¿Por qué la Torre Eiffel y otros monumentos crecen en verano y se hacen pequeños en invierno?
Más de siete millones acuden a visitar la Torre Eiffel el año, convirtiéndola en uno de los monumentos más visitados del planeta. Una legión de extranjeros, que componen el 75% de ese número, llega a la ciudad del amor para inmortalizar el momento junto a la Torre Eiffel, pero sin percatarse de lo que le sucede en las estaciones de verano e invierno. Y es que dicho monumento se hace más grande y más pequeño, ¿pero por qué?
Como es normal, no es culpa del turista o de la persona que contempla la Torre Eiffel, ya que esta variación es mínima, pero el monumento de 330 metros que se construyó en 1889 alberga una particularidad.
¿Cómo fue construida la Torre Eiffel?
La Torre Eiffel fue diseñada en un inicio por los ingenieros Maurice Koechlin y Émile Nouguier y fue construida por Gustave Eiffel, un ingeniero civil francés. Esta obra se estrenó en 1889, con motivo de la Exposición Universal que se hizo en el Campo de Marte y se inauguró el mismo día de comienzo del evento, el 15 de mayo de 1889.
Gustave Eiffel fue un famoso ingeniero francés, quien además del monumento parisino construyó el Viaducto de Oporto, el de Garabit en Francia o la estación de Budapest en Hungría. Incluso construyó la Estatua de la Libertad de Nueva York, la cual fue entregada como un obsequio de su país a Estados Unidos por el centenario de la Declaración de la Independencia en 1886.
¿Por qué crece en verano y se hace pequeña en invierno?
La Torre Eiffel está hecha de hierro pudelado y aquí está la razón de la variación de su tamaño. El hierro está sometido a una refinación llamada pudelado, donde se quita el excedente de carbono, obteniéndose así un hierro casi puro. Por eso, cando hace mucho calor, este hierro se expande y, cuando es invierno, se contrae. En verano puede aumentar su estatura en unos 15 centímetros.