Un Sant Jordi hipermasificado, con largas colas y el centro casi colapsado
La Diada desborda todas las expectativas. «Es an ms loco de lo que nos esperbamos», reconoce la sueca Camilla Lckberg en su primer Sant Jordi
A las 6.40 de la maana, cuando an ni haba amanecido, Javier Castillo ha recibido los primeros mensajes de sus fans, que ya se dirigan a plaza de Catalua para esperar su firma. Aunque ha sido uno de los primeros escritores que ha empezado a firmar a las 10 de la maana, su cola prcticamente daba la vuelta a la manzana. «Es algo exagerado. Hay como 600 o 700 personas», deca al poco rato de empezar a firmar El cuco de cristal (Suma). «Me daba un poco de vrtigo cambiar de serie, pero este libro ha fascinado a los lectores desde el principio», admite el autor de La chica de nieve, recientemente adaptada por Netflix, y de la que firm miles de ejemplares en 2022, incluso despus de que cerrara su stand a las 21 horas (Castillo sigui firmando durante ms de una hora en un banco improvisado, bajo una farola y a pesar de la llovizna intermitente).
La ancdota de los lectores inslitamente madrugadores da idea de cmo ha empezado este Sant Jordi que ha desbordado todas las expectativas. Y las calles. Antes del medioda ya costaba caminar por el centro, totalmente masificado. Aunque este ao el espacio reservado a las paradas de libros y rosas ha crecido hasta los 154.000 metros cuadrados (el equivalente a 22 campos de ftbol), an resultaba insuficiente: Las Ramblas, plaza Catalua y paseo de Grcia eran prcticamente impracticables a las horas de ms afluencia y bajo un sol veraniego.
La reina del noir escandinavo, Camilla Lckberg, se estrenaba en su primer Sant Jordi con La secta absolutamente sorprendida por los ros de gente con rosas y libros: «Es an ms loco de lo que nos esperbamos. Nuestros fans espaoles son los ms expresivos e intensos y pensbamos que Sant Jordi sera una locura, en el buen sentido de la palabra. Pero no podamos imaginar nada como esto». Junto a ella, su colega Henrik Fexeus, uno de los mentalistas ms clebres, con quien ya ha publicado dos libros a cuatro manos, aada: «En Suecia no tenemos nada parecido a esto. Es increble como se vuelca la ciudad entera…».
Al otro lado de la plaza Catalua, la veterana Julia Navarro, acostumbrada a que sus novedades ocupen el ranking de los ms vendidos, no paraba de firmar ejemplares de Una historia compartida (Plaza & Jans). «Es muy emocionante ver toda esta cantidad de gente, ms que otros aos. No hay una fiesta del libro igual, tan intenso y especial, con toda una ciudad en la calle comprando libros. Realmente, es una sacudida. Me gusta publicar libros en el primer trimestre del ao para poder venir a Sant Jordi», confesaba. Su caseta ha sido desde primera hora una de las ms abarrotadas, tambin por el tirn de sus compaeros de firmas: Mximo Huerta y Jorge Javier Vzquez. El primero se estrenaba en su nueva condicin de escritor y librero, «un matrimonio necesario que te hace entender mejor lo que significa un libro y un lector. Como librero, ayudas a la gente, casi como un farmacutico», contaba. En su librera Doa Leo de Buol, Huerta celebr ayer su primer y particular Sant Jordi, eso s, «desde una versin de fiesta, algo en lo que Barcelona es maestra», destac. Y fue el acto cultural ms multitudinario de un pueblo que no llega a los 10.000 habitantes. Mientras, Jorge Javier, el chico de Badalona, se senta literalmente en casa, repartiendo besos, abrazos y selfies con sus seguidoras (sobre todo son mujeres) que prcticamente parecen de su familia. «Es que han sido muchos aos ‘en casa de la gente’: 14 en Slvame, 5 con el Tomate… Tengo seguidores muy incondicionales, que me siguen siempre y vienen tambin al teatro», admita mientras firmaba su libro Antes del olvido. De su primer Sant Jordi como autor, hace ya 10 aos, cuando public La vida iba en serio, recuerda el consejo que le da una seora mayor: «Disfrtalo, porque todo esto tambin pasar». Y l lo disfruta.
Aunque apenas la separaban 20 metros, llegar hasta la parada de Eva Garca Senz de Urturi era una odisea. «Es una locura la gente que hay, literalmente. En mi primera firma ms de media cola se ha quedado fuera. No da tiempo en una hora», se lamentaba. Y solo en su primera hora, ya firm a cuatro Evas seguidas y a fans que han venido desde Canarias, Grecia, Pars o Mallorca, incluso su traductora al polaco. «No me haba pasado que viniera gente de tan lejos», reconoce la que lleva seis aos seguidos copando el podio de los libros ms vendidos para Sant Jordi. Y este ao promete repetir con El ngel de la Ciudad. Como el huracn Elsabet Benavent, que firmaba en el mismo stand. «Hace 12 das que he sacado el libro y que se coloque en el top de ms vendidos es una alegra. El da est yendo muy bien, como cada ao. Me hace muchsima ilusin reecontrarme con mis lectores», deca Benavent, que luca unas uas en naranja y azul, a juego con la portada de Cmo no escrib nuestra historia, su novela nmero 23.
80 aos de El Principito
El Principito ha sido uno de los grandes protagonistas de Sant Jordi. En la plaza Real destaca la parada azul noche de la emblemtica Livraria Lello de Oporto, una de las ms bonitas del mundo. No es habitual que libreras extranjeras tengan su propia parada en Sant Jordi y Lello ha dedicado su stand al Principito para presentar en exclusiva su exquisita edicin conmemorativo de los 80 aos de la inmortal fbula de Antoine de Saint-Exupry: toda en azul y con las letras plateadas (a un precio de 25 euros). «Es la primera vez que vendemos libros fuera de la librera y Sant Jordi era la oportunidad perfecta porque es la fiesta literaria ms grande», seala Andrea Ferreira, directora de comunicacin de Lello. Su presencia en Barcelona ha despertado tanto inters que «mucha gente de Madrid tambin nos pregunta si vamos a ir a la Feria del Libro», admite.
Adems de todo un stand con diversas ediciones de El Principito y en varios idiomas, Lello ha trado una de sus joyas de biblifilo: dos primeras ediciones de 1943 firmadas por Saint-Exupry con una letra menuda y estrecha, un tanto infantil, que bien podra ser la de su Principito. En una vitrina se muestra el ejemplar 272 de la serie de 525 que se public en Estados Unidos. En plena Guerra Mundial, El principito vio antes la luz en ingls y, un poco despus, en francs: en otra vitrina, se expone el ejemplar 61 de 266 de la edicin francesa. «Uno de nuestros sueos era ser el principal coleccionista de libros del mundo. Tenemos primeras ediciones de Pinocho, Moby Dick o El mago de Oz. Queremos ensear que los libros tambin son obras de arte», reivindica Ferreira.
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