Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Internacional de los Afrodescendientes
El Día Internacional de los Afrodescendientes celebramos los logros y las contribuciones culturales, económicas, políticas y científicas de las personas afrodescendientes a lo largo de la historia en todos los ámbitos de la actividad humana.
El continente de África y las personas afrodescendientes han tenido un enorme impacto en el desarrollo, la diversidad y la riqueza de las civilizaciones y las culturas del mundo, que constituyen el patrimonio común de la humanidad.
Al mismo tiempo, reconocemos la extendida discriminación a la que se enfrentan las personas afrodescendientes en todo el mundo y los muchos obstáculos que afrontan para realizar plenamente sus derechos humanos.
El racismo, la marginación y la estigmatización siguen siendo una lacra para nuestro mundo. El legado de siglos de esclavitud y exclusión sigue resonando en desigualdades e injusticias arraigadas.
En los últimos años se ha renovado el impulso por el cambio sobre la base del movimiento mundial de lucha contra el racismo de 2020. El reciente establecimiento de un mecanismo internacional de expertos independientes para promover la justicia y la igualdad raciales en el mantenimiento del orden y el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes son una muestra de las aspiraciones colectivas de los afrodescendientes a la justicia y la igualdad en todo el mundo.
He hecho de la lucha contra el racismo una prioridad de gestión en las Naciones Unidas. Nuestro Equipo contra el Racismo, dirigido por mi Asesora Especial, Mojankunyane Gumbi, supervisa la ejecución de nuestro plan de acción estratégico para abordar el racismo y promover la dignidad de todas las personas.
Hoy, con motivo del Día Internacional de los Afrodescendientes, reitero el llamamiento de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a aprovechar el 75 aniversario de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos para anunciar y adoptar medidas rápidas y decididas a fin de impulsar la igualdad y combatir el racismo, la discriminación racial y la xenofobia.
Insto a los Estados a que adopten medidas concretas, con la plena participación de las personas afrodescendientes y sus comunidades, a fin de atajar las formas antiguas y nuevas de discriminación racial y desmontar el racismo estructural e institucional arraigado.
Hoy, y cada día, debemos seguir alzando la voz contra todas las ideas de superioridad racial y trabajar incansablemente para liberar a todas las sociedades de la lacra del racismo.