Preguntas y respuestas sobre la presidencia española del Consejo de la UE
España preside desde este 1 de julio y hasta el 31 de diciembre el Consejo de la Unión Europea, una de las dos instituciones comunitarias, junto con el Parlamento Europeo, a las que le corresponde el papel legislador. No es la primera vez: desde que España ingresó en el club comunitario, en 1986, casi todas las administraciones han ejercido en algún momento ese papel, que corresponde por turno a todos los países de la UE durante seis meses. Le tocó dos veces durante los mandatos de Felipe González, una con José María Aznar y otra con José Luis Rodríguez Zapatero, en el primer semestre de 2010. No fue el caso de los Gobiernos de Mariano Rajoy, debido a que la ampliación del bloque ha espaciado las presidencias. Así, han tenido que pasar casi 14 años para que ahora vuelva a ser el turno de España.
Aquí hay algunas claves y aclaraciones de lo que supone ejercer este importante papel:
¿Qué es la Presidencia del Consejo de la UE?
Pese al título, la Presidencia del Consejo de la Unión Europea no implica ser presidente de la UE. En los próximos seis meses, España se encarga, exactamente, de coordinar y ejercer el papel de árbitro en los debates en el Consejo de la UE sobre las normas que haya planteado o vaya a plantear la Comisión Europea, a la que los tratados comunitarios atribuyen en exclusiva la tarea de redactar las propuestas legislativas (directivas y reglamentos) o las comunicaciones (escritos no vinculantes con los que la Comisión puede realizar una evaluación o aclaración de una determinada política en diversos ámbitos, salvo el de política exterior y seguridad).
¿Qué es el Consejo de la UE?
Es uno de los dos órganos legisladores que componen la Unión Europea. El otro es el Parlamento Europeo. Sin embargo, el Consejo de la UE tiene un mayor papel que la Eurocámara, ya que tiene competencias sobre más materias, no en vano es la institución en la que están los representantes/gobernantes elegidos soberanamente por la ciudadanía de cada uno de los 27 miembros de la UE.
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El Consejo de la UE agrupa a los Estados miembro, que están representados cada uno a nivel ministerial. El ministro que acude a la reunión está en función del tema que se vaya a tratar. Por ejemplo, a un Consejo de Agricultura y Pesca acude el titular de pesca, en la actualidad en España le corresponde a Luis Planas, y a un Consejo de Economía y Finanzas, el llamado Ecofin, van los responsables de Finanzas, Nadia Calviño en el caso español.
Hay 10 formaciones del Consejo, agrupadas por temas, y la presidencia de nueve de ellas le corresponde al país que ejerce ese semestre la Presidencia del Consejo. La excepción se da en el caso de Exteriores, en el que este papel recae en el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, cargo que ahora ejerce el español Josep Borrell.
En el Consejo, los Estados negocian para fijar la posición que mantienen respecto a las iniciativas planteadas por la Comisión Europea. Con esa posición, después se acude a negociar con el Parlamento, que debe haber fijado la suya por su cuenta, la redacción final del texto legal. Solo cuando ambas posturas coinciden plenamente con lo propuesto por la Comisión no hay negociación. Hay asuntos en los que el Consejo legisla en solitario, como los impuestos, puesto que este tema el Parlamento no tiene competencias.
¿En qué se diferencia el Consejo de la UE del Consejo Europeo?
El Consejo de la UE, integrado por ministros, es un órgano legislador que toma la mayor parte de sus decisiones por mayoría cualificada (55% de Estados que representan al menos al 65% de la población). El Consejo Europeo es un órgano eminentemente político; está formado por los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión y se expresa a través de conclusiones, que deben aprobarse por unanimidad. El presidente del Consejo Europeo no cambia desde que entró en vigor el tratado de Lisboa, en diciembre de 2009. En la actualidad ese papel lo desempeña el belga Charles Michel.
¿Qué papel ejerce el país que preside?
Durante estos seis meses, España tiene que ejercer el papel de moderador y coordinador de los debates. Este le limita a la hora de defender sus posiciones. No obstante, en algunos casos, como en la reforma de las reglas fiscales o en la del mercado eléctrico, la postura de Madrid ha quedado muy clara durante los debates que ya ha habido sobre estos temas. En lo que sí gana mucho margen de maniobra el país que ostenta la Presidencia es en el ritmo que da a determinados debates, ya que pasa a controlar la agenda. No es que se pueda arrogar en exclusiva los temas de los que se habla en el Consejo, pero sí tiene capacidad para imprimir más o menos velocidad.
¿Qué prioridades tiene España en este semestre?
España se ha fijado como objetivo rematar importantes directivas medioambientales, económicas y sociales. Entre otras, impulsará la directiva sobre violencia contra la mujer y violencia doméstica, la primera norma europea específicamente dedicada a esta materia, que como el resto de avances sociales enfrenta el rechazo de la ultraderecha. Además, busca Completar la reforma del mercado eléctrico, avanzar en el pacto migratorio, que busca instaurar una cantidad de reubicaciones obligatorias a repartir entre todos los Estados miembros. Otra de las metas es la revisión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
¿Ejercerá España sola la Presidencia?
Desde que entró en vigor el tratado de Lisboa, las presidencias se organizan en grupos de tres países. Se sigue manteniendo el tradicional semestre en el que un país preside el Consejo, pero debe coordinarse con otros dos para que haya continuidad en la agenda durante año y medio. España comparte este grupo con Bélgica y con Hungría, los países que le sucederán en la presidencia. Con ellos ha tenido que trabajar para planear el desarrollo de la agenda legislativa europea, recogiendo el testigo del trío que han formado Francia, República Checa y Suecia.
¿Cuántas veces ha presidido España el Consejo?
La que ahora empieza es la quinta. A los Gobiernos de Felipe González les tocó ejercer este papel en dos ocasiones: una en el primer semestre de 1989, la primera vez que España se hizo cargo de esta tarea, y otra en la segunda mitad de 1995. La tercera vez le correspondió al Gobierno de José María Aznar, entre enero y junio de 2002. La cuarta y última hasta ahora fue con José Luis Rodríguez Zapatero en la primera mitad de 2010, en medio de la crisis financiera y cuando se vio abocado a anunciar los recortes presupuestarios. El espacio creciente que se observa entre cada presidencia está provocado por las ampliaciones de la UE que hubo después de que España entrara al club, en 1986. Con el ingreso de España y Portugal ese año, la llamada entonces Comunidad Económica Europea tenía 12 miembros. Ahora son 27, tras la salida de Reino Unido. Y en todos esos años no ha cambiado el mecanismo por el que se decide qué país preside el Consejo: por turno y durante seis meses.
¿Hay precedentes de que se celebren elecciones durante la presidencia o han cambiado gobiernos?
Sí. En Francia en 1995 se celebraron las elecciones presidenciales que dieron paso al primer mandato del conservador Jacques Chirac, en sustitución del socialista François Mitterrand. Ambas cosas sucedieron mientras el país presidía el Consejo. También en Francia el año pasado se celebraron elecciones presidenciales y legislativas durante su semestre al frente de la UE. Aunque en este caso, no hubo cambios al frente de la República. Otro precedente de cambio de Gobierno se encuentra en República Checa en 2009, cuando el Ejecutivo de Mirek Topolanek perdió una moción de censura y fue reemplazado por Jan Fischer. Aquel semestre la presidencia checa tuvo sobre la mesa asuntos tan importantes como la guerra del gas de Rusia a Ucrania.
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