Surge una nueva amenaza: la inflación en alimentos – El Diario de Juárez
Nueva York.- Los precios de la energía están cayendo más de un año después de la invasión rusa de Ucrania. Pero el otro gran costo de la guerra para los hogares de todo el mundo sigue aumentando: los alimentos, informó el medio estadounidense The Wall Street Journal.
En 12 meses hasta marzo, los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco subieron 15.4% en la eurozona, mientras que los precios de la energía bajaron 0.9%. Los precios de los alimentos subieron 10.2% en Estados Unidos en los 12 meses hasta febrero, muy por encima del 5.2% de la energía.
La mayoría de los economistas espera ver los precios de los alimentos disminuir en los próximos meses. Pero no está claro por qué subieron tanto para empezar. En los mercados mundiales de commodities, que fijan los precios que reciben los agricultores, los precios de los alimentos han estado cayendo desde abril del 2022. En la mayoría de los países, los alimentos representan la mayor porción de los presupuestos de los hogares.
Por lo regular hay un desfase entre los movimientos de los precios que reciben los agricultores y los precios que pagan los hogares. Los costos de las materias básicas son sólo una parte del precio final, los consumidores también pagan por el procesamiento, el empaque, el transporte y la distribución. Aún así, la duración de los desfases actuales y el tamaño de la brecha entre la granja y la mesa ha llevado a algunos economistas a ver otras fuerzas en juego: las empresas en la cadena de suministro de alimentos podrían haber aumentado sus precios más de lo necesario para cubrir mayores costos.
«La única forma de explicar esto en relación con lo que hemos visto en algunos de los índices de precios de commodities para alimentos es que los márgenes se están expandiendo», señaló Claus Vistesen, economista en Pantheon Macroeconomics.
Algunos fijadores de tasas en el Banco Central Europeo ahora también están analizando el potencial inflacionario de crecientes márgenes de ganancia, con Fabio Panetta, miembro de la junta ejecutiva del BCE, advirtiendo sobre una «espiral de ganancias y precios».
«El comportamiento oportunista de las empresas también podría retrasar la caída de la inflación subyacente», indicó Panetta en un discurso en marzo.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia provocó un salto en los precios de los alimentos básicos comercializados a nivel mundial. Ambos países son importantes exportadores de granos y de las materias primas necesarias para fabricar fertilizantes.
En marzo del 2022, un índice de precios de alimentos compilado por las Naciones Unidas que incluye cereales, aceites vegetales, azúcar, carne y productos lácteos alcanzó su nivel más alto en más de medio siglo de registros.
Se mantuvo cerca de ese nivel hasta junio, luego cayó bruscamente en julio y ha estado disminuyendo desde entonces. En contraste, los precios que se pagan por los alimentos tanto en EU como en la Unión Europea han seguido aumentando.
Los gobiernos europeos se están preocupando.
Su principal preocupación después de la invasión de Rusia era proteger a los hogares de los costos de energía. Muchos promulgaron costosos topes de precios, tanto para limitar la penuria durante el invierno como para mantener el apoyo de los electores a las sanciones contra Rusia y la ayuda militar y financiera a Ucrania.
Inicialmente, los alimentos atrajeron menos atención en parte porque su precio subió menos que el de la energía. Eso ha cambiado en los últimos meses. El Gobierno del Presidente Emmanuel Macron, de Francia, que ya enfrentaba protestas contra sus reformas de pensiones, selló el mes pasado un acuerdo con los principales minoristas para mantener bajos los precios de los alimentos.
«Estamos perfectamente conscientes de que hoy, lo que preocupa a los franceses y las francesas, lo que preocupa a los hogares y a las familias, lo que les dificulta la vida cotidiana, es el aumento a los precios de los alimentos», declaró Bruno Le Maire, el Ministro de Finanzas francés.
Le Maire señaló que este acuerdo, que tendrá una duración de tres meses hasta junio, involucrará una reducción de «varios cientos de millones de euros» a los márgenes de ganancias de los proveedores de alimentos.
Hay cierta evidencia de que los márgenes de ganancias de los proveedores de alimentos han aumentado desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Los economistas de ING Bank reportan que los márgenes en el sector agrícola de Alemania (que excluye a los fabricantes de alimentos envasados y los minoristas) aumentaron 63% entre fines del 2019 y fines del 2022, casi enteramente debido a mayores ganancias más que por salarios más altos.
«El aumento en los márgenes de precios en el sector agrícola, el sector de la construcción y en el sector del comercio, el transporte y la hospitalidad se puede explicar principalmente por un aumento en las ganancias y, por lo tanto, no se debe a mayores precios de la energía y las materias básicas», escribieron los economistas de ING en un apunte a clientes.
En Europa, los márgenes de ganancias en toda la economía van en aumento. En EU, los márgenes de ganancia se mantuvieron cerca de máximos históricos en el cuarto trimestre, aunque fueron inferiores a los del tercer trimestre.
Los altos precios de los alimentos también son un problema para los bancos centrales. La mayoría recurre a la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, en busca de tendencias de inflación subyacentes. Pero reconocen que la inflación general, que incluye alimentos y energía, puede afectar las expectativas del público. La comida es el único bien que la mayoría de los hogares compra todos los días. Eso podría llevar a los trabajadores a negociar salarios más altos, lo que podría repercutir en los precios.
Ya sea que los precios de los alimentos hayan aumentado debido al clima, la guerra o los márgenes de ganancias, los bancos centrales podrían tener que responder con tasas más altas que en otras circunstancias, mencionó Huw Pill, el economista titular del Banco de Inglaterra, en un discurso el martes. «Las desviaciones persistentes de la inflación con respecto a la meta, incluso si se derivan de lo que fundamentalmente es una serie de choques inflacionarios transitorios, podrían provocar cambios en el comportamiento que generen dinámicas inflacionarias más duraderas», destacó Pill.