Un pequeño pueblo manchego se levanta contra la ampliación silenciosa de una mina
Organizaciones sociales y ecologistas del municipio manchego de Naharros y la Serranía de Guadalajara, así como el propio ayuntamiento de la localidad han presentado este jueves ante la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, sus alegaciones contra la pretensión de abrir una nueva mina en la localidad, “por los daños irreversibles que provocaría a la salud de los vecinos, el futuro del pueblo y de la propia Serranía”. Del mismo modo, reclaman medidas de apoyo al desarrollo sostenible de la comunidad local, azotada por la despoblación rural. Bajo el lema “Por la supervivencia y desarrollo sostenible de nuestro pueblo, nuestra comarca”, se han unido la Asociación Salvemos Naharros y su Serranía, la Asociación Serranía de Guadalajara, el Ayuntamiento de Naharros y los grupos locales de WWF-España y Ecologistas en Acción Guadalajara y hacen un llamamiento a concurrir al proceso de alegaciones públicas que concluye este viernes.
“Llevamos con una mina en nuestro pueblo más de cuarenta años donde se ha fingido una cara amable de sus efectos. Todo parecía bonito y sin efectos hasta que nos hemos enterado de que van a abrir un nuevo frente de explotación”, denuncia la representante de la Asociación Salvemos Naharros y su Serranía, Laura Alonso Roldán.
Las alegaciones se oponen a la pretensión de Cuminer S.A. de abrir esa nueva mina a cielo abierto en Sierra Bajera, a solo 600 metros del núcleo urbano de Naharros, una explotación que, aseguran, “generará polvo de sílice cancerígeno y acabarán con el único patrimonio de la zona: su entorno natural”. Ante este “despropósito”, se han unido entidades de diversas sensibilidades sociales para reclamar a la Administración regional apoyo a programas de desarrollo sostenible, que frenen la despoblación y propicien el bienestar de la comarca.
Según explica la representante de las vecinas, la pretensión de Cuminer S.A. “contradice” las recomendaciones de la ONU, la OIT y la UNESCO en materia de desarrollo sostenible y, en este mismo sentido, “perjudicaría actuaciones de la propia Junta de CastillaLa Mancha” como la declaración del Parque Natural Sierra Norte, la candidatura del Paisaje dulce y salado de Sigüenza y Atienza a Patrimonio Mundial, o el reciente programa de 2023 para que los antiguos pozos mineros de Hiendelaencina se abran al público.
“Si siguen adelante, el pueblo morirá. Vaciarán más todavía la España rural. La antigua mina ya lleva 40 años y lo único que ha hecho es producir polvo de sílice y producir enfermedades en la gente que ha trabajado como la silicosis. No podemos permitir que se repitan los mismos errores”, remata Laura Alonso Roldán en nombre de las vecinas de la zona.