La mina de Aguablanca obtiene los permisos y activará en 2024 la extracción
La mina de Aguablanca volverá a la actividad en el verano de 2024. Siete años despúes de que Río Narcea anunciara el cierre de la explotación por el desplome del precio del níquel, el motor económico de Monesterio se pondrá de nuevo en funcionamiento con 330 empleos en el verano de 2024, según confirma Río Narcea, que asegura que ha obtenido ya todos los permisos necesarios para reactivar el yacimiento y extraer de nuevo no solo níquel, sino también cobre.
Según el anuncio de la empresa, tras salvar todos los trámites (el procedimiento estaba en estudio en el Ministerio para la Transición Ecológica) están «en disposición de comenzar inmediatamente los trabajos para acometer las labores preparatorias antes de la entrada en producción», ha indicado en declaraciones a este diario Alejandro Ayala, uno de los socios del proyecto. Los trabajos previos a la extracción se prolongarán durante 10 meses y crearán los primeros 40 puestos de trabajo, que se verán incrementados hasta los 330 cuando se inicien las operaciones en el verano del año que viene, 2024.
Tras los resultados de los últimos sondeos, la vida útil de la mina se estima en unos 10 años, con una previsión de extracción de tres millones de toneladas de mineral, lo que eleva a 335 millones la facturación estimada anual durante los seis primeros años de operaciones, teniendo en cuenta la cotización actual del níquel.En ese periodo, la inversión de los promotores en el proyecto será de 25 millones en tres partidas. Los primeros ocho millones serán antes del inicio de la explotación; habrá otra segunda partida de nueve millones prorrateada en una inversión anual de 1,5 millones para infraestructuras y desarrollos; y una inversión final de ocho millones más para la clausura y restauración del yacimiento.
Aguablanca es un yacimiento estrechamente ligado a la localidad de Monesterio económico y social en el año 2016. La reapertura es muy esperada en la zona por el impacto que se estima que tendrá en el empleo y la economía de la localidad y de la comarca, como corrobora la implicación del ayuntamiento en el procveso administrativo que se ha seguido en los dos últimos años.
El níquel y el cobre existentes en el yacimiento de Aguablanca la convierten en un eslabón clave dentro de la Estrategia Europea para las Materias Primas Fundamentales, aprobada por el Parlamento Europeo para garantizar el suministro estratégico. «La sostenibilidad será eje transversal del proyecto, centrado en esta ocasión en minería interior y con el aprovechamiento de todas las instalaciones anteriores existentes», puntualiza Ayala. No habrá mina a cielo abierto en esta ocasión sino que todo el trabajo será en galería.
Reutilización de instalaciones
Esta nueva etapa en Aguablanca reutilizará todas las infraestructuras y servicios asociados al proyecto de minería a cielo finalizado a finales de 2015. Se podnrá de nuevo en funcionamiento la planta de beneficio y el resto de elementos auxiliares como los almacenes, laboratorios, talleres y oficinas; así como la actual balsa de estériles. Las reservas de níquel y cobre de este enclave son pieza fundamental para este autoabastecimiento de minerales que promueve Europa y para el desarrollo de nuevas tecnologías sostenibles, en las que Extremadura ha buscado posicionarse en los últimos años.
Los principales trabajos a acometer ahora consisten en al adecuación del terreno tras ocho años sin actividad. Según la planificación de Río Narcea, se trabajará en la instalación y seguimiento de los equipos de auscultación de la corta, la adaptación de la instalación eléctrica, la instalación de resguardo adicional de seguridad en la balsa de estériles y el inicio de bombeo del agua almacenada en la corta a la balsa de estériles (una vez que dé su autorización la Concesión de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir); ese agua será utilizada en el proceso de concentrado de mineral. Además se harán trabajos de relleno en la corta (como medida de seguridad para los trabajos de interior) y se preparará la galería principal y el pozo de ventilación.
Los promotores de la reapertura de Aguablanca defienden la «minería sostenible» con la que se trabajará en el yacimiento. «Toda el agua que se utilice en los procesos mineros durante el periodo de vida útil del proyecto Aguablanca será gestionada y almacenada dentro de las instalaciones que forman parte de la gestión interna de la propia mina», subraya Ayala del proyecto técnico aprobado por las autoridades ambientales e hídricasn siguiendo los parámetros del Vertido Cero.
Clausura y restauración
El Plan de Restauración del proyecto para su parte exterior prevé el desmantelamiento de las instalaciones industriales una vez concluido el periodo de vida de la mina, de manera que se puedan iniciar los trabajos de recuperación ambiental en las zonas de escombreras y balsas. El plan presentado al Gobierno por Rñio Narcea incluye la clausura y restauración de las instalaciones, selladas y cubiertas con manto vegetal para la siembra y posterior crecimiento de especies autóctonas. Ayala pone como ejemplo la restauración ambiental llevada a cabo durante el periodo de última actividad de la mina de Aguablanca, qune ya permite ver la vegetación que ha crecido en algunas de las viejas escombreras.
Por otra parte, la actual corta minera se convertirá en un lago artificial para uso natural, una vez se realicen los trabajos de sellado y cierre de las galerías existentes y su posterior llenado con agua de lluvia. Esta corta (con 300 metros de profundidad y 800 de diámetro) no se usará desde el punto de vista productivo en esta nueva fase extractiva en Aguablanca (toda la actividad será subterránea), sino que es fruto de los trabajos de minería a cielo abierto que se desarrollaron hasta 2015.