Coches eléctricos: sus baterías duran más de lo que muchos piensan
A la hora de plantearse la compra de un coche eléctrico, uno de los principales temores de los interesados es saber cuánto durarán sus baterías y cuánto cuesta sustituirlas. Pues bien, un estudio demuestra que estos elementos duran y se estropean menos de lo que pensamos.
Hace apenas unos días, y durante el I Congreso de la AUVE (Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos) celebrado en Bilbao, varios miembros de esta organización estaban de acuerdo: una de las preguntas que más les dirigían los interesados en comprar un coche eléctrico era que cuánto duraba la batería…
Y es que, pese a que la inmensa mayoría de fabricantes garantizan que estos dispositivos mantendrá el 70% de su carga una vez pasados los 160.000 km, la duración de las baterías sigue siendo uno de los mayores focos de desconfianza del gran público hacia este tipo de vehículos.
Pues bien, ahora, un estudio del portal estadounidense especializado en baterías Recurrent viene a aportar algo de tranquilidad a aquellos preocupados por este asunto. Y es que un estudio realizado sobre las baterías de los coches eléctricos de 15.000 de sus afiliados demuestra que la degradación de las mismas no es tan grave como cabria suponerse y, sobre todo, que la sustitución de las mismas sólo es necesaria en muy pocos casos; en los analizados en este estudio, sólo en el 1,5% de los mismos.
Y de hecho, salvando los cambios de batería en los Chevrolet Bolt en 2017 y en los Hyundai Kona EV en 2019 y 2020, acontecidos en sucesivas llamadas a revisión; las sustituciones de batería han tenido lugar, lógicamente, en los coches más antiguos de los afiliados a Recurrent, como en los Nissan Leaf de 2011 (en un 8,3% de estos modelos) y 2012 (3,5%) o en los Tesla Model S de 2013 (8,5%) o 2014 (7,3%).
De 15.000 coches eléctricos a estudio, sólo 225 (un 1,5%) han tenido que sustituir su batería
Las baterías de los coches eléctricos se degradan menos de lo previsto
Hay que tener en cuenta que una batería de litio (ya sea la de un Tesla o la de un smartphone) comienza a degradarse en cuanto empieza a utilizarse; lo que afecta a su capacidad y, por lo tanto, a la autonomía real de un coche eléctrico. Pero este estudio revela que, en general, y pasado un periodo inicial en la que la degradación de la misma es más elevado, este proceso tiende a ralentizarse.
Así ha ocurrido en los análisis de los modelos eléctricos más populares entre los afiliados a Recurrent. Hablamos de los Nissan Leaf y de los Tesla Model S y, en ambos casos, y una vez pasado determinado kilometraje, la degradación de las baterías se ralentiza.
Esto es especialmente visible en el caso del Nissan Leaf, cuyas baterías casi detienen su degradación una vez pasadas las 40.000 millas o 65.000 kilómetros. Y aunque no es tan evidente, también ocurre en los Tesla Model S con baterías de 75 kWh aunque en los modelos con baterías de 100 y de 85 kWh, este proceso se ralentiza casi por completo una vez los coches superan las 80.000 millas o 130.000 km. Puedes consultar la degradación del resto de modelos a estudio en este enlace.
Ojo, porque este estudio, que se limita sólo a sólo 15.000 coches y a unos pocos modelos en concreto, no puede suponer una referencia absoluta en cuanto a la degradación de baterías. Pero, al menos, supone un (pequeño) impulso a favor de los coches eléctricos.