Nicolás Maduro y su lucha contra las canchas de pádel en Venezuela
El gobierno de Nicols Maduro, presidente de Venezuela, ha tomado medidas para contener la proliferacin desmedida del pdel, deporte que amenaza los espacios verdes de la ciudad de Caracas.
«Hay muchos lugares en Venezuela donde se pueden construir unas canchas de pdel», dijo Maduro la semana pasada en la televisin estatal. «Pero no destruyendo las reas verdes comunes de una comunidad». Aunque salud el creciente atractivo de este deporte, aadi que los residentes que pudieran ser afectados por la construccin aledaa de una cancha deportiva de pdel, contarn con todo el apoyo de su gobierno.
Maduro pone un alto
La intervencin de Maduro fue en respuesta a un proyecto en una zona residencial llamada ‘La Alameda’, hogar de unas mil personas distribuidas en nueve edificios de departamentos. El conflicto escal cuando los vecinos denunciaron a los promotores por poseer permisos ambientales que no consideran adecuadamente los impactos sobre la vida silvestre y la estabilidad del suelo.
El alcalde, Darwin Gonzlez, dijo que busca una solucin al problema que beneficie a todas las partes, ya que el tema involucra tanto los derechos de propiedad y ambientales, como la armona social. El club iba a construirse en una propiedad privada, pero los residentes cuestionan la titularidad del terreno.
Pdel: un deporte de ricos?
Aunque los practicantes del pdel creen que la popularidad de este deporte se ha extendido fuera del crculo de la clase alta, la realidad es que la mayora de las pistas estn situadas en zonas adineradas o clubes privados. Eso las pone fuera del alcance de muchos venezolanos que an luchan contra una inflacin descontrolada.
Ejecutivos, abogados y polticos venezolanos se disputan los horarios de las instalaciones recin construidas, donde pagan sesiones de 90 minutos a 40 dlares.
Control o proteccin
La medida que busca contener la expansin de los lugares para practicar este deporte es una medida que pretende proteger a los venezolanos ms desfavorecidos en un pas donde la inflacin anual ha superado las tres cifras. Esta regulacin de los espacios pblicos puede resultar incongruente cuando se ejecuta desde un gobierno que intenta ocupar totalitariamente cada aspecto de la vida pblica y privada de sus ciudadanos.