Por qué los cocodrilos reaccionan de esta forma tan especial a unos llantos de bebé
De tanto en cuando, salen estudios sobre animales salvajes que nos ayudan a entender un poco más sobre cómo y por qué se comportan así. Para un reptil gigante y terrorífico como el cocodrilo, cuesta pensar que le rijan los sentimientos ajenos o la empatía hacia otros seres. Pero lo cierto es que un grupo de científicos de distintas universidades ha publicado recientemente una investigación en la que demuestran que estos animales perciben de una manera muy particular los llantos de bebés humanos o de bebés de chimpancés.
Según los expertos que han realizado el estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, los cocodrilos están más preparados para percibir el nivel de angustia en los lloros que emitimos los humanos y monos recién nacidos, aunque no queda del todo claro si este comportamiento viene motivado por la intención expresa de darles caza o porque los confunden con los gritos de otras crías de su misma especie.
«No se puede descartar que algunos, en particular las hembras, respondieran así por creer que se encontraban en un contexto de cuidado materno»
Para demostrar su hipótesis, los investigadores reprodujeron llantos de humanos bebés, chimpancés y bonobos a un grupo de cocodrilos de un zoológico de El Nilo para contar cuántos ejemplares giraban la cabeza o se desplazaban hasta el altavoz que reproducía los sonidos en respuesta a estos gritos. Curiosamente, respondieron efusivamente a todos, pero no de la misma forma, ya que los autores del experimento usaron distintos tipos de llantos.
Metodología
Para los lloriqueos de origen humano, los científicos usaron dos tipos de grabaciones de audio: una en la que ese llanto se producía cuando sus padres bañaban al bebé (de baja intensidad) y otra cuando le vacunaban en el centro médico (mayor intensidad). Los cocodrilos reaccionaron con más intensidad a estos últimos, lo que sorprendió a los investigadores debido a que eran capaces de notar la diferencia entre sus niveles de dolor o angustia. Al final, descubrieron que los cocodrilos respondieron con más efusividad a los llantos que se emitían en frecuencias de sonido más altas y con irregularidades en el tono de voz (lo que correspondía a los llantos de mayor intensidad) frente a los que eran más constantes y en frecuencias más bajas.
«Las hembras de cocodrilo a veces responden así a los gritos de angustia de sus propias crías»
«Los cocodrilos parece que están particularmente adaptados para estimar el grado de angustia codificado en el llanto de un bebé, independientemente de la especie de homínido», adujeron los autores del estudio, en declaraciones recogidas por Live Science. Esto es porque los lloriqueos de los bonobos son generalmente más agudos que los humanos, y cuando se les expuso a estos sonidos reaccionaron de manera más efusiva. Es decir, tal y como nos pasa a nosotros: nos impone un grito más agudo que uno más grave, tal vez debido a que el cerebro interpreta con mayor facilidad los tonos agudos que los graves (por eso en una canción el bajo siempre parece estar camuflado en detrimento de las guitarras o las voces).
Es posible que estos animales puedan responder a esa angustia por temas de apetito, como una señal de que hay alimento cerca. Los investigadores también se percataron de que algunos de ellos también respondían a estas señales mientras permanecían bajo el agua, lo que ofrece una explicación depredadora a esta conducta. ¿Cómo estaban tan seguros de que reaccionaban de un modo efusivo? Básicamente, porque la mayoría fueron con cierta rapidez hasta el altavoz de donde provenía el sonido y se detenían a escasos centímetros de ellos para mirarlo. Otros sí que intentaron morder los altavoces, pero los autores insinúan que hay algo más que una mera conducta depredadora.
El Confidencial
«No se puede descartar por completo que algunos, en particular las hembras, respondieran así por creer que se encontraban en un contexto de cuidado materno», aseguran los autores, en declaraciones recogidas por Smithsonian Mag. «Las hembras de cocodrilo, y algunos machos, a veces responden así a los gritos de angustia de sus propias crías, que comparten algunas características parecidas a los gritos de los primates. Que los cocodrilos estén tan sintonizados con los llantos de bebés humanos también puede significar que los reptiles han estado escuchándolos durante mucho tiempo, lo que representa un peligro para nuestros antepasados en el sentido evolutivo».
«El cocodrilo del Nilo era de hecho una especie abundante en la región africana donde se desarrolló el linaje de los humanos», concluyen los investigadores. «Dado que los llantos de bebé de todas las especies homínidos probablemente compartían rasgos acústicos con los llantos de bebé humanos actuales, probablemente siempre representaron estímulos auditivos para los cocodrilos».
De tanto en cuando, salen estudios sobre animales salvajes que nos ayudan a entender un poco más sobre cómo y por qué se comportan así. Para un reptil gigante y terrorífico como el cocodrilo, cuesta pensar que le rijan los sentimientos ajenos o la empatía hacia otros seres. Pero lo cierto es que un grupo de científicos de distintas universidades ha publicado recientemente una investigación en la que demuestran que estos animales perciben de una manera muy particular los llantos de bebés humanos o de bebés de chimpancés.