Voladores de varias regiones hicieron el ritual en Los Pinos
▲ Los ejecutantes refrendaron su compromiso de seguir elaborando un plan de salvaguarda de la ceremonia, declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2009.Foto Yazmín Ortega Cortés
Alondra Flores Soto
Periódico La Jornada
Sábado 2 de septiembre de 2023, p. 4
El octavo Encuentro Nacional de Ceremonia Ritual de Voladores se inició en el Complejo Cultural Los Pinos, donde representantes de la zona mesoamericana se reúnen para enfrentar el reto de salvaguardar este patrimonio cultural a pesar de las adversidades que se presentan como amenaza, afirmó Emilio Francisco Dorantes, presidente del consejo para su protección y preservación.
Somos conocedores de la ceremonia ritual milenaria y cuidadores de ella. Hagámonos visibles, que el sonido de la flauta y el tambor nos acompañe siempre
, hizo el llamado a los participantes durante la inauguración del encuentro en la plaza Cencalli, de la casa del maíz y la cultura alimentaria.
La ceremonia ritual de los voladores la compone su espiritualidad, ritualidad y religiosidad, así como su música, indumentaria, instrumentos y contextos que deben ser respetados por todas las personas, sin distorsiones o alteraciones en su significado, imagen, sentido ritual y religioso.
Señaló que los pueblos totonaca, nahuas, tenek, mazahuas, mayas y quiche, así como las comunidades equiparables practicantes, han trascendido en el tiempo; el vuelo restablece el equilibrio, reinventa el ciclo de vida del mundo, reproduce las cinco direcciones de la Tierra, marca los cuatro puntos cardinales y traza las 52 vueltas que representa cada año del ciclo cósmico.
Alrededor de 27 agrupaciones de Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Michoacán y de la región Quiché, en Guatemala, se reunirán durante tres días en mesas de discusión sobre la práctica que fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés)en septiembre de 2009.
Después de realizar el ritual en el palo sembrado
hace un año en la Ciudad de México, cumplirán con la encomienda de seguir elaborando el plan de salvaguarda, tomar acuerdos y definir acciones mediante un diálogo alrededor de seis ejes.
De manera complementaria, se invita a todo el público a presenciar ceremonias de vuelo a lo largo de los tres días, a participar en talleres de danzas rituales, de elaboración de estrellas de palma y de flautas de carrizo, además de que se instaló un corredor con venta de artesanías y productos gastronómicos.
Al final del acto protocolario, sonó la música para dar inicio a la ceremonia en la plaza Cencalli y con la danza ir hasta las alturas dando vueltas sostenidos por cuerdas y pedir la gracia de los dioses.
Alrededor del área circular ritual resaltaban los tonos rojos de los trajes, los tocados con listones o con plumas coloridas en las orillas; otros danzantes iban con mantos multicolores o vestidos en forma de tigre.
Siglos atrás, en momentos de sequía, jóvenes cortaron un árbol en la selva y lo sembraron en el centro de su comunidad para comunicarse con los dioses con sus cantos y bailes, vistiendo trajes de aves y flores. Al subir hasta la cima del mástil, abrieron sus brazos para conmover a los entes sagrados y tener lluvia de nuevo.
Ángel Gabriel, de tres años, fue uno de los tantos visitantes indígenas agrupados ayer frente al edificio donde se solía moler el trigo para hacer harina. En el epicentro del poder, durante muchos años, los grupos indígenas aguardaron horas bajo el sol para mostrar su conocimiento de orgullo y dignidad.
El pequeño volador de la región norte de Puebla, que desde los dos años aprende la ceremonia sagrada de las generaciones que le preceden, finalmente se quedó dormido en los brazos de su madre; el sombrerito rojo adornado con flores yacía en una jardinera, mientras transcurría la prolongada ceremonia de discursos de los funcionarios, entre ellos Marina Núñez Vespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural; Antonio Rodríguez, director de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas; Marco Tulio Chicas, embajador de Guatemala en México, así como autoridades de las comunidades indígenas y de las entidades que participan en el encuentro.