Los últimos reportes del James Webb no dan muestra de más planetas habitables
El Telescopio Espacial James Webb (JWST) analizó el exoplaneta de constitución rocosa TRAPPIST-1 c, uno de los más atrayentes para los astrobiologos y astrónomos por sus condiciones estelares. Hasta hace poco, el planeta era uno de los principales candidatos en la lista de planetas habitables, pero los últimos datos de JWST lo han descartado y, junto a él, incontables planetas con mismas circunstancias.
TRAPPIST-1 c es uno de los siete planetas que orbitan alrededor de una estrella enana roja, y uno de los cuatro planetas de ese sistema solar que se encuentran en una zona potencialmente habitable, donde reciben la correcta radiación y fuerza gravitacional como para crear una atmósfera amigable para la vida.
El planeta que estudió el JWST es conocido como el ‘gemelo’ de Venus, pues tiene un tamaño similar y la radiación que recibe de su sol, sería la misma. El telescopio apuntó al planeta y, con la ayuda de sus instrumentos infrarrojos, consiguió medir su temperatura diurna. Los resultados no fueron alentadores. TRAPPIST-1 c presentó una temperatura de 107 grados Celsius en su lado luminoso.
El exoplaneta es mucho más frio que, por ejemplo, Venus cuya temperatura se calcula en 453°C. La lectura, en conjunto con otras características como la cantidad de luz que refleja el planeta, aporta la suficiente evidencia como para que los científicos determinen que TRAPPIST-1 c no cuenta con una atmósfera. Los planetas habitables deben suponer una atmósfera lo bastante densa como para crear una cápsula donde se desarrolle el clima y otros fenómenos atmosféricos.
“Nuestros resultados son consistentes con que el planeta sea una roca desnuda sin atmósfera, o que el planeta tenga una atmósfera de CO2 realmente delgada. Si el planeta tuviera una atmósfera espesa de CO2, habríamos observado un eclipse secundario muy poco profundo (técnica con la que calcularon el brillo de la luz). Esto se debe a que el C02 absorbería toda la luz de 15 micrones, por lo que no detectaríamos ninguna proveniente del planeta” explicó Sebastian Zieba, el principal autor del estudio publicado en el portal Nature.
Con las nuevas observaciones se hicieron modelos para determinar la posible química del planeta. Los científicos a cargo del análisis concluyeron que TRAPPIST-1 c nunca tuvo la suficiente agua (desde su formación) como para considerarse habitable.
Los planetas como el recientemente analizado son los más comunes que existen dentro de las zonas habitables de enanas rojas. Para los científicos, la revisión de JWST y sus conclusiones “definitivamente reducen la cantidad de planetas que podrían ser habitables”.
Hace algunos meses, los científicos también descartaron a TRAPPIST-1 b, del mismo sistema solar, como un exoplaneta no habitable. Ahora solo quedan otros dos que tienen probabilidades de ser habitables en una estrella situada a 40 años luz de la Tierra.
Las estrellas enanas rojas son las más comunes en la galaxia. Son cuerpos ‘fríos’, con una temperatura superficial de entre 2,000°C y 3,000°C. Son pequeñas y cuentan con hasta un tercio de la masa de nuestro Sol. Los científicos creen que, si existen planetas habitables en el universo, deben de estar orbitando alrededor de enanas rojas.