¿Existen los extraterrestres? El hallazgo de un profesor de Harvard que respondería a esta pregunta
¿Existe vida más allá de la Tierra? Esta pregunta lleva instalada en la ciencia y en la sociedad desde tiempos inmemoriales y ha servido de inspiración a la hora de crear películas, libros o, incluso, teorías conspirativas. A pesar de que todavía no hay una respuesta, de vez en cuando obtenemos nuevos indicios con los que damos un paso más en esta cuestión.
El último de ellos lo ha encontrado por un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard. El equipo de Avi Loeb, profesor de la prestigiosa universidad y director del Proyecto Galileo, descubrieron un material de los restos de un meteorito que cayó delante de la costa de Papúa Nueva Guinea hace nueve años.
Un material, ¿de origen tecnológico?
El material, el cual llamaron ‘IM1’, fue recolectado utilizando un imán de trineo. Tras ser estudiado por los científicos, descubrieron partículas minúsculas semejantes a esferas. Loeb, en declaraciones al portal británico ‘The Sun’, afirmó que parecían «esferas perfectas» y eran de colores «llamativos».
Loeb explicó que, en estos momentos, su equipo está tratando de responder dos preguntas en torno a estas partículas. «La primera pregunta es si el IM1 interestelar está basado en algún material y podemos distinguirlo del sistema solar. Entonces, la segunda pregunta sería si es interestelar, ¿es natural o artificial?«, apuntó.
En este sentido, señaló que este material es una aleación cuyo origen podría ser de carácter «tecnológico» y que la mejor manera de demostrarlo o desmentirlo es «encontrar, si la hay, una reliquia en el fondo del océano».
Por otro lado, Loeb añadió que estas partículas tienen una mayor resistencia que la de los meteoritos de hierro, ya que mantuvieron su «integridad» antes de alcanzar la atmósfera inferior. Concretamente, el material es más fuerte que cualquiera de los 272 meteoritos que han investigado los trabajadores de la NASA.
Posible prueba de vida extraterrestre
Así, el profesor asevera que este descubrimiento podría ser determinante a la hora de saber si el ser humano está solo, o no, en el universo. «Esto depende de lo que encontremos en las próximas semanas y cuando analicemos los materiales», recalca, «es algo que podemos abordar».
Por el contrario, si se determinase que el IM1 es de origen natural, sería igualmente «el comienzo de una nueva frontera». «Esta podría ser la primera vez que los humanos ponen sus manos en material interestelar. Esto nunca se había hecho antes. Nunca recibimos un paquete en nuestra puerta de un vecino cósmico», concluyó.