La Fiscalía de Medio Ambiente pide actuar para prevenir las muertes de aves en las pistas de pádel
Las pistas de pádel también pueden ser una trampa mortal para las aves, incluidas las especies protegidas. La Fiscalía General del Estado considera que las administraciones deberían actuar para prevenir las colisiones mortales de aves en las pantallas acristaladas de estas instalaciones deportivass.
La unidad de medio ambiente de la Fiscalía del Estado ha firmado un decreto administrativo enviado a los responsables del cuerpo de agentes rurales de Barcelona en el que deja clara su posición a favor de que se actúe en este campo para prevenir los accidentes y muertes de aves a causa de las frecuentes colisiones en estos acristalamientos.
En base a la nueva legislación insta a las administraciones a “impulsar cuantas medidas fueran pertinentes” para garantizar la protección de las aves.
Una incidencia general
El decreto administrativo de la Fiscalía con esta petición se ha dirigido a los agentes rurales de la Generalitat, aunque el problema detectado se produce en otros lugares de España, por lo que la petición será extensible en próximas fechas a otras zonas donde proliferación estas pistas.
La Fiscalía General, a través de su unidad de medio ambiente, explica en el escrito enviado que ha emprendido esta iniciativa al tener conocimiento de la muerte de un importante número de aves, de todo tipo, como consecuencia de las diferentes pantallas transparentes, especialmente en las pistas de pádel.
La petición señala a los agentes rurales que deben proceder “al estudio sobre la incidencia que están teniendo los acristalamientos de las pistas de pádel, e instalaciones similares, en las muertes por colisión de diversos tipos de aves”.
Animales retirados
Un estudio preliminar realizado por este cuerpo confirma que las superficies acristaladas son “una seria amenaza para las aves”. No obstante, no se ha podido cuantificar el grado real de mortandad de las aves, “habida cuenta el hecho de que, con frecuencia, los restos de los animales son retirados directamente por particulares encargados de las citadas instalaciones, por los servicios de limpieza o por sus depredadores naturales de las aves muertas”.
El escrito enviado a los agentes rurales indica que, además, se ha detectado que las aves insectívoras son las más perjudicadas por estas pantallas.
Ello conduce a pensar, señala la Fiscalía, la conveniencia de que las autoridades competentes se planteen “las medidas necesarias para garantizar la conservación de la biodiversidad” desde este punto de vista. Además, la mortalidad en primavera (período de cría), tiene un efecto multiplicador del daño al extender las pérdidas a las puestas y a las crías que dejan de ser atendidas.
Otras superficies e instalaciones que pueden resultar lesivas para la avifauna son las mamparas de paradas de autobús, de carreteras o los edificios acristalados.
Pocas medidas emprendidas hasta ahora
Actualmente, las medidas para evitar estas colisiones son prácticamente nulas, aunque existen diversas iniciativas de interés para prevenirlas, por lo que “desde la Fiscalía se insta a que se promuevan en todo el territorio nacional con la mayor rapidez posible”.
La Fiscalía toma como base la nueva normativa penal introducida en 28 de marzo del presente año en materia de malos tratos a animales. Esta normativa le hace considera que “las Administraciones competentes deberán proceder a impulsar cuantas medidas fuesen procedentes en pro de la preservación de la fauna, así como a adoptar las iniciativas que fuesen necesarias para evitar o disminuir estas colisiones”.
Sergi García, experto
Soluciones para poner fin a estos «agujeros negros de la mortandad»
“Cada año, cientos e incluso miles de aves se estrellan contra cristaleras que delimitan pistas de pádel y otras superficies acristaladas en fachadas que o bien no son perceptibles (por su transparencia total) o bien porque reflejan lo que tienen delante como un espejo”, dice el biólogo Sergi García. “Como el pádel es un deporte en expansión, y se abren nuevas pistas aquí y allí, es lógico que, siendo sus pantallas unas estructuras donde chocan las aves, se empiecen a señalar como agujeros negros de mortandad”, añade este experto en protección de la fauna.
“El problema existe y debe ser corregido, por el respecto que merece la vida de estos animales que pueden morir accidentalmente y porque puede afectar a especies en peligro, ya que estas inopinadas trampas mortales no hacen distingos”, indica.
Existen soluciones en el mercado que pueden ser instalados a posteriori y materiales que llevan incorporados elementos que hacen visibles a las aves estas estructuras, expone. Sergi García ve deseable que la legislación obligue a que las nuevas construcciones y rehabilitaciones incorpore estos elementos disuasorios, si se quiere seguir utilizando estas estructuras; pero sobre todo ve urgente corregir aquellas situaciones que supongan un mayor peligro. “Hay soluciones sencillas, como poner tiras de vinilo, en paralelo, dejando diez centímetros entre una y otra”, expone.