Las claves de la inhabilitación durante ocho años de Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil

Lo nuevo: El expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido condenado a ocho años de inhabilitación por el Tribunal Superior Electoral (TSE) del país. Como las elecciones presidenciales se celebran cada cuatro años en Brasil y el periodo de inhabilitación empieza a contarse desde los comicios de 2022, Bolsonaro no se podrá presentar como candidato a liderar Brasil hasta 2030.

Esta decisión, que es recurrible, fue tomada el 30 de junio por el pleno del TSE por cinco votos a dos. Los miembros del pleno dictaminaron que Bolsonaro, de 68 años, cometió abuso de poder y empleó los medios de comunicación “para defender una agenda personal y electoral tres meses antes de las elecciones”, en las que finalmente salió victorioso su principal contrincante, Lula da Silva.

El contexto. En octubre de 2022 se celebraron las elecciones presidenciales en Brasil, en las que principalmente se disputaban el poder Bolsonaro (que presidía el país) y Da Silva (que lo había presidió años antes y que ahora buscaba renacer tras salir de la cárcel). Las encuestas daban la victoria a Da Silva. 

En ese contexto, Bolsonaro comenzó a difundir desinformación contra la fiabilidad del proceso electoral, como contamos en Newtral.es. Según el comunicado del TSE sobre la inhabilitación de Bolsonaro, este “instigó a su electorado y a otros indecisos contra el sistema electoral y contra las urnas electrónicas”, que al ser muy visuales facilitan el voto a las personas que no saben leer o escribir.

El TSE destaca uno de los eventos llevados a cabo por Bolsonaro para sembrar dudas sobre el sistema electoral de Brasil. Este se produjo el 18 de julio del año pasado, cuando el entonces presidente reunió en Brasilia a unos 40 embajadores extranjeros. En el encuentro participaron representantes de Estados Unidos y de varios países europeos, así como del resto del mundo, como informó entonces El País. Ante todos ellos, Bolsonaro lanzó acusaciones como que “el sistema [electoral] es totalmente vulnerable”. Su discurso también fue retransmitido por la televisión.

Según uno de los miembros del pleno del TSE, “la reunión como jefe de Estado sirvió para autopromocionar al candidato y atacar el sistema electoral por el que él mismo fue elegido en 2018”.

El protagonista. Tras conocer la inhabilitación de ocho años, Bolsonaro dijo ante la prensa que había sufrido “una puñalada por la espalda”. “Hace poco me intentaron matar en Juiz de Fora, me apuñalaron en el estómago. Hoy recibí una puñalada en la espalda con la inelegibilidad”, indicó el expresidente en referencia al apuñalamiento que sufrió durante un mitin en el año 2018 en ese municipio. “¿Eso es un crimen? ¿Abuso de poder político? ¿Por defender algo que siempre defendí como parlamentario [el voto impreso]?”, añadió.

Antes de que se supiese la decisión del TSE, Bolsonaro ya dejó caer en una entrevista a Rádio Itatiaia que, en caso de ser inhabilitado, apelaría al Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF). 

Ahora qué. En el comunicado del TSE, se señala que la decisión de condenar a Bolsonaro a ocho años de inhabilitación será comunicada “inmediatamente”, entre otras figuras, “al procurador general electoral para analizar posibles medidas en el área penal”, así como “al Tribunal de Cuentas debido a la probable utilización de bienes y recursos públicos en la preparación de los eventos en los que se consumó el abuso electoral”.

El dato. Además de este caso, el expresidente ultraderechista tiene abiertos otros frentes con la justicia. Como recopila el medio brasileño Folha de S. Paulo, Bolsonaro tiene otras causas abiertas. 

• En el TSE: por presuntamente usar eventos oficiales para obtener ventaja electoral, por el uso de redes sociales para difundir desinformación para alterar el sentido del voto o por conceder beneficios fiscales en las vísperas de las elecciones, entre otros. 
• En el STF: por presuntamente haber estado detrás del asalto a la sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, por haber incitado a la población a no usar mascarilla durante la pandemia de COVID-19, por incitación a la violación e injurias contra la diputada federal Maria do Rosário o por presuntamente haberse quedado con unas joyas millonarias que recibió de la familia real saudí cuando era presidente.