales”.
En los espacios naturales de la ciudad, estos trabajos se han correspondido con rodales de pino que habitualmente, y desde hace más de 40 años, presentan infestaciones de procesionaria del pino, mayoritariamente en la especie de pinácea alóctona ‘Pinus canariensis’.
Apoyo de Tragsa
Por otro lado, y en lo relativo a zonas del espacio público, la Consejería de Medio Ambiente ha solicitado este año a Tragsa el tratamiento de la procesionaria “para evitar los perjuicios que la oruga pudiera provocar a la población”.
De este modo, durante los primeros meses de este año se está realizando una actuación de endoterapia en los pinos consistente en la aplicación en los troncos de inyecciones “inocuas e inofensivas para los seres humanos y animales domésticos”.
Además, para evitar la bajada de la procesionaria que pudiera ser resistente a este tratamiento, la Consejería ha solicitado la instalación de trampas de captura con atrayentes para capturar a la procesionaria en su descenso.
También se están aplicando inyecciones inocuas para personas y animales en troncos
El objetivo de la Consejería es “actuar en todas las zonas urbanas en las que la procesionaria pueda ocasionar malestar a la población”.
Al margen de las intervenciones planificadas por la propia administración, cualquier ciudadano que quiera dar un aviso sobre focos de procesionaria tiene a su disposición el teléfono único de emergencias 112 y también un correo electrónico de la consejería, el surbanos@ceuta.es.
Las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. Para los niños el riesgo de entrar en contacto con las esporas de las larvas puede traducirse en sufrir una urticaria, pero en los perros puede llegar a ser mortal en caso de inflamar las vías respiratorias sin recibir tratamiento adecuado con la debida celeridad.