Muere permisionario de pesca en Progreso de secuelas del Covid – El Diario de Yucatán
PROGRESO.— El permisionario pesquero José del Carmen Betancourt Ávila, “Chepa”, 56 años de edad, falleció de secuelas de Covid-19 el lunes 7 pasado en una clínica de la ciudad de Mérida.
En 2020 “Chepa” sobrevivió al Covid-19, tras estar grave, intubado y en coma inducido, pero quedó con secuelas que tres años después le causaron la muerte.
En entrevista que concedió al Diario en marzo de 2021, Betancourt Ávila dijo que “Dios me dio la oportunidad para vivir, mi salvación y recuperación es un milagro, soy católico, creo en Dios, nunca pensé que me salvaría y regresar con vida a mi casa de Chicxulub; tuve mucho miedo, cuando me faltaba el aire sentía que me moría, por eso cuando llegué a la clínica pedí que me intubaran porque ya no aguantaba”.
También dijo que padecía cáncer, lo que le hizo perder muchos kilos, pero se mantenía optimista y activo en lo que podía. Trabajó en la pulpeada en 2022 y a fines de julio pasado dijo que se vislumbraba una buena pulpeada pero los precios no estaban muy atractivos.
Como dueño de lanchas con permisos de pesca dio empleo a 50 ribereños.
Covid-19 debilitó su sistema frente al çáncer
Recibía tratamiento médico, pero el cáncer empeoró. Fue hospitalizado y murió.
Fue velado en su casa, en la calle 8 entre 21 y 23 de Chicxulub Puerto, y sepultado anteayer martes.
Nació el 21 de mayo de 1967 en Holbox, Quintana Roo; fue hijo de Melchor Betancourt Alcocer y Elizabeth Ávila Moguel. Sus hermanos, Melchor, Leocadio y Andrés, viven en esa isla. Hace 34 años se estableció en Chicxulub Puerto.
Le sobreviven su hoy viuda Moramar Castillo Trejo, con quien se casó el 17 de abril de 1986, y sus hijos, Miguel Valentín, Asdrid Beatriz, María del Mar y José Alberto, quienes con sus demás familiares reciben el pésame de sus amistades.
“Chepa” contó en marzo de 2021 que, cuando se enfermó gravemente de Covid-19, los gastos de hospitalización fueron de $1.300,000, recibió ayuda del alcalde Julián Zacarías Curi y de sus primos empresarios pesqueros Édgar Zacarías López y Víctor Zacarías Solís y de muchas personas que aportaron recursos, con quienes estuvo muy agradecido.