Ya rebasamos el límite planetario por cómo producimos comida
Seis de los nueve umbrales-límites del planeta Tierra han sido rebasados debido a la actividad de una sola especie, la humana. Estos son 1) Integridad de la biosfera: pérdida de biodiversidad; 2) Cambio climático, 3) Cambio del sistema de suelo, 4) Agua dulce, 5) Flujos biogeoquímicos y 6) Nuevas entidades, como el plástico y otros contaminantes.
Todos estos –medidos por el Centro de Resiliencia de Estocolmo– “están relacionados con la producción de alimentos, puesto que impacta en todos ellos”, señaló Julia Carabias, referencia académica medioambiental en México y miembro de El Colegio Nacional.
“Por eso, la forma en que consumimos alimentos, nuestras dietas y formas de producción rompe los equilibrios de los sistemas planetarios. Por ello, necesitamos hacer cambios radicales en los sistemas alimentarios”, dijo durante su participación en el seminario “¿Podemos alimentarnos de manera saludable y sustentable?”, realizado en El Colegio Nacional, y que se llevó a cabo el 28 y 29 de agosto.
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Y a esta pregunta misma ¿cuál es la respuesta?, acotó la académica de la UNAM:
“Sí, sin duda alguna, pero no como lo hacemos en el presente, tenemos que hacer cambios muy radicales”. Añadió que no sólo es un problema de México, sino global, por lo cual se gestó en 2015 la Agenda 2030 de la ONU y los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, muchos por los cuales atraviesa la alimentación sustentable.
Pero estas metas globales son impensables sin remediar tres grandes objetivos más: la conservación de los sistemas terrestres, la conservación de los océanos y el combate al cambio climático, agregó. “Si esos tres grandes no se logran resolver no habrá producción que aguante y, de ser así, no habrá bienestar en la sociedad”.
De regreso a la comida y los sistemas alimentarios que han puesto al planeta y sus habitantes mamíferos “homo sapiens” y a muchas más especies en riesgo severo, el problema alarmante está en la desaparición de las selvas y bosques por la actividad industrial de la agricultura y la ganadería.
Tanto la transformación como la degradación de los ecosistemas están provocando la pérdida de biodiversidad a través de cuatro indicadores: deforestación, erosión, alteración del ciclo hidrológico y debido al cambio climático. Todos provocados por la forma en que producimos los alimentos, añadió la científica.
Los nueves umbrales planetarios
DEFORESTACIÓN.
Durante su exposición en el Aula Magna de El Colegio Nacional mostró un mapa del Global forest watch, donde se observa la deforestación del mundo a través del tiempo. Una gran mancha morada (deforestación) engulle como un cáncer los sistemas verdes (bosques).
De acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), en el planeta Tierra sólo el 31% de la superficie terrestre está cubierta aún por sistemas boscosos, mientras que los pastizales y cultivos representan el 36%.
Carabias recordó que, de acuerdo con datos de la ONU, tres cuartas partes del planeta han sido intervenidas por los “sapiens” y que la mitad de la superficie terrestre está destinada a la agricultura y a la ganadería. “Por eso, la ganadería ha crecido de manera exponencial; si hiciéramos un balance de toda la biomasa de los mamíferos del planeta, veríamos que los humanos representan un tercio, el ganado dos tercios y la vida silvestre apenas el 5%. Esto era completamente distinto hace unos miles años”.
Aunque en los últimos años ha bajado la deforestación marginalmente, “sigue siendo altísima”: entre 2000 y 2018 fue de 7.6 millones de hectáreas (en 2022 fue de 4.1 millones), 92% de la cual ocurre en el trópico, en las zonas más biodiversas. En América la tasa se incrementó alarmantemente en Sudamérica, añadió, debido a la ganadería principalmente; en Asia y África fue debido a los cultivos. “Estamos perdiendo nuestros trópicos, donde está toda la biodiversidad, por el ganado y los cultivos”.
Por si fuera poco, el cambio de uso de suelo por deforestación y agricultura, genera el 18.7% de los gases de efecto invernadero en el mundo. “Entonces la producción de alimentos nos genera esta situación y es una enorme oportunidad al hacer cambios a los sistemas productivos tanto bajar los gases de efecto invernadero, como los impactos en la pérdida de biodiversidad”.
OPCIONES SUSTENTABLES
Para alimentar a la humanidad, asegurar el agua y hacer un uso sustentable de la naturaleza se requieren estrategias que por un lado aumenten la productividad con valor nutricional y a la vez reduzcan la intensidad de recursos y liberación de contaminantes, enfatizó Carabias.
Para ello hay muchas alternativas sustentables que no se han puesto en práctica por falta de políticas públicas que los incentiven. Algunas son:
Agricultura de la conservación, Agricultura orgánica, Agroecología, Agrobiodiversidad, Manejo integral de plagas, Conservación de suelo y agua, Pastoreo sostenible, Agroforestería, Sistemas agrosilvopastoriles, Gestión de riego, Prácticas de bienestar animal, Uso eficiente del agua, entre otros.
“Y más… todo ello adaptado a las distintas zonas agroecológicas con deforestación cero y emisiones cero. Todo eso es posible, pero no forma parte de las políticas públicas”.