Ocurrencias en Sonora
Con la novedad de que el pasado martes, Durazo informó que instruyó a las secretarías de Economía y de Gobierno para que hablen con las autoridades municipales con objeto de que “trabajemos en conjunto” para que no se autoricen tiendas de conveniencia en los pueblos de la sierra en Sonora. Lo anterior, para evitar que cierren los “changarritos”. De inmediato surgieron voces que piden que alguien le haga ver al mandatario que la libre competencia favorece el desarrollo económico y crea riqueza, algo que necesitan las regiones marginadas. Y que las tiendas de conveniencia favorecen el abasto de muchos productos y generan empleos, algo que también se requiere en las zonas deprimidas. Vaya con Durazo: no ha sido capaz de generar condiciones de seguridad que atraigan las inversiones. Y con esas ocurrencias, nos hacen ver, menos llegarán. ¡Uf!
Llamó la atención la importancia que México le dio a la reunión que en materia de seguridad y para tratar el problema creciente del fentanilo tuvo lugar ayer en Washington. Porque resulta que del lado mexicano estuvieron presentes seis secretarios de Estado o funcionarios de rango equivalente: Relaciones Exteriores, Seguridad Pública, Defensa, Marina, Salud y el fiscal general. Mientras del lado estadounidense, del más alto nivel estuvieron la asesora del presidente Joe Biden en materia de seguridad nacional y el procurador Merrick Garland. En días pasados había ido permeando la idea de que faltaba cooperación entre los dos países para acometer el problema causado por el fentanilo. Ayer la robusta delegación mexicana podría haber dejado una impresión distinta. Sólo quedó la duda de qué mensaje dejó EU.
Así que lo que tumbó la reforma para cercenar facultades al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no fue un repentino ataque de sensatez de los coordinadores en San Lázaro, sino una ola de inconformidad y rebelión dentro de dos de los partidos de la 4T: Morena y el PT. La senadora guinda Malú Micher se puso al frente de un bloque de legisladoras que estaban listas para meterle freno de mano a la minuta en cuanto llegara a la Cámara alta. La diputada del PT María Rosete se quejó de que en San Lázaro le intentaron coaccionar su voto. Y sí, legisladoras de la oposición estaban en pie de lucha, pero las que llevaban la voz cantante eran las cuatroteístas. Total que la ola de inconformidad se convirtió en tsunami y terminó por derribar el dictamen, cuyo retiro “para mejorarlo”, no es otra cosa que su envío a la congeladora.
Y no se puede perder de vista, nos comentan, lo que ocurrió con el PAN en la malograda reforma con la que los partidos políticos buscaban frenar la intervención del Tribunal Electoral para garantizar la participación política de grupos vulnerables. Si bien los diputados admitieron ya una falta de consenso y anunciaron que se darán al menos una semana para plantear modificaciones e intentar la aprobación del proyecto, muchos ya lo ven como un proyecto que sucumbió ante la presión ciudadana. En todo este enredo, aunque PRI, PRD, Morena, PT y PVEM recibieron una andanada de reclamos, fue el PAN a cargo de Marko Cortés y pastoreado en Diputados por Jorge Romero el que más se llevó las rechiflas por bajarse del barco y celebrar el freno a la reforma que, se denunció ayer, ese partido impulsó en su parte más polémica. Uf.
Hacer tres nombramientos de comisionados que faltan en la estructura del Inai ha resultado una misión imposible para el Senado. Las designaciones de dos de ellos están pendientes desde hace un año. Echar para adelante este trámite, cuyo atorón impide que el pleno del órgano de transparencia sesione y que por lo tanto esté detenida su función sustancial, que es atender los requerimientos que tiene la población para saber lo que hace el gobierno, está en manos de la mayoría legislativa representada en la Cuarta Transformación, pero no parece haber señales de destrabarlo, nos dicen, sobre todo entre “peloteos” y justificaciones de que no hay elementos jurídicos y de que “nadie está obligado a lo imposible”, como argumentó el presidente de la Cámara alta, Alejandro Armenta.
Y nos piden no perder de vista la ruta que sigue la propuesta de desaparecer a la Financiera Nacional para del Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero con el argumento de que tiene una cartera vencida que compromete a la institución. Y es que no sólo ha provocado que levanten la ceja legisladores de oposición, sino también dentro de Morena. Es el caso del senador Ricardo Monreal quien consideró que la propuesta es delicada. “Muchos años se discutió sobre la corrupción de Banrural, de Banco Ejidal, pero en todo caso hay que limpiarlas, no desaparecerlas, no liquidarlas”, declaró al respecto. Y no fue su única observación, pues si bien indicó que tendrá un posicionamiento más preciso cuando la iniciativa llegue al Senado, sí se adelantó a señalar que se podría afectar a los pequeños productores, por lo que habrá que ver “quién les prestará a los campesinos”. Ahí el dato.