Probamos el BMW iX1: un excelente coche eléctrico de 313 CV en el que la excelencia se paga
Tras la presentación el año pasado del nuevo BMW X1, ahora le toca el turno a las variantes electrificadas de este modelo. Con el BMW iX1 el SUV pequeño de BMW se convierte en un coche 100% eléctrico que ya hemos podido probar y conocer en detalle, para contarte todos sus detalles.
La marca habla del nuevo BMW iX1 como su primer coche eléctrico con tracción integral desarrollado para el segmento compacto Premium. Partiendo de la misma base que el X1, y manteniendo casi inalteradas sus cotas y su diseño exterior, este coche cambia notablemente por dentro para su nuevo cometido.
Dos motores y una batería
En lugar de contar con un motor delante y tracción delantera o xDrive como las versiones de combustión, este BMW iX1 tiene dos motores eléctricos integrados en los ejes delantero y trasero, los cuales ofrecen 313 CV de potencia máxima y un par 494 Nm.
Estamos por tanto ante un coche que siempre circula con tracción integral, pero que ofrece unas prestaciones muy superiores a las de cualquier otro X1. Hace 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanza 180 km/h de velocidad punta, ya que está limitada electrónicamente.
Bajo el piso del vehículo y con una forma muy plana, el BMW iX1 alberga un paquete de baterías de litio con capacidad de 64,7 kWh, el cual le confiere una autonomía superior a los 413 km en ciclo WLTP.
La toma de carga está situada en la aleta posterior derecha, y de serie acepta en AC una potencia de carga máxima de 11 kWh (22 kWh disponibles en opción) mientras en DC la potencia llega a 130 kWh.
De esta forma puede cargar de 0 a 100 la batería en 6,5 horas a 11 kW, mientras que en un cargador rápido a 130 kW en 29 minutos puede pasar del 10 al 80% de carga.
Pequeños cambios en el diseño
A nivel de diseño, son muy pocos los elementos que cambian respecto a las versiones de combustión que podemos considerar convencionales. El principal cambio lo encontramos en los riñones delanteros, que van completamente tapiados, pero al mantener su diseño de láminas verticales como en los X1 normales, apenas llaman la atención.
Se ha modificado un poco la forma de las tomas de aire y del paragolpes delantero para hacerlo más aerodinámico y que el aire fluya de forma más correcta hacia los laterales.
Hay detalles en color azul en algunas secciones. Por ejemplo, el logotipo de BMW en todos sus emplazamientos tanto internos como externos está perfilado en color azul, indicativo de que estamos ante la versión eléctrica.
Hay muchos colores de carrocería disponibles, la mayoría sin los detalles en color azul que luce la unidad que probamos nosotros, que son elegibles por el cliente que quiera hacerse con un coche de estos.
Tampoco tiene lógicamente salidas de escape. En el lugar donde deberían situarse no hay nada, aunque eso también ocurre en las versiones de combustión que no lucen escapes a la vista.
Sensaciones al volante del BMW iX1
Durante la presentación de esta versión 100% eléctrica del BMW X1, tuvimos oportunidad de conducirlo en diferentes tipos de entornos para llevarnos unas primeras impresiones del coche antes de poder hacer más adelante una prueba en profundidad.
Lo primero que destaca de este coche en carretera es el aislamiento que se percibe dentro. Es extremadamente silencioso y solo se escucha de forma ligera el murmullo de los neumáticos al contactar con la carretera.
La sensación de silencio se hace un tanto extraña, y tal vez por eso cada modo de conducción tiene su propia melodía que emite con más o menos intensidad en base a cuanto estemos pisando el acelerador en cada momento.
El coche está muy bien insonorizado. Sin duda se ha hecho un trabajo fino en este sentido que redunda en una calidad de rodadura muy alta, algo que también destacaba cuando probamos la versión 18d de combustión.
Hay potencia de sobra y la entrega de esta de forma instantánea como mandan los eléctricos hace que la percepción sea la de estar conduciendo una versión deportiva de este modelo.
Pesa dos toneladas por las baterías, pero no tienes la sensación de ir al volante de un coche pesado, ni en carretera de tipo autovía ni en carreteras de curvas. En estas últimas el coche tiene muy buen aplomo, permite hacer los tramos entre curva y curva con una rapidez inaudita y luego dentro de ellas mantiene bien las trayectorias que le marcamos.
A nivel de sistemas, el sistema operativo BMW 8 y el nuevo BMW iDrive permiten moverse por unos menús demasiado complejos, los cuales sin extremadamente completos y exigen un tiempo de adaptación para aprender a moverse entre ellos con soltura.
Me gusta mucho la claridad de la información que se muestra en la pantalla curvada (BMW Curved Display), que une dos pantallas, una de 10,25 pulgadas y otra de 10,7 pulgadas.
Si llevas programada una ruta a destino en el navegador, la experiencia de conducirlo cambia mucho respecto a no hacerlo. ¿Por qué? Por un lado porque va mostrando las indicaciones de navegación combinando el sistema de cámaras perimetrales con la realidad aumentada, dibujando flechas dinámicas e indicaciones muy claras sobre por dónde debemos circular en cada momento.
Pero más allá de esto, al llevar la navegación activada, el sistema de va interpretando la ruta y adaptando la circulación a lo que nos precede. Esto hace que al llegar a las curvas más pronunciadas o en bajada, el coche frene notablemente sin tener siquiera que tocar el pedal de freno.
Cuesta algo adaptarse a que el coche sea quien decide el ritmo y las frenadas, pero una vez que te acostumbras, el nivel de eficiencia es muy alto.
Precios del BMW iX1 en España
El BMW iX1 cuesta en España 56.400 euros, situándose a medio camino entre las dos versiones híbridas enchufables, el X1 xDrive 25e que cuesta 55.050 euros y el 30e que se va a los 58.050 euros con sus 326 CV.