¿Le muevo la pancita? – El Universal
“Ríete, abraza, besa a este niño, no, monta bicicletas, quítate la camisa para que vean que estás fortachón, mueve la panza, le muevo la barriga”.
La ironía es del mismo presidente López Obrador al referirse a las estrategias electorales que dijo que publicistas les recomiendan a los candidatos en campaña.
Alertaba a sus “corcholatas” de que no fueran a caer en la tentación del ridículo, en el que de por sí ya se enlodan desde la primera semana de su recorrido por el país.
Son “aspirantes” de Morena a la Coordinación de Defensa de la Transformación que viajarán a todo México, en los próximos dos meses.
Se trata de una simulación en realidad, para no llamar a las cosas por su nombre: precandidatos a la presidencia de la República, en campaña.
Pero no pueden llamarse así porque violarían la Ley Electoral que los propios partidos políticos impulsaron y aprobaron en el Congreso, en 2014, y los castigarían por actos anticipados de campaña que les costaría la mismísima candidatura.
Así que parecen, caminan y graznan como gansos, pero quieren que creamos que son gorriones. Como sea, lo que no pueden fingir es que harían lo que fuera necesario para lograr su cometido.
Esta semana, la primera de su precampaña electoral, la favorita Sheinbaum madrugó a sus contrincantes el domingo, con un acto en Xochimilco. Ya con el inicio formal de las campañas estuvo de pisa y corre en Veracruz, luego en Oaxaca, de ahí a Hidalgo, Tlaxcala y Baja California, donde quiere aplicar la vieja fórmula del ya ganamos, proclamándose vencedora de las encuestas.
Marcelo Ebrard estuvo en la Ciudad de México, Estado de México y Sinaloa, donde ordeñó vacas, visitó una plantación de mangos y echó redes al mar. Sin embargo, no pudo cachar a Andy, el hijo del presidente, a quien le ofreció la titularidad de lo que será la Secretaría de la 4T. Mala pesca.
Ricardo Monreal se puso creativo con el “MonriGame”, un videojuego que lo pinta como héroe. También se adelantó con una gira religiosa que comenzó en la Basílica de Guadalupe. Ha estado, además, en el Estado de México, Puebla, Hidalgo y Zacatecas.
Adán Augusto López quiso comenzar en tierra agreste y fue a Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, y de paso a San Luis Potosí, que gobierna el Verde. Quizás muchas actividades para un hombre en su condición pues en un trayecto a pie ya lucía agitado y con la lengua de fuera. (¡Claro! No es lo mismo a ras de tierra que “enmarcado”, caminando por Prado Norte, en las Lomas de Chapultepec, como se le ha visto).
Gerardo Fernández Noroña comenzó también en Oaxaca, aunque él imaginó que estaba en Puebla y cuando le hicieron ver su error elegantemente dijo que ya había valido madre.
Luego siguió en Tlaxcala y si fue a Puebla, donde exigió la cabeza del secretario de Gobierno, Julio Huerta, a quien acusó de coordinar la campaña de apoyos a Sheinbaum. Manuel Velasco llevó a sus hijos al registro, y tuvo que bajarse momentáneamente de la búsqueda de preferencias en la encuesta, que comenzó en el Estado de México, por un problema de salud de su esposa, la cantante Anahí.
Como personajes de película gacha, todos dispensaron saludos por doquier, se abrazaron con quien fuera, compartieron babas, repartieron besos y se tomaron selfies a diestra y siniestra.
Lo que sea para lograr la candidatura y luego ganar la elección presidencial. Porque de que la doctora y Morena van a ganar, van a ganar.
¿Algo memorable de esta primera semana, además de la ocurrencia de Marcelo que quiso embarcar a Andy y se dejó ver con Pio?
NO. Pura pirotecnia.