Pemex, el Lucifer del medio ambiente – Grupo Milenio
El derrame en la sonda de Campeche, México, que por medio de imágenes satelitales puede ser de alrededor de 400 km2, debe preocupar a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), al ser ésta una garante en el sector de hidrocarburos en México.
Pero en realidad, el derrame, según lo reportado por ciertas organizaciones ambientales, debería ser considerado hasta este momento como un tabú, ante la falta de una certeza física y fidedigna del hecho. Enseguida enumero las razones de lo anterior:
1. Cálculos realizados con la densidad del crudo de la sonda de Campeche. El volumen posible de acuerdo con el área reportada de 400 km2, según las imágenes satelitales, y la experiencia de derrames observados, debería haber vertido en el mar alrededor de 2.3 millones de barriles de crudo, suponiendo una altura del crudo de un metro por arriba de la superficie del mar (densidad mayor respecto al crudo) .
2. De acuerdo con las imágenes observadas, podría haber una altura de no más de entre 10 a 20 centímetros, esto de acuerdo con sistema Radar de Apertura Sintética (SAR) utilizado para detectar derrames, que indica posiblemente sea del tipo spreading. El total del crudo derramado podría estar entre los 200 a 400 mil barriles de volumen. Pero una regla indica que más de 90 por ciento del volumen del petróleo se encuentra en menos de 10 por ciento del área del derrame.
3. Esta cantidad de crudo representaría 35 por ciento mayor a la producción de un día de México; significará alrededor de siete a ocho barcos de 300 mil barriles, y 2 a 2.5 días haber dejado de exportar crudo.
4. En caso dado que fuera crudo derramado en el mar, a esta cantidad debió haberse aplicado el protocolo de derrames, lo cual significa el envío de barreras flotantes para controlar la mancha debido a que esta llegaría a las costas de Veracruz o Tamaulipas, causando un doble problema ambiental.
5. Automáticamente México debió alertar a Estados Unidos ante el posible cambio de las corrientes, y calcular si la mancha pudiera llegar a nuestro vecino, y ahí tendríamos un doble problema ambiental que sería nacional e internacional. Pero para pasar esto tendría que haber un descuido alto por parte de todas las secretarías y la propia empresa.
En su comunicado, Pemex determinó que fueron no más de 365 barriles derramados y esto en un área no mayor a 0.60 km2, lo que significa lo siguiente:
1. Que el derrame tuvo una longitud de 250 x 250 metros, por una altura del crudo sobre la superficie del mar de 1 metro.
2. En el dado caso de ser esta cantidad y el volumen, debió haber utilizado dispersantes que ayudan a descomponer el crudo y acelerar su biodegradación. Los dispersantes hacen que la mancha se convierta en pequeñas gotas de aceite y puedan degradarse en forma natural, pero dependerá del volumen y tipo de fauna que habita a donde hubo el derrame para no afectar al entorno.
Existen dos versiones del hecho y no debería haber una disputa por quien tiene la razón del derrame, sino coordinar esfuerzos con la información correcta para evitar un mayor mal al planeta. La industria de hidrocarburos contamina desde que es perforado un pozo para poner en superficie a los hidrocarburos para su transformación en combustibles, y estos últimos en mayor proporción dañan al ambiente por la actividad del ser humano, pero nadie dice algo al respecto.
Cada día México es contaminado con alrededor de 500 mil toneladas de CO₂ equivalentes por día, derivado del consumo de 1.2 millones de barriles diarios de gasolina y diésel, lo que significa lo siguiente:
1. Se requieren de alrededor de 355 mil hectáreas de bosques para eliminar el CO₂ producido por la contaminación automotriz.
2. Eso significa utilizar diariamente entre 0.8 a 1.0 por ciento del total de bosques que tiene México en su territorio.
3. El país tiene aproximadamente 138 millones de hectáreas de superficie forestal, de las cuales 35 millones son bosques.
4. El total de superficie forestal puede capturar alrededor de 180 millones de toneladas de CO₂, y cada hectárea tiene un promedio de absorción de 1.3 a 1.5 toneladas. Los bosques pueden capturar un promedio de 47 millones (25 por ciento del total).
Todo lo anterior siempre y cuando en las zonas de mayor densidad poblacional haya árboles. La realidad es que las zonas metropolitanas en México carecen de pulmones para eliminar la cantidad de contaminantes, además de que algunas ciudades mantienen la contaminación estática ante la falta de vientos o lluvias para limpiar al medio ambiente.
El entorno y el medio ambiente en México está en duda para el futuro. Requerimos una mejor participación de la Semarnat, la Comisión Reguladora de Energía, la ASEA, y la Secretaría de Energía para establecer una política clara y bien definida de largo plazo sobre la calidad del aire, y que ésta no se cambie en cada nueva administración que llegue. La industria de la energía hoy no solo debe generarla sino deberá incluirse en cada fase que tenga lugar la captura de carbón u otra tecnología que minimice las emisiones de contaminantes al planeta.
Actualmente en México hay una propuesta de poder tener un mayor número de kilómetros por litros recorridos en los motores de combustión, y esta debería influir en el tipo de vehículos que circulan en el país, tener mejor tecnología, y dejar de incorporar autos con obsolescencia en los motores en cuanto al rendimiento.
México debe tener una calidad en los combustibles ante una normatividad inflexible. Debe haber mejores aditivos para los combustibles como oxigenantes o poder tener una biodiversidad como los biocombustibles, los cuales tienen un origen orgánico, y pueden contaminar en menor cantidad, al compararse con los de cadena más larga en carbonos presentes, como los que provienen de las refinerías con crudo líquido de los hidrocarburos.
Existe una mayor contaminación diaria en el consumo final, derivado de un mayor número de motores circulando en el mundo y México.
Los accidentes por contaminación en la industria de hidrocarburos son todos los días, y su impacto es mayor cuando acontece uno derivado que afecta en el presente, pero las emisiones generadas por los motores es diaria y continua.
En la realidad, las industrias del sector energía tienen una repercusión directa al cambiar de forma inmediata el entorno donde están, realizando alteraciones químicas o físicas por el derrame de materias primas como el petróleo crudo, y/o quema de gases a la atmósfera, como el natural proveniente de los hidrocarburos. Pero adicionalmente existen accidentes como en las plantas nucleares, entre otros, los cuales ocasionan daños al medio ambiente.
La industria de la energía tiene un alto riesgo operativo, ambiental, y económico. Todos los países en este siglo XXI dependen de ésta para que su economía crezca en el futuro. Ahora, deben considerar invertir para mitigar, eliminar y buscar cómo evitar las emisiones de CO2 contaminantes o el calor al medio ambiente. Los seres humanos están cómodos hoy pero en el futuro, al no haber invertido en el medio ambiente, tendrán una vida con un mayor costo de la energía y con una calidad del aire deteriorada que afectará su salud.