Bruselas pedirá condiciones a Orange y MásMóvil para poder aprobar la fusión
La Comisión Europea prevé investigar en profundidad los potenciales riesgos de competencia relacionados con el proyecto de fusión de Orange y MásMóvil. El anuncio del estudio de la operación en la denominada Fase 2 forma parte del escenario previsto por parte de las dos compañías, ambas conscientes de la complejidad y tamaño de una consolidación que dará origen al nuevo líder por clientes del mercado español.
Dicha Fase 2 acarrea la obligación de los dos operadores de pactar unas condiciones (remedios) que compensen los posibles perjuicios y desequilibrios que la integración pudiera representar para los clientes.
El primer ejecutivo de Orange España, Ludovic Pech, ya apuntó la semana pasada que Bruselas analizaría al detalle las consecuencias de la fusión sin esperar el visto bueno en primera instancia: «Nos vendrá la Comisión con sus preocupaciones, diciendo que va a abrir una fase de investigación más profunda, en la que colaboraremos perfectamente», dijo el nuevo CEO de la filial española de Orange.
La opinión de Pech coincide con la de la CEO del Grupo Orange, Christel Heydemann, quien aventuró a finales del pasado febrero en el Mobile World Congress de Barcelona que el proceso se tramitaría en Fase 2, aunque con recomendación de remedios llevaderos.
Fusión emblemática
La misma estimación de Heydemann fue compartida el pasado viernes por el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, en la junta de accionistas de su compañía. De esa forma, el primer ejecutivo del operador rival del proyecto de fusión valoró positivamente una transacción que resultará «emblemática para el resto de Europa». En su caso, la multinacional se mostró partidaria de la consolidación al apuntar que la fusión «debería ser aprobada sin remedios o con remedios mínimos, porque eso sería una prueba del cambio de orientación de las autoridades de competencia».
En cuanto Bruselas confirme -en las primeras horas de este lunes- el estudio de la fusión en la Fase 2 conlleva el consiguiente retraso en la obtención de los permisos regulatorios. En el mejor de los casos, la joint venture no podrá operar hasta dentro de cuatro meses, aunque los trámites podrían prolongarse hasta en un año.
Por otra parte, la Comisión Europea también prevé confirmar que el análisis de la fusión será competencia comunitaria, sin atender la solicitud cursada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El organismo español, presidido por Cani Fernández, reclamó a Bruselas hace justo un mes una mejor posición que su homólogo europeo para realizar el análisis de una integración que afecta en su totalidad a los usuarios españoles.
El más reciente precedente de acuerdo de fusión aprobado por Bruselas invita al optimismo en el seno de Orange y MásMóvil. Se trata de la luz verde a la operación por la que la filial belga de Orange adquirirá casi el 75% del capital de sus rivales VOO y Brutélé, en ambos casos con condiciones.
En suelo español, las dos empresas llamadas a unir sus recursos y destinos notificaron a Bruselas sus intenciones de fusión el pasado 14 de febrero. Inicialmente, Bruselas estaba llamada a pronunciarse sobre el asunto hasta el pasado 20 marzo, plazo que luego se postergó hasta este 3 de abril. El segundo (Orange) y cuarto operador (MásMóvil) del mercado español anunciaron sus planes de fusión en julio de 2022, a través de una ‘joint-venture’ al 50%, valorada en 18.600 millones de euros, después de haber entrado en negociaciones exclusivas en marzo de aquel año.
La cuota de mercado conjunta de Orange y MásMóvil en banda ancha fija minorista se situó el pasado mes de enero en el 28,43% y en móvil en el 43,2%, según datos de la CNMC.