Los expertos opinan: ¿está alcanzando la inteligencia artificial las capacidades humanas?
La carrera en la inteligencia artificial ha generado expectativas y preocupaciones como que esta tecnología será capaz de alcanzar las capacidades cognitivas del ser humano (AGI). ¿Cómo de lejos estamos de ese momento? ¿Deberíamos tener miedo?
Los rápidos desarrollos en inteligencia artificial han aparecido en un sinfín de titulares este año gracias al popular chatbot ChatGPT, los motores de búsqueda que lanzan sus propias herramientas de IA y las personas que usan diariamente algunas aplicaciones para crear imágenes, audio y vídeo desde cero y en segundos.
Pero algunas empresas y expertos en este tema están prestando cada vez más atención a lo que se conoce como inteligencia artificial general o AGI, que algunos esperan que anuncie la llegada de sistemas que son tan inteligentes como los humanos.
Es un objetivo ambicioso considerado durante mucho tiempo con una mezcla de miedo y expectativas muy positivas debido a un posible peligro de que se vaya de las manos. Los expertos en el campo de la IA tienen diferentes opiniones sobre qué tan cerca se está de lograrlo. Algunos creen que esto es cuestión de unos años, mientras que otros piensan que podría llevar varias décadas.
Quizá aquí la clave radica en el propio proceso de esta tecnología. Si los avances continúan ocurriendo a un ritmo tan rápido, es probable que llegue antes de lo que se cree.
Sin embargo, parece que actualmente existe una locura generalizada sobre sus peligros, que si bien existen, se estarían sobredimensionando. Algunos incluso se atreven a decir que la versión GPT-5 de OpenAI será una inteligencia general artificial, o AGI.
Es cierto que una preocupación clave es el desplazamiento de los trabajadores humanos a medida que las máquinas se vuelven capaces de realizar las mismas tareas. Otro tema importante a tener en cuenta es el mal uso potencial o las consecuencias no deseadas de esta evolución, especialmente si cae en las manos equivocadas.
«Hay tanto entusiasmo como preocupación en torno a la IA. Se están realizando esfuerzos significativos en la investigación y el desarrollo para maximizar los beneficios de la IA y minimizar sus desventajas. La dirección que tome en el futuro dependerá de cómo se manejan estos desafíos y de cómo se aplique la tecnología en diferentes sectores de la economía», explica para Computer Hoy Josué Pérez Suay, especialista en Inteligencia Artificial y ChatGPT.
Las complicaciones reales de alcanzar la AGI, ¿a qué realmente se debe tener miedo?
Si bien el avance tecnológico puede proporcionar grandes beneficios para la humanidad, es esencial garantizar que se alinee con los valores y objetivos para que todos puedan beneficiarse de sus avances sin comprometer un futuro compartido.
Como ya se ha explicado en otras ocasiones, se supone que las aplicaciones AGI replican la conciencia humana y las habilidades cognitivas sin problemas. Sin embargo, los desarrolladores de esta tecnología no pueden diseñar redes neuronales que puedan recrear la conciencia artificial en un laboratorio, al menos no todavía. La conciencia humana es demasiado abstracta y asimétrica.
Otro problema que se puede observar es que la IA, a pesar de todas sus increíbles capacidades, todavía se ejecuta en algoritmos y programas informáticos cuidadosamente creados que, por un lado, pueden fallar y dejar de funcionar como ocurre con el resto de herramientas y, por otro, cada decisión está respaldada por análisis y procesamiento de datos humanos.
Aquí realmente el miedo debería residir en cómo determinado gobiernos o cuerpos de seguridad o incluso determinadas empresas hacen uso de esta novedad en tecnología más que si esta es capaz de alcanzar las capacidades cognitivas humanas.
«Algunas personas, los militares, los actores estatales independientes, los grupos terroristas, querrán casar esa tecnología avanzada con la capacidad de guerra. Y eso no es algo que queramos hacer sin pensarlo muy, muy cuidadosamente», explica Christof Koch, científico jefe del Programa Mindscope en el Instituto Allen de Seattle, en una entrevista para IEEE Spectrum.
En última instancia, el camino hacia AGI va a requerir de grandes avances tecnológicos y consideraciones éticas —y una buena regulación— a medida que se vaya acercando el progreso a la creación de sistemas con inteligencia similar a la humana.
«Todo es una cuestión de perspectiva. Por un lado, la IA tiene un potencial increíble para impulsar la productividad y la eficiencia, y para desbloquear nuevas oportunidades económicas. Por otro lado, hay riesgos y desafíos legítimos que deben abordarse, y es importante que seamos conscientes de ellos y que tomemos medidas para mitigarlos», añade el experto entrevistado.
En pocas palabras y si bien se han logrado avances en la investigación de IA, lograr la AGI sigue siendo una hazaña realmente compleja debido problemas como limitaciones de datos, restricciones de hardware y consideraciones éticas. Sin embargo, los expertos son optimistas sobre su potencial para revolucionar la industria y cambiar el mundo.
Aún está por ver si está a la vuelta de la esquina o no. «La AGI sigue siendo un objetivo a largo plazo y es probable que se necesiten muchos más avances en diversos aspectos de la IA para alcanzarlo«, finaliza Josué Pérez Suay.