La Nebulosa del Gato Sonriente es la última gran foto que capturó el Observatorio Paranal, en Chile
El VLT Survey Telescope, ubicado en el Observatorio Paranal, en Chile, compartió su más reciente fotografía espacial. Se trata de una nube de materia de tonalidades rojas y naranjas que, en su conjunto, aparentan un rostro felino. Se trata de una parte de la extensa nublosa Sh2-284 a la que coloquialmente nombraron Nebulosa del Gato Sonriente.
La Nebulosa del Gato Sonriente se encuentra en la constelación de Monoceros, a 15 mil años luz de distancia de la Tierra. El rostro del felino es lo que los científicos catalogan como una ‘guardería estelar’ por su alta concentración de materia y gas que, conforme pasan los eones, interactúan entre sí para convertirse en estrellas. La nebulosa tiene una extensión de 150 años luz de ancho. Es un gato cósmico realmente grande.
La impresionante imagen se consiguió con la infraestructura del Observatorio Europeo del Sur (ESO) instalada en el desierto de Atacama en Chile. El VLT Survey Telescope, con un tamaño de 2.6 metros, tiene la capacidad de rastrear distintas longitudes de onda como la luz ultravioleta, la luz visible y el espectro infrarrojo cercano. Su posición anclada en el hemisferio sur de la Tierra solo permite captar imágenes extensas de una pequeña parte del cielo, en un fragmento de tiempo determinado, operada incansablemente para continuar mapeando el plano galáctico.
La Nebulosa del Gato Sonriente es estudiada por ser una cuna de estrellas
A diferencia de otras fotografías de nebulosas que son coloreadas artificialmente para su mejor comprensión, los colores rojos de la Nebulosa del Gato Sonriente son ‘naturales’. La ESO explica que la radiación de las estrellas jóvenes que contiene es tan potente que ioniza el gas de hidrógeno del que está compuesta la nube. Este proceso es el responsable de pintar de brillantes notas de naranja y rojo el espacio.
La caprichosa forma de gato de la nebulosa tiene una explicación. De acuerdo con la información oficial, la ‘nariz’ y los pilares que dan estructura al rostro son obra del choque de cúmulos de materia de distintas densidades.
“Los vientos del cúmulo central de estrellas alejan el gas y el polvo en la nebulosa, ahuecando su centro. Cuando los vientos se topan con bolsas de material más densas, estas ofrecen mayor resistencia, lo que significa que las áreas que hay a su alrededor se erosionan primero. Esto crea varios pilares que se pueden ver, a lo largo de los bordes de Sh2-284, apuntando al centro de la nebulosa” explica el blog oficial del ESO.
El ESO continúa mapeando las estructuras espaciales que se encuentran en el cielo nocturno del hemisferio sur de la Tierra. En los últimos meses, el equipo de astrónomos se ha enfocado en investigar los sitios donde nacen las estrellas para responder algunas incógnitas que actualmente tiene la comunidad científica.
“Las estrellas se forman cuando las nubes de gas y polvo colapsan por su propia gravedad, pero los detalles de cómo sucede esto no se comprenden completamente. ¿Cuántas estrellas nacen de una nube? ¿Qué tan masivos son? ¿Cuántas estrellas tendrán también planetas? Para responder esas preguntas, estudiamos el espacio en el Observatorio Paranal, en Chile” explicó el observatorio.