Un antiguo directivo de Audi entona el ‘mea culpa’ por el ‘caso Dieselgate’
07/05/2023 08:30
Actualizado a
07/05/2023 08:30
Aunque parece que haya pasado media vida, el escándalo de las emisiones del Grupo Volkswagen se desveló hace sólo ocho años. Corría el 2015 cuando la agencia medioambiental americana, la EPA, destapó uno de los mayores escándalos que el mundo del motor haya conocido nunca. Conocido popularmente como el Dieselgate, todo el panorama internacional se vio sacudido por un fraude que tapaba algunos de los más oscuros secretos del mundo. Hoy, algunos de los responsables de la trama se enfrentan a acusaciones muy serias que pueden llevarles directamente a la cárcel.
La EPA demostró que todo el Grupo Volkswagen mentía en sus declaraciones de emisiones de motores diésel. Un software oculto en el cerebro de sus coches falseaba los datos que recibían las instituciones, asegurando contaminar menos de lo que realmente hacían. El fraude tuvo un impacto sideral en toda la cúpula directiva del conglomerado alemán. El antiguo CEO de Audi, Rupert Stadler, fue uno de los más señalados. El 16 de junio de 2018 fue detenido por las autoridades alemanas por su implicación, aunque pronto estuvo en libertad con cargos. Pero los problemas para el exjefe de la marca de los cuatro aros no acabaron ahí, ya que ahora debe enfrentarse a otro juicio en Estados Unidos.
El proceso legal lleva abierto desde el 2020 y durante estos años ha quedado más que demostrado su papel fundamental en la trama del Dieselgate. Las perspectivas para Stadler, que cumple ahora 60 años, no son nada buenas ya que puede enfrentarse a una pena de cárcel de hasta dos años. En el mismo juicio participan otros dos protagonistas de la trama: otro antiguo ejecutivo de Audi, Wolfgang Hatz, y uno de los ingenieros acusados de participar en el trucaje del sistema informático. Ambos se han declarado culpables y esperan reducir el impacto de la sentencia.
Todo parece indicar que Rupert Stadler ha optado por la misma medida. Tal y como han declarado sus abogados, el empresario alemán está listo para confesar su papel en el escándalo de las emisiones del Grupo Volkswagen. La declaración oficial ante el juez tendrá lugar el próximo día 16 de mayo. Por ahora, se desconoce si será el propio Stadler el que entonará el mea culpa o lo hará a través de sus abogados. La confesión llega tras firmar un acuerdo con la Fiscalía, aunque las negociaciones han sido más duras de lo esperado.
En primera instancia, los fiscales encargados del caso solicitaron al empresario el pago de dos millones de euros por los salarios percibidos por la dirección de Audi y por el papel dentro del Grupo Volkswagen. Sin embargo, Stadler ha asegurado que esa cantidad era inasumible dados los gastos a los que tiene que hacer frente por su defensa legal y porque actualmente no percibe dichas remuneraciones. Finalmente, se compensará con un pago de 1,1 millones de euros a cambio de suspender la sentencia que le librará de la cárcel.
Está claro que el caso del Dieselgate cambió la industria del motor por completo. La llegada de la movilidad eléctrica ha supuesto toda una revolución para el mercado. El panorama ha cambiado radicalmente, aunque Volkswagen sigue sufriendo los problemas de imágen generados en Estados Unidos. En un lavado de imagen completo, el Grupo Volkswagen apuesta ahora por la electrificación de todas las marcas. Volkswagen, Audi, Skoda y SEAT/CUPRA lanzan nuevos modelos eléctricos de forma constante y muchos más que están por llegar. Una forma, parcial, de compensar el daño provocado.